Es cierto, el problema de Rajoy está en Bárcenas. Pero también en los posibles sobres, en los silencios atronadores a las preguntas sin respuesta y en la más que escandalosa irrupción de supuestos desahuciados del partido que por la espalda continuaban en la nómina del mismo. También en sus políticas, que reconozco como necesarias, pero que se abstienen de explicar. Y por supuesto en sus contradicciones; hacer más barato el despido y después despedir ascendiendo como hacen ellos…Tiene razón Rubalcaba cuando compara su sueldo en la oposición con el que el propio Rajoy tenía cuando él ocupaba dicho cargo. El doble. Ahí está el debate.

rubalcaba

En el aire está esa ley que pretenden dar a luz en la que los sueldos de los Alcaldes estará fijado con un máximo. Es dinero público, puede leerse entre líneas, y por tanto debe estar totalmente fiscalizado. El problema está en que por esa misma regla de tres los partidos también deberían ser tomados como activos del estado. No en vano éstos están cuasi completamente financiados por el mismo, y si nos atenemos a sus propias cuentas reconocidas, el dinero que procede del sector privado es nimio o casi insignificante.

Hay dos formas de ver este problema. Podemos optar por el tremendismo y obligar a los partidos a que se autofinancien. Tras ellos por supuesto, irían también sindicatos y organizaciones varias. El problema de hacer esto es que así, de golpe, sí que sería posible que la maquinaria interna de los partidos políticos se viera empujada a aceptar influencias externas con las que se pudieran decidir cuestiones que pudiesen afectar a un lobby determinado. Pensemos en donaciones de las eléctricas y lo que éstas podrían pedir a cambio.

O podríamos, y esa es la posición por la que yo particularmente me decanto, prohibir cualquier tipo de donación a los partidos. También prohibiría las cuotas, para que los partidos tan sólo pudieran contar con el dinero que los presupuestos generales del estado les asignaran. Así, con la prohibición, se impediría que se pudieran esconder donaciones fraudulentas como cuotas.

Por tanto Rubalcaba tiene razón, el sueldo de Rajoy es un problema, pero también el suyo, el de sus correligionarios y el de los propios partidos. Y Bárcenas, aunque en un primer momento es problema de Rajoy, acaba siéndolo de todos. Al fin y al cabo en el partido de Rubalcaba hay también un tesorero. Y a los tesoreros se los teme. ¡Vaya que si se los teme!

4 Comentarios:

    Yo no sé si el sueldo es el adecuado, para un servidor los faisanes deberían ser juzgados para saber la verdad, y después hablamos de honestidad.

    Un abrazo

    Al partido de los ejercicios de transparencia no le apetece mostrar el finiquito de Bárcenas.

    Hablamos de sueldos que se pagan con dinero público amigo mio. De culpas ya hablaremos otro día.

    Tampoco el otro es capaz de mostrar su propia transparencia querido Eulogio.

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