Sin duda alguna se puede decir que para personas como yo, simples ciudadanos que nos formamos ideas imprecisas y superficiales sobre las cuestiones que nos ocupan en las macro-relaciones ciudadanas que imperan particularmente en política, el debate con otro igual sobre cualquier cuestión que se refiera a estos temas se torna en simple diálogo de besugos debido a no tener una mente preparada y entrenada para reaccionar ante aseveraciones que se puedan utilizar para rebatir nuestras propias posiciones ideológicas.

La simpleza y la superficialidad de los conocimientos que tenemos a cerca de todo cuanto produce un efecto directo o indirecto sobre nuestras economías, sensibilidades políticas o convicciones personales, hace que cualquier intento de diálogo entre nosotros acabe irremediablemente topando, aunque no lo queramos, con el muro de los eslóganes y las frases pre-aprendidas de antemano en mítines, opiniones publicadas y sermones radiofónicos.

Sólo la parsimonia que nos brinda el poder exponer nuestras ideas en negro sobre blanco, permite transmitir exactamente lo que se quiere decir sin que nos veamos sometidos a la presión, como ocurre cuando el debate se realiza de viva voz, de tener que contradecir una afirmación con otra que no podrá ser calibrada, corregida, o editada antes de que tome la forma fonética correspondiente.

Aunque aquí en nuestros blogs podamos pasar por buenos conocedores de lo que ocurre a nuestro alrededor, la prueba de fuego que supone el presentar batalla verbal a un contrincante de carne y hueso, que está presto y dispuesto para rebatirnos casi al instante, nos devuelve indefectiblemente a la realidad que sólo en la blogosfera somos capaces de evadir; no somos políticos y todo lo que conocemos de ese mundillo nos llega de oídas y tangencialmente, por lo que ni sabemos, ni comprendemos lo suficiente como para mantener debates certeros capaces de llegar a conclusiones lógicas y consencuadas.

Somos buenos escribiendo sin la presión del que sabe que al momento tendrá que defender lo escrito. Y sobre todo somos buenos porque sabemos que tenemos todo el tiempo del mundo para dar forma a la respuesta que deseamos ofrecer a nuestro adversario en el debate cuando éste se produce en un post. Pero eso en vivo y en directo, con la otra persona cara a cara esperando tu respuesta, es impensable y hasta cierto punto podría incluso ser cómico.

Por tanto es mejor tener claro que no sabemos tanto como pretendemos, pero sobre todo, que los demás puede que sepan mucho más que uno mismo aunque se encuentren en la misma encrucijada que nosotros; "no tener una capacidad de racción suficiente para explicarnos tan bien como nos gustaría".

Hubo una vez en la que un periodista del que ahora no recuerdo el nombre, un tipo culto que se quejaba de lo que para él era puro intrusismo profesional por parte de los bloguers en su oficio; la opinión, se atrevió a decir que lo único que un bloguer aprendía a la perfección de su trabajo era el de la propia titulación de los artículos.

Hoy vemos que los profesionales de este oficio también aprendieron otra cosa que a nosotros, los simples bloguers, nos falta; a convertir los titulares de los posts en eslóganes electorales. Un ejemplo claro es el que nos ofrece hoy Íñigo de Barrón en El País con un contundente "Rajoy, candidato de la banca".

Y después se quejan de perder lectores y credibilidad...

Justin acudió a un programa de televisión que comenzó su andadura el pasado 11 de Marzo en la Fox y les pidió que le ayudaran a proponerle matrimonio a su novia. Los Mobbed (Acosado), decidieron que ese sería un espectacular comienzo de andadura para su programa por lo que pusieron toda la carne en el asador para que la respuesta de la inquerida, Nikki, fuera un rotundo y contundente "Si, quiero". Pero hicieron algo más que eso...aunque claro, las sorpresas hay que verlas y disfrutarlas y que no te las cuenten ¿No crees?


Lo encontré gracias a un tuit de @Milegar874 en Conexión Oriente y está subtitulado por videoloco.
...por los periodistas del Grupo Prisa:
El anuncio del adelanto electoral fue, en buena medida, un repaso a la herencia económica que Zapatero dejará a su sucesor. Y aún en el balance de la peor etapa económica de la historia reciente, el presidente del Gobierno tiró de optimismo hasta el exceso. Saludó el dato de paro del segundo trimestre (78.000 desempleados menos que entre enero y marzo) como un “cierto cambio de tendencia” cuando la mejora se debe a razones estacionales: la campaña turística. Sin ellas, el paro habría vuelto a aumentar. Y anticipó que el INE anunciará en unos días que el PIB creció entre abril y junio “por séptimo trimestre consecutivo”. Le sobró una mentira piadosa (hace tres trimestres, el PIB retrocedió, aunque fuera un par de centésimas), y le faltó una puntualización: el crecimiento es tan débil que difícilmente se cumplirá la previsión del Gobierno para este año, un avance del 1,3%.
En un ejercicio de introspección propias, puedo imaginarme cuan diferente hubiese sido este artículo si en lugar de ser candidato Rubalcaba lo hubiere sido el amigo Jose Luís. Y es que a esto se le llama, por parte de los que se hinchan como palomos en el mundillo periodístico, independencia periodística.
...Según la EPA.- 1.367.500 hogares tienen a todos sus miembros en paro...
Sacado del titular del artículo de El País Digital que hace referencia a una bajada del paro en 76500 personas. Tristemente una cifra tan insignificante es capaz de ocultar y llevar al rincón de la noticia a otra que, si la desarrollamos contando a tres personas por hogar desamparado económicamente, nos da la espeluznante suma de 4.102.500 ciudadanos sin un solo ingreso económico del que valerse.

Y sin embargo nos seguimos preguntando sobre el motivo oculto por el que las elecciones previstas por el Presidente caen en fecha tan significativa...

Si hay una cosa que he aprendido a base de darme porrazos contra los marcos de las puertas dospuntoceristas, es que la necesidad de criticar y vilipendiar la imagen de un ser humano es intrínsecamente proporcional a la popularidad o relevancia que pueda tener ese mismo pobre diablo.

Compruébenlo ustedes mismos diciendo cualquier chorrada en su twitter y verán como la repercusión de ese disparate salido de las pezuñas en que se convirtieron sus manos, al redactarlo en la interfaz de su home de twitter, no tiene mayor recorrido que el de su precaria y limitada memoria.

Por el contrario sigan ustedes a un político de relevancia, a un cantante, o a un famoso que en un día de pajerío mental equivoca la ocasión y decide erróneamente ser sincero y claro en sus prerrogativas, y verán como algún que otro iluminado le recoge el guante, construye un treding topic al uso utilizando los twitter facts para promoverlo en la red, y destruye en pocos minutos y durante unos días el escaso y laboriosamente atesorado crédito personal que pudiera tener.

Por eso, tal vez, sea que servidor nunca ha sido partidario de la chanza y la burla gratuitas que nacen por culpa de un twit mal pensado. Es más, me solidarizo con quienes sufren por culpa dichos ataques sin más defensa que la del alejamiento paulatino de una red convertida, cada vez más, en una piscina de pirañas hambrientas cuya única finalidad en la vida está justificada en la crítica destructiva y el cachondeo salvaje y demagogo.

¿Saben una cosa? Noruega no es un país Católico. Es más, su filiación religiosa es la protestante en su variante evangélico-luterana, en concreto pertenecen a la Iglesia Evangélica Luterana de Noruega. De todos los Noruegos, el 86% más o menos tienen a ésta como su doctrina de Fe. Alrededor de un 4% profesan la Católica o la Protestante. Ni rastro de esa especie de rama ultra-fascisto-católica de la que se hacen eco hoy en algunos mentideros periodísticos.

Hay que tener los huevos cuadrados para permitirse el lujo de mezclar cosas que nada tiene que ver, con tal de que les salga un artículo que sea capaz de atacar a la Iglesia, a la derecha y a todo cuanto se interponga entre la poltrona del poder y quienes son sus preferidos.

Ni un solo artículo de los que he visto publicados hoy ha sido informativo. Todos o casi todos han sido escritos con el culo, con la bilis, con el veneno que sólo de sus plumas es capaz de brotar y con el que intoxican a una ciudadanía hastiada ya de tanta tontería político-periodística que sólo sabe de complacencias y palmaditas en la espalda, pero nada de soluciones y guiños de verdad hacia la sociedad empobrecida de la cual el resto somos parte contante y sonante.

Hay que ser insensatos para permitirse este tipo de ataques hacia la Iglesia Católica y cobardes para no hacer lo propio con la musulmana. Porque díganme ustedes señores periodistas, ¿para cuando una batería de artículos en primera plana denunciando de la misma manera el radicalismo Islámico? Ah! claro, que es que estos en lugar de agachar la cabeza te ponen un petardo en el culo...

Absorto leía hace un momento una reflexión de Carlos Carnicero sobre la que pocos podrían poner una coma de más de las que ya le puso él al editar el post antes de publicarlo, si no fuese porque en el mismo se carece de la más elemental autocrítica hacia lo que uno pregonó en las tertulias o escribió en sus artículos.

Es cierto que la llegada de un lenguaje desmesuradamente directo y nocivo sobre las opiniones contrarias a la propia del medio, de cualquier medio, son el germen de un odio y un fanatismo galopantes que derivan irremisiblemente en sucesos como los de esta semana en Noruega. Pero eso no significa que ésta sea una característica exclusiva de la derecha rancia y cristiana que sujetos como él pretenden estos días denunciar, sino más bien una particularidad de la que son acreedores todos los medios sin distinción.

Tan perjudiciales para la paz social son los discursos ultraderechistas que Carlos denuncia en su post, como los viperinos artículos que emanan desde la otra esquina del cuadrilátero opinativo, con sus adjetivazaciones ofensivas y acusaciones dejadas caer al albur de la noticia basadas en simples impresiones y sensaciones acusatorias, y cuyo único y elemental objetivo es el de moldear la receptividad de quienes, creyendo estos medios templados en sus opiniones, acaban devorando junto con éstas una sopa boba basada en el odio irracional hacia lo que es diferente o contrario a su recién adquirido dogma de fe.

Tan hirientes son las opiniones que directamente vomitan sobre el contrario, como aquellas que son endulzadas con anterioridad pero que irremisiblemente contienen el mismo hálito vomitivo en su interior. Es más, en realidad las dos formas de informar tienen una misma consecuencia para quienes se niegan a escrudriñar al otro lado de la trinchera informativa; un odio irracional hacia el contrario, que siempre se acaba basando en simples eslóganes sacados del cerebro de un burócrata convertido en jefe de campaña electoral. Y eso señor carnicero no es una particularidad de la extrema derecha, sino también de personas que como usted destilan un odio disfrazado de razonamiento lógico hacia quienes piensan de diferente manera.


En fin, el vídeo es de un buen grupo, como lo es M Clan, hablando sobre los periódicos de mañana. Me pareció perfecta para este post ;)
No harán mal ustedes si piensan, cuando vean el vídeo que les presento hoy como una curiosidad, que el talento que desprenden estos críos ha sido posible gracias al caldo de cultivo que provoca el vivir en una férrea dictadura como la que sufren mis buenos amigos, como diría el gran Punset, los chinos.

Curioso también es el que uno, sin comerlo ni beberlo, se encuentre con una referencia directa hacia el libro que está leyendo (1984) de manos de un periodista como Fernando Villespin en su artículo de  ayer para El País titulado "Camps como síntoma".

Para los Chinos sería terriblemente revelador posar sus ojos en semejante libro. Más que nada porque retrata, más de sesenta años antes del momento actual, la situación que viven todos y cada uno de ellos en su vida diaria. Y los niños de este grupo musical, si cabe, más que los que viven en provincias. Ya pueden ustedes suponer el porqué y la razón de las forzadísimas sonrisas de estos niños mientras acarician las cuerdas de sus guitarras anhelando no rozar la equivocada.

En el artículo de Fernando se habla del "doblepensar" que no era sino "el poder, la facultad, de sostener dos opiniones contradictorias simultáneamente, dos creencias contrarias albergadas a la vez en la mente". Era ésta, en el libro de Orwell, una palabra del nuevo lenguaje llamado neolengua, que tenía como propósito fundamental el limitar hasta la extenuación la capacidad de expresión de los ciudadanos para así impedirles en lo posible la posibilidad de razonar con libertad. Según los miembros del Partido, a menor cantidad de palabras, menor capacidad para construir frases, lo que suponía menor posibilidad de pensamientos con capacidad de convertirse en frases y por ende, mayor control sobre lo que pensaban y dejaban de pensar sus ciudadanos.

El caso es que la sonrisa de la niña del centro me ha recordado también al libro y a la manera en la que los protagonistas tenían la posibilidad de aparentar ser unos buenos miembros del partido, mientras acudían y vociferaban en los dos minutos diarios de odio, o paseaban frente a las telepantallas que los vigilaban día y noche para descubrir a nuevos traidores a los que colgar y fusilar para regocijo de todos.

Viendo su sonrisa uno puede poner cara a todos los que se cruzaban en la vida diaria de Winston, al mismo Winston ocultando sus verdaderos pensamientos e incluso a los miembros del partido, convertidos en profesores de música de unos niños indefensos que eran presentados como una victoria del Partido frente a una multitud que en lugar de niños necesitados de amor, veían hijos de una dictadura gloriosa limitada al simple aleccionamiento político e ideológico.

Eso sí, olvidaba el señor Fernando aplicar la misma máxima del "doblepensar" a su propia persona, o en su caso, a los dogmas que utiliza el partido de sus amores para hacer pollítica puesto que, y en eso me darán la razón, ni siquiera los guardianes de la máxima expresión del socialismo democrático, como les gusta verse a los que piensan como él en este país, pueden decir que nunca sufrieron semejante enfermedad en los ocho años que llevan al frente en el actual gobierno, o los doce de la anterior ocasión.

¿Ejemplos? Para eso no les hago falta yo, sino más bien la sinceridad que ustedes mismos se niegan. Una cosa es permanecer engañado sin posibilidad de verificar la mentira, como ocurría en el libro de Orwell por la capacidad del régimen para destruir los periódicos atrasados y reescribirlos de nuevo para que las predicciones del Partido fuesen siempre certeras, y otra muy distinta permanecer en la ignorancia de quien sólo lee una parte de la realidad porque se niega a escudriñar en la contraria.


No me dirán que no son curiosos los datos que a veces las estadísticas nos brindan. En concreto en esta ocasión se refieren al peso que tiene la construcción en el PIB Español, un 9'2% exactamente, que sitúa su peso en los niveles del año 2003 quedando muy por debajo del porcentaje máximo, 10'8%, que se dio en 2006.

Pero lo curioso de todo ello no son las cifras en si, sino más bien las fechas de las mismas. ¿Adivinan quienes mandaban en esas fechas en España y quienes se llevaron el San Benito de "aliados de constructores" y "fabricadores de burbujas de ladrillo"?

Y aún así acusamos a la derecha de provocar la crisis financiera que nos atosiga y sistemáticamente olvidamos, que quienes pretendíamos que nos salvaran, se aprovecharon durante cuatro años del empuje de la construcción para mantener su discurso proclive a la vida subvencionada que ofrecían las ayudas electoralistas que jugaban con el dinero público a manos llenas.

Es cierto que el PP y el PSOE son la misma cosa en lo que a economía se refiere, pero lo que son sus votantes...lo que son ellos no tiene nombre (y por supuesto me incluyo entre los mismos...)

Curioso lo que ha sucedido hoy en la prensa de este país. Primero que la nave insignia del izquierdísmo más retrógrado ponga a caer de un burro a su adorado presidente en funciones...
El sendero hacia la nada por el que se precipitaron con anterioridad Grecia, Irlanda y Portugal viene siendo recorrido a trompicones también por España, pese a las bienintencionadas declaraciones de las autoridades o los anuncios continuados de iniciativas y reformas que devienen luego ineficaces por su falta de ambición inicial, o sus demoras y continuos retardos, como es el caso del sector financiero, cuya urgencia aconsejaba una diligencia extrema en su resolución. Ni el Gobierno ni el Banco de España han sido consecuentes con ello.
Luego que al primer artículo lo siga otro que done la razón de lo que ha sucedido en este país a quienes desde hace años critican a este gobierno...
José Luis Rodríguez Zapatero debe de una vez por todas abandonar su patológico optimismo y renunciar al juego de las adivinanzas. Los titubeos, las dudas y los aplazamientos a que nos tiene acostumbrados son la peor de las recetas para una situación que reclama medidas de urgencia. Su deber moral es anunciar cuanto antes un calendario creíble para el proceso electoral. Solo así podrán los españoles soportar la levedad del ser.
Y que después hablen con tal desparpajo de sus amoríos políticos y las querencias de sus compañeros de fatigas, en la acera de enfrente de la misma tendencia política, sorprendiéndose de lo ocurrido en la editorial del otro periódico...
Ya se conocía desde hace años la animadversión de Prisa hacia Zapatero. Le acusan al presidente, sobre todo, de irse con otra: de no echarse en los amorosos brazos del grupo, de no mirar por sus intereses, contrariamente a lo que hacía Felipe González, y de haber propiciado incluso el nacimiento y el crecimiento de otro grupo mediático de izquierdas en torno a Jaume Roures: La Sexta, Público, etc. Hace ahora casi dos años, emprendieron la caza del presidente,también con un artículo de Cebrián como prólogo. Entonces el casus belli era la guerra del fútbol, en la que Roures iba ganando.
No me digan que no es alarmante que ya ni siquiera en su propia casa lo quieran a uno. Por cierto, espero que no tarden mucho en llamar la atención desde el gobierno sobre la idea de que escribir semejantes artículos de opinión va en contra de los intereses de España, amén de colocar a ese periódico y su cadena de radio en el mismo lugar que se supone que ocupa el PP cuando se atreve a decir semejantes "barbaridades" ¿No creen?

Pd:

Por supuesto, sorprende aún más el duelo de navajas y ventiladores que se están sacando a pasear a esta hora desde las huestes del periodismo imparcial que representan líneas editoriales como las de Público, El País, o 20 Minutos, a cuenta de un despido.

Lo que sorprende más a un servidor, la naturalidad con la que se supone que Jose Luis hacía de intermediario para elegir presidentes de entes informativos en plena fecundación in vitro...

“corría el año 2005” cuando vio a Zapatero en Logroño y el presidente le dijo que llamase a Miguel Barroso para verse con él en La Moncloa. “Me quedé perplejo”, escribe Carnicero, porque “Miguel Barroso ya no era el secretario de Estado de Comunicación. Le habían buscado acomodo en la Casa América”.
O las conexiones periodistico-políticas que tan abiertamente se destacan de manos del despedido como si ello descubriese algo que los pobres lectores desconociéramos antes de que él se dignara a contarlo...
En síntesis, la inyección de dinero del ente público -por medio de contratos entre RTVE, MEDIAPRO, GLOBOMEDIA y otras entidades del holding de empresas a la que pertenece La Sexta y Público- ha sido un arma fundamental para crear un imperio mediático alternativo al Grupo Prisa, al servicio de José Luis Rodríguez Zapatero, obsesionado por disponer de su propio grupo de prrensa al margen de las tradicionales buenas relaciones entre el PSOE de la época de Felipe González con el grupo que fundó Jesús de Polanco.
Y recordemos que en todo este guirigay ni un solo medio de la derecha o sus proximidades ha sido mentado o ha tenido protagonismo alguno...
Hubo un día en que un buen amigo me dijo, a cerca de los prejuicios que tenía hacia ciertas personas del ámbito bloguero, que aunque no los compartía ni comprendía y en parte no dejaba de respetarlos, se veía en la obligación de aseverarme que si bien éstas podrían haber cometido algún que otro error que a él se le escapaba en su dilatada vida bloguera, lo bien cierto era que escribir escribían bien y lo más importante, lo hacían la más de las veces con cumplida razón y coherencia.

Unos meses después, bastantes, de mi TL (lista de actualizaciones de los contactos de twitter) ha salido un RT (retwit de una actualización de un contacto de twitter) pensado y respetuoso con un comentario escrito por el protagonista ignorado de este post, que ha derivado en su consiguiente razonamiento personal posterior al mismo por parte de servidor de ustedes y que me ha llevado a concluir mis divagaciones con un sonoro y estridente "nunca tuviste ni puta idea de esto de la blogosfera" que continúa resonando en las paredes de la habitación que ahora ocupo con cumplida y ensordecedora disonancia.

Sin duda ninguna, el culpable de que este blog haya habitado incansablemente en la ruindad del descrédito y el desamparo, he sido yo. Aquella insoportable y decadente idea de que solo unos cuantos tenían validez moral para decir según qué cosas o el disparate que supuso el descrédito inducido hacia quienes ni siquiera supieron nunca de la existencia de uno.

El blog mismo, incluso su propio autor, nunca tuvieron en mente hacer entender a los demás que sabíamos más de lo que nuestra simple y reconcomida cabecita entendíamos. Nació éste gracias a un accidente laboral y unas jornadas de aburrimiento y acabó siendo escrito por quien sólo de discutir y rebuznar entendía.

La majadería que nos caracterizaron siempre, ha acabado convirtiéndose en simple apatía por parte de quienes en su momento deberían sumar RT al blog u opiniones en sus artículos. La necedad de mantener vivas opiniones trasnochadas a cerca de según qué personas u oficios, ha llevado a esta bitácora a vivir de las rémoras de los resultados de google y los olvidados feeds conseguidos en sus tiempos de bonanza que hoy a duras penas nadie utiliza.

Será difícil que este blog retome se alegre vuelo en un futuro próximo, más cuando el trabajo de quien lo escribe tan solo le permite darle vida en los fines de semana, pero no duden señores de que de hoy en adelante ninguna persona tendrá colgada a ojos de servidor ninguna etiqueta que lo infravalore o enaltezca.

Es lo que tiene vivir ya casi de forma permanente de espaldas a todos ustedes, que uno se sincera con más facilidad que antes...

Defrauda a quien aquí escribe contemplar negro sobre blanco lo que todo el mundo adivina pero niega creerse a pies juntillas. Y defrauda porque con situaciones como ésta que ha ocurrido con lo del senador Socialista Curbelo, los medios de comunicación se sitúan en el punto de mira de quienes como yo persisten en su modesta lucha por la existencia de un periodismo de calidad dedicado única y exclusivamente a informar.

Periódicos tan apocados a utilizar calificativos vejatorios referentes a motes o expresiones malsonantes del vocabulario callejero, han optado en esta ocasión por mantener viva hasta la extenuación la presunción de inocencia en todas las transcripciones que de los hechos se hacen en los atestados de la policía con un escuálido e insultante "siempre según el atestado". Un insulto sin más para quienes como yo han tenido que leer textos en los que lo que alguien dijo se convierte en verdad incontestable sin que mediara antes juicio ninguno ni atestado policial cualquiera.

Periódicos que en lugar de decir que el sujeto en cuestión se fue de putas y lo desalojaron los armarios roperos del garito en cuestión porque molestaba a los restantes clientes, se limitan a pasar de puntillas por los detalles del caso y centran su atención en minucias de otro tipo.

Periódicos que omiten que se fue derecho a un  cuartelillo para pedir que se hiciera una redada y detener así a los proxonetas. Que deseó en estado de embriagadez que esos mismos policías muriesen de cáncer mientras los acusaba de terroristas y los amenazaba con represalias por su condición de Senador.

Periódicos, en fin, que hasta le cogen el gustillo a eso de sacar punta a detalles tan despreciables como el que se refiere a ese que dice que la pelea en el puticlub se debió a que éste señor, por llamarlo de alguna forma, se creyó con derecho a "algún paquete del club sin abonar el precio" por su condición de senador electo y que la negativa derivo en una pelea que acabó con él y su hijo en la calle.

¿Tan complicado, señores periodistas, es limitar su trabajo al de informar en lugar de ejercer de pantallas de protección de los políticos por los que besan el suelo que pisan?¿Tan difícil es ganarse la vida de periodista que hasta tienen que tragar con semejantes insultos a la inteligencia?¿Tanto tienen que ganar que hasta a su madre matarían para estar a buenas con el candidato que paga a su medio de comunicación?

Con periodistas como ustedes, chaqueteros, terroristas de la información y tendenciosos agentes del buen hacer de sus políticos, el periodismo está herido de muerte. Nadie, y más ahora con las nuevas tecnologías, ha tenido mejor conciencia de su dependencia del poder, de sus artimañas para salvaguardar a sus testaferros, de su detestable falta de rigor a la hora de desempeñar el trabajo por el que pasaron por la universidad; informar, comprobar y ser un simple reflejo de la realidad.

Ustedes no son periodistas, son simplemente comisarios políticos cuya única finalidad es hacer cambiar el sentido del voto ciudadano en base a informaciones tergiversadas, opiniones incendiarias y vomitivos códigos de conducta referidos al periodismo que eminentemente quedan relegados a la verborrea propias de quienesn ingenuamente piensan que todos nos chupamos el dedo.

Ignorantes, eso es lo que son todos ustedes, unos ignorantes peleles a los que de periodistas no les queda más que el título que una vez consiguieron en una universidad cualquiera. Pena de oficio señores, pena de oficio.

Hizo falta que servidor comenzara a escribir en un blog, para que aprendiera a apreciar la fuerza y el poder que la palabra escrita y hablada podían ejercer sobre una población, que sencillamente, se limitara a escuchar lo que otros decidían decir. Hizo falta eso y otra cosa, comenzar a leer más diarios de los que acostumbraba, a escuchar más radios de las que escuchaba y leer más opiniones de las que leía.

Hoy, sentado frente a mi ordenador y preparándome para disfrutar de un nuevo día en compañía de mis seres queridos en sana lejanía respecto del bullicio de la blogocosa (cosa que ya es un hábito sano que he trasladado de mi semana laboral rutinaria mientras permanezco encadenado en el volante de mi camión), me sorprendo de la cantidad de personas que se creen sin duda bien informados leyendo un solo periódico, escuchando una sola radio, asimilando un solo sesgo de opinión.

Cuando la palabra en lugar de informar confunde. Cuando en lugar de informar opina. Cuando en lugar de ejercer el deber que le compete en la Constitución se dedica a chismorreo y la adjetivización sectaria y ofensiva. Es entonces cuando ésta pierde la victoria moral para convertirse en simple berborrea y berrido de insigne factura y penosa moralidad.

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Una curiosidad de Google+

Y aquí el original ;)
Verán, la psigología inversa en una especialidad de la psicología tradicional que durante milenios ha sido ejecutada por la humanidad incluso antes de atinar a ponerle nombre. La definición que mejor la describe sería la que muy gustosamente nos ofrecen en La Inciclopedia;
La psicología inversa es una técnica conductista basada en el denominado psicoanálisis trasvestido, que reemplaza las figuras del ego, el yo y el superyó por el niego, el no y el supernó.
Un ejemplo claro y contundente de esta técnica se nos ofrece en este corto vídeo de no más de cuarenta segundos en el que un sufrido padre, utilizando esta fantástica técnica de reconducción de conducta juvenil, consigue en poco menos de cinco segundos hacer que su hijo haga lo que él decide sin rechistar.

Espero que les sea útil a los amigos blogueros que tienen hijos ;)
Ha nacido una nueva Red Social de manos de una de las empresas más influyentes del mundo en lo que a internet se refiere; Google+. Lo reconozco, la situación me supera. Demasiadas lugares a los que atender. Demasiadas cuentas que actualizar. Demasiadas sub-personalidades que aunar en mi mismo y que descomponer en la Red de Redes.

Yo, yo soy de los de antes. De los del blog sencillo. Sin publicidad. De aquellos que aún no se les ha ocurrido llamarse "comunity-manager", ni piensan en lo más recóndito de su materia gris que alguna vez lo lleguen a ser. De los que alguna vez limitaron su existencia a vivirla en la vida real y esbozarla en imperceptibles trazos en sus blogs personales. De aquellos que vieron en su blog un medio de comunicación personalizado. De aquellos mismos que finalmente comprendieron que sin periódicos y periodistas los blogs morirían de inanición. Los mismos que un día creyeron de verdad que esto podría cambiar el mundo.

Pareciera que nuestros enemigos dieron solución al problema que podría representar un hervidero de gente utilizando una herramienta como los blogs. Y como en un pasaje de la Biblia, decidieron que había que hacer que esos bloguers dejaran de hablar en la misma lengua, naciendo así toda la inmensa variedad de herramientas que hay hoy a nuestro alcance.

Lo reconozco, me gustaba más cuando simplemente tenía que abrir el blog y el Reader para ver qué se cocía por ahí fuera. Ahora necesito un jornal entero tan sólo para abrir las cuentas que yo sólo administro...

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El Google-monopolio

Les voy a decir una cosa, como diría el insuperable Alsina.

Pudiera ser que ustedes, mis pocos y avezados lectores que aún quedan por este rincón, creyeran que servidor está en la inopia al comprobar día tras día la involución que ha sufrido este blog en lo que al ritmo de publicación se refiere. Incluso, lo confieso, a la calidad del mismo en sus publicaciones. Nada más alejado de la realidad hay que eso que acaban ustedes de esgrimir en su rápido e insuperable intelecto.

En realidad uno en estos momentos vive por y para el trabajo que le permite disfrutar de unos días de asueto al llegar el fin de semana, y que sin ánimo de ofender, prefiere pasar junto a su adorada y siempre resplandeciente esposa, antes que malgastarlo en rebuznar para quienes sólo aceptan escuchar lo que de sus santísimas partes les nace.

Pudiera parecer que uno está cabreado con el mundo que lo rodea, pero tampoco eso es una realidad confirmada más que por algún que otro desliz que quedó grabado en el Reader y que afortunada y sabiamente rectifiqué antes de que el tema pasara a mayores. Ya saben, hay cosas que nunca deberían ser escritas negro sobre blanco y menos en un simple y altivo blog como éste.

El caso es que me entero de que Google va a unificar a todas sus empresas entorno a su marca madre, con el tufo que ello conlleva de monopolio al estilo Microsoft y nadie, ni siquiera ninguno de aquellos que tan vorazmente se tiraron a la yugular de la empresa que acercó la informática al mundo real de millones de usuarios que adornan sus currículums con un sencillo "conocimientos básicos de word y excel",  ha dicho una palabra más alta que la otra.

Claro pensarán ustedes, tal vez tuvieron un momento de clarividencia y comprendieron que si un ciudadano tiene oportunidad de elegir o no un producto, por mucho que uno de los elegibles cope el mercado de ventas, ello ni significa que éste esté imponiendo un monopolio tácito sobre los consumidores. Pero reconozcan que esa utópica idea de la existencia del razonamiento bienintencionado de quienes vieron a Bill Gates como al hijo de Satanás echo informático es más bien romántica.

No señores. Todos esos que hoy callan como putas cuando Google se convierte en un poderoso ser informático, millones de veces más poderoso de lo que pudo llegar a ser en su día el imponente y para algunos malísimo de la muerte Microsoft, son los que vitoreaban cada una de las victorias del primero sobre el segundo y callaban cuando éste cometía los mismos errores que su compañero de viajes.

Ya ven cómo está el patio. Ayer hacer dianas con la cara de Bill Gates era molón y hasta respetable por parte de esos pseudo-gurúes de las nuevas tecnologías. Hoy mentar a Larry Page o Sergey Brin con semejante objetivo es visto por esos mismos voceros de las memeces anteriores como reflejos de la simpleza de pensamiento de quienes osan mentarlas.

Será que uno ya está viejo para estas cosas y le vienen demasiado grandes para entenderlas...Será.

Y de extra algo muy nuestro interpretando la misma canción. Espero que os guste.

Vaaaale. Os dejo algo para desempalagar jejeje