No me dirán que no es curioso que justamente haya sido el presidente Jose Luis, ese que tanto ha hecho por las mujeres y la igualdad de sexo en el ámbito personal y laboral, quien, en reunión urgente con la baronía del partido el pasado Viernes, se cargara la candidatura de la única mujer que podía presentar batalla al hijo del dedazo Socialista.
Doce fueron los barones, que no baronesas, que finiquitaron cualquier sueño de liderazgo femenino en el partido; Patxi Lopez, Jose Antonio Griñan, Tomás Gomez, Jorge Alarte, Guillermo Fernández Vara, Manuel Pachi Vázquez, Roberto Jimenez, Juan FRancisco Martínez Aldama. Javier Fernández, Jose María Barreda, Marcelino Iglesias, Joaquim Nadal.
Ni una sola mujer. Todo hombres. Y un solo cometido; eliminar a la que sobraba. Ahora que nos vengan a dar lecciones de dedazos e igualdad. Aunque claro, siempre habrá quien los defienda aunque luego hagan lo contrario de lo que predican...
Han pasado las elecciones autonómicas y locales y el movimiento que ocupa las principales plazas de este país persiste en su protesta aún cuando la mayoría de la gente, incluido yo mismo, comienza a pensar que su tiempo ya pasó a mejor vida.

Y pasó a mejor vida por la sencilla razón de que quieran o no los acampados, la oportunidad de cambiar las cosas murió con el cerrojazo final de las veinte horas del pasado Domingo y un malentendido propósito de cambio que acabó convirtiéndose en un simple aumento de la abstención que poco o nada han acabado aportando a la revolución que tanto ansiábamos muchos de nosotros.

Una cosa es protestar y otra mantener poblados chabolistas en medio de las plazas españolas en beneficio de no se sabe muy bien qué propósitos que se tiraron a la basura con cada voto nulo. En la democracia, en cualquier democracia, las cosas se cambian desde dentro. Y pretender lo contrario, eso que parece que se pretende desde esas plazas, es rendirse a los movimientos de rastafaris que parece siempre copan ese tipo de protestas.

La revolución, señores, la perdimos cuando comenzaron a aparecer lemas tales como aquel que pedía que se enjuiciara a los banqueros. ¡Qué pérdida de tiempo más grande nos han provocado a muchos con su protesta!¡Qué sencillo fue inducirnos a engaño!

A decir verdad queridos lectores, la necesidad que algunos van a tener de criticar la decisión del Partido Socialista de elegir a su líder mediante unas primarias de candidato único, es más una simpleza inspirada en el resentimiento hacia ese partido, que una resolución salida de la propia meditación a cerca de dicha decisión.

Queramos o no, queridos amigos, lo importante en un partido político no es la cara de quien se erige en representante, sino la capacidad de éste de rodearse de buenos colaboradores que le faciliten la tarea. Eso lo han demostrado los últimos siete años de gobierno socialista.

Criticar a un partido por hacer justamente lo que éste cree que es mejor para él, en este caso elegir a su líder en un congreso extraordinario, es como criticar a quien necesita de cazar un conejo para alimentarse.

Hay que ser conscientes de que la aniquilación del contrario en democracia no es el mejor camino para encarar una época de bonanza y estabilidad. Ésta, la democracia, necesita de al menos dos contendientes que se disputen la fidelidad de la ciudadanía. La aniquilación del contrario sólo puede traer una dictadura encubierta, que obligue a la ciudadanía a secundar a un solo partido, haciendo que éste se vea libre para hacer lo que bien le venga en gana.

Mientras no seamos capaces de aprender a respetar las restantes ideologías y comprendamos que sin éstas la nuestra se convertiría en totalitaria, no seremos realmente demócratas.

Respeten al Partido Socialista aunque ellos les acusaran de dedazo. Ayuden al conjunto de la sociedad a liberarse de esa bilis que nos inunda a todos cuando de política se trata.

He estado repasando algún que otro tuit y post que se preguntan en voz alta si una democracia que se precie de serlo puede asumir un millón y pico de abstenciones. Incluso he visto que mediante esas rimbombantes preguntas tratan de deslegitimar unos resultados que no son de su agrado.

Me parece tan infantil, ingenua y pobre de inteligencia semejante insinuación, que hasta me dan lástima quienes han creído a pies juntillas el ineficaz resumen que de las exigencias de la acampada en Sol se difundieron por parte de los medios de comunicación.

Si la propia ley electoral discrimina los votos nulos y no los cuenta. Si los votos en blanco con el método circunscripcional evita de facto que los partidos pequeños puedan acceder en igualdad de condiciones a la representación pública en favor de los mayoritarios o los nacionalistas. Si la abstención, también por la propia ley electoral, queda reducida a un simple número ya que ésta obliga, sea cual sea la cantidad de votos escrutados, a que todos los puestos en liza electoral sean cubiertos mediante los porcentajes de voto…

¿A qué cojones viene eso de ahora criticar los resultados si han sido ustedes, pobres ignorantes venidos a Gandhi, los que tiraron su voto a la basura tan solo por darse el gusto de poner una papeleta en blanco en su sobre cuando, además de los partidos que todos tenemos en mente, había otros muchos dispuestos a coger el relevo que les podían brindar para comenzar a cambiar las cosas de verdad?

¿A caso no les enseñaron en la escuela, ustedes que tanto saben de derechos, que el voto es la mayor arma de la que se ha dotado al ciudadano moderno y que ustedes, al utilizarlo como lo utilizaron ayer, se cagaron en él como quien se caga en una esquina cualquiera?

¿No les enseñaron a leer antes de protestar?¿A informarse?¿A prever cual sería el destino de su voto cuando acabaran con su pantomima perrofláutica de poner una pegatina o slogan cualquiera dentro de él?

No me jodan señores. Si decidieron abstenerse, votar en blanco o simplemente votar nulo, la culpa de que su voto lo hayan utilizados los políticos para limpiarse el culo es suya y nada más que suya. Lo demás, sus arranques de indignación y sus tonterías son simplemente payasadas vergonzosas de quienes ni de votar entienden siquiera.

Es curioso pero parece que la spanish revolution se produjo exactamente en el lugar que debería haberse producido siempre, en las urnas, pero cambiando el color de todo el país a un azul gaviota que en sí mismo es la antítesis de lo que los acampados en Sol pedían; pluripartidismo y demás.

Tal vez la razón de que haya habido tanta gente equivocada en lo que respecta al sentido del voto que deberían contener sus papeletas y que ha auspiciado el aumento significativo del voto en blanco y nulo en estas elecciones, haya sido la desinformación de los medios y la querencia de estos por hacer entender a la gente que era éste, que no otro, el sentido del voto que pedían los revolucionarios.

La spanish revolution no era voto en blanco, sino a cualquier otro partido. Los que dieron forma a la revolución, los que se convencieron de que había que hacer algo, simplemente se equivocaron al ir a las urnas para emitir votos basura. El voto nulo y blanco hizo que la revolución desapareciera por el sumidero de la democracia.

Así las cosas, ahora a respetar los resultados electorales. Si realmente somos demócratas, claro…

Una de las cosas de las que yo no me había dado cuenta nunca y que son extrañas tanto en cuanto uno está acostumbrado a que los medios tradicionales, en sus versiones digitales, opten  día sí y día también por errar en lo que ha vincular sus contenidos con otros externos a ellos se refiere, es aquella que dice que también éstos pueden aprender a hacer del apoyo de los enlaces externos una forma de completar y enriquecer las propias informaciones que intentan transmitir a sus lectores.

Un ejemplo claro de ello es el artículo que firma hoy Sergio Rodríguez en El Catalejo y que se titula “Cinco certezas y una duda en torno a la #acampadasol”,  en el que sin miedo ninguno ha decidido enlazar a otro de El País escrito por Delia Rodríguez llamado Trending Topics, en el que se hacía eco del pensamiento que a más de uno se abordó cuando vio que aquellos de las concentraciones asamblearias quizá sí que funcionara; “¡Sorpresa!¡Funcionó!”.

Algunos de ustedes podrán pensar que he buscado una chorrada muy grande sobre la que alzar un post escrito en día de elecciones, pero piénsenlo un momento; dos diarios tan opuestos ideológicamente se enlazan entre sí, al menos uno de ellos, para enriquecer su propio contenido, salvando así la tentación de hacer propias reflexiones acertadas que les son ajenas, en un mundo virtual en el que la endogamia periodística impidió siempre a cualquier medio otorgar loas o alabanzas a sus contrarios.

Tal vez algunos periodistas hayan aprendido ya que los lectores de hoy en día no limitan sus consultas tan sólo a sus periódicos, sino que además las contrastan con sus contrarios para así tener una visión lo más imparcial posible del mundo que les rodea. Es cierto, es solo un enlace externo en un periódico, pero díganme la verdad ¿vieron ustedes muchos antes por aquellos lares?

Bien pudiera parecer que en los últimos posts he ido tocando todos los palos en lo que se refiere a las posiciones, a favor y en contra, de lo que ha ido ocurriendo en España durante esta semana. Nada más lejano a la verdad. Por contra, servidor ha vivido en carne propia un movimiento asambleario horizontal consigo mismo, que ha derivado en una especie de aceptación general de todo lo que ocurría en los movimientos asamblearios de las grandes ciudades, capitaneadas por la de Sol de Madrid, cuya determinación final ha sido la que leyeron ayer en última instancia en este blog; A favor de la revolución pero sin manipulaciones de ningún tipo.

Me preguntaba el otro día un buen lector del blog si creía que todo esto llegaría a buen puerto y si, en todo caso, podía haber una forma diferente a ésta de llevarlo a cabo.”No hay otra forma de hacerlo” le dije. Así de sencillo. Los políticos del mundo entero, como hemos visto en los últimos tiempos, sólo entienden de manifestantes concentrados a la hora de vislumbrar mínimamente el cambio que éstos piden en las plazas. No hay otra forma, entre otras cosas, porque la ciudadanía no tiene otra manera de hacerse escuchar.

En sí mismo, el movimiento podría haber salido mal de muchas formas. Creo, y esto es a título personal, que podría haber embarrancado en la caleta del botellón y el desmadre de no haber estado los organizadores lo suficientemente avispados como para pedir a la gente que no trajera bebidas ni fiestas varias a un lugar, cuya sacrosanta finalidad no era la del despiporre, sino la reivindicación pacífica de una ciudadanía atormentada por la crisis y el desánimo.

Ello hizo que personas de mayor edad se sumaran a las protestas sin miedo a parecer vejestorios que no sabían exactamente donde se metían. Y ello hizo también que comprendiera, que aquello que se estaba gestando en las redes sociales, no partía de un embrión llamado antisistema o antiglobalización. La revolución que tantas veces pedí en el blog, la que siempre creí que nunca vería, estaba cogiendo forma poco a poco ante mis narices y yo deseaba formar parte de la misma.

Lo curioso fue que tras la decisión de sumarme me llegó el miedo irracional a ser manipulado. El miedo real a que todo esto fuera una orquestada maniobra política para acolchar una posible debacle electoral socialista. Los intentos de algunos políticos de izquierdas de acercarse a los manifestantes me hicieron temer lo peor. La respuesta de éstos; “sin políticos ni sindicatos”, me devolvieron la sangre al cuerpo. Sí, esto era lo que siempre esperé que sucediera y nunca creí vivir. Ya no había forma de cambiar mi determinación; con la revolución hasta el final.

Es posible que podamos estar siendo manipulados. Puede ser. Pero recuerden queridos amigos; sólo los que salen a la calle tienen cosas que perder. Y queramos o no, en esto todos tenemos cosas que perder; la libertad y el derecho a la pataleta por ejemplo.

…Ya está bien que salgan a la calle y que se quejen de cosas, pero aún es más importante saber por qué cambios de la sociedad están trabajando; y deben tener claro que no solo deben estar en contra de algo, sino que también deben estar a favor de algo y que defiendan algo nuevo, algo esencial: más justicia y más respeto por la naturaleza y por nuestro planeta…

Vía 20min.

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Imagen sacada de Pictures Craze

Salvando las distancias con mi post anterior, quiero dejar clara mi posición frente al movimiento #15M y aclarar que:

  • Estoy a favor del mismo.
  • Aunque no puedo ir a las manis ya que tengo un bautizo civil al que acudir hoy, estoy a favor de sus peticiones a la clase política.
  • Me considero un privilegiado al poder vivir de primera mano un movimiento social que hace años necesitaba este país.
  • Pero sobre todas las cosas, quiero mostrar mi sorpresa y agradable satisfacción al comprobar cómo muchos amigos blogueros han pasado de su “blablablá” tuitero a la acción propiamente dicha.

Sea cual sea el resultado de todo este movimiento, considero que nunca más se volverá a menospreciar al poder de las redes sociales en este país. Solo espero que todo no se tuerza a partir de mañana y el movimiento, en estos momentos no dirigido contra ningún partido concreto y sí a todos en su conjunto, no vire hacia una irascibilidad belicosa contra el que resulte ganador en el día de mañana.

Aclaro sin irme por las ramas: Estaré a favor de todo esto siempre y cuando no derive todo en un ataque constante a un solo partido. Así de sencillo.

¡No nos dejemos manipular ni por nuestros propios compañeros de rebelión!

Pd: Me acabo de enterar gracias a Algemesí.info de que esta tarde hay concentración en el Parque Salvador Castell de Algemesí. Allí estaré para contároslo después jejeje

No he podido seguir toda la movida de la spanishrevolution esta semana en la blogosfera y tuitesfera debido a mi trabajo, pero hay una cosa que creo que sus organizadores han hecho mal o muy mal; explicarse.

Si tuviera que fiarme de lo que dicen los medios de comunicación que se pide en estas concentraciones asamblearias, me vería obligado a abjurar de sus propósitos y escribir un post totalmente contrario a ellas. Pero resulta que por suerte o por desgracia soy conocedor de los pasos que poco a poco ha ido dando esta especie de manifestación ciudadana para llegar al punto en que ahora está y he de reconocer que me ha dejado gratamente sorprendido.

Dicho esto, habría que decirles a los organizadores, esos que parece no tienen cara, que han errado en la comunicación, ya que lo que se ha dicho hasta el hartazgo en los medios, no ha sido más que se pedía a la ciudadanía que se abstuviera de votar. Se han pasado la semana debatiendo en las tertulias sobre a quién beneficiaban y perjudicaban las concentraciones y cuanto mal podría hacer a tal o cual partido la abstención. Vamos, que la mayoría de los periodistas iban más perdidos que un piojo en una calva…

También han cometido los asamblearios el error de intentar borrar su pasado al eliminar del manifiesto las referencias fundacionales a la pedida del no-voto a los partidos de la ley Sinde. Y no me vengan con chorradas señores, esa fue la fuerza motriz que permitió que el volante motor de la #spanishrevolution girara incansablemente hasta convertirse en un movimiento ciudadano digno de los más serios telediarios mundiales. Pero eliminarlo así por las buenas, como si se avergonzaran de ello…

En fin, que si antes estaba a favor de todo lo que sucedía y durante la semana me reí a carcajada limpia con cada intervención periodística, ayer a las doce en punto de la noche los manifestantes de Sol consiguieron que ya no estuviera ni con unos ni con otros. Hoy hay jornada de reflexión y los mismos que cometieron el error de intentar eliminar su pasado, han inducido a unos cuantos miles de ciudadanos ha cometer un delito y lo que es peor, a coartar una de las libertades de los ciudadanos básica en la democracia que tenemos, el disfrute de la jornada de reflexión.

Además, me parece tan extraño que esto haya tenido una repercusión tan amplia habiendo nacido de la blogosfera que me chirría de verdad todo lo que está ocurriendo. Y es que lo de hoy me recuerda tanto a otra jornada del 2004…

Actualización:

Como muy bien me recuerda Rosa en un tuit, los primeros que se pasan la jornada de reflexión por el arco del triunfo son los medios…y tiene razón. ¿Porqué entonces la iban a respetar los ciudadanos?

Bien, he llegado a casa y me dispongo a escribir de aquello sobre lo que durante toda la semana he estado escuchando hablar en la radio, la #spanishrevolution. Y solo tengo una cosa que decir; no me gusta.

Y no me gusta no por lo que piden, por lo que representan o por sus peticiones. Que hay que reconocer que son buenas, precisas y deseables para el buen funcionamiento de cualquier democracia, aunque haya algunas que se salgan de lo plausible y caigan en la mera fantasía del que cree que todo el mundo es bueno y que los malos nunca deben gobernar. Sino por la sencilla razón de que a las doce en punto del día de hoy, hace exactamente unos minutos, están cometiendo un delito del que se librarán por una menudencia llamada “tumultuosa aglomeración de ciudadanos” ,que hace más que aconsejable para su seguridad que la policía se abstenga de actuar.

Estoy con vosotros. Me gustan vuestras propuestas, al menos algunas como las que se refieren a las reformas electorales y esas cosas, pero me niego a combatir la ley con el delito y vosotros, queráis o no, estáis cometiendo uno impidiendo al resto de ciudadanos disfrutar de otra menudencia llamada “jornada de reflexión”.

Como se dice muchas veces, a veces las formas nos hacen perder la razón. Hoy la habéis perdido vosotros.

Algo tendrá que hacer el actual periodismo para recuperar la credibilidad de la que un día fue garante y que tan necesaria es para la supervivencia de una democracia estable y segura. Tendrán que mirárselo muy mucho los periodistas que hoy se ponen ante las cámaras, o tras el teclado del ordenador, para recuperar el terreno perdido frente a las redes sociales y Twitter en particular.

Muchos abordaron esta herramienta por miedo a ser suplantados por esa chiquillería que tanto gozaba de poner frases en bocas que nunca se abrieron por estos lares. Pero ese mismo pajarito azul se los ha zampado de un bocado cuando la ciudadanía, adepta a Dios gracias a la información real, eficiente, e instantánea, ha dejado de tenerlos como referente informativo para sustituirlos por un anglicismo mundialmente conocido llamado #hashtag, que sin duda ofrece la información que éste necesita sin intermediarios, de forma inmediata y con múltiples puntos de vista diferentes al mismo tiempo.

Si alguna vez alguien pensó en cómo podría ser una democracia real en un mundo imaginario, sin duda las Redes Sociales y Twitter en particular debieron ser las herramientas que se necesitaban para que la ciudadanía pudiese interactuar entre ella misma. Alguno ya tiene pesadillas tan solo con escuchar su nombre. Y hasta otros como yo lo nombramos al bautizar el artículo que aporreamos sobre el teclado.

El nuevo medio de información se llama #hashtag. Y los periodistas vendidos al poder lo temen, como teme cualquier dictador a la marabunta que se concentra en una plaza cualquiera de su cortijo…

En la era de la información que nos ha tocado vivir, existe una cosa llamada pasado actual que no es mas que el terco empecinamiento de los resultados de los buscadores de internet en traernos al presente noticias y datos que fueron pasado y por lo visto futuro de todo cuanto nos rodea. Por ejemplo, podemos emplear esa terquedad en dirimir quien de verdad tuvo culpa de la supuesta burbuja inmobiliaria y a quien le podríamos colgar la medalla de la falsedad y la mentira políticas.

Vivienda_n_jun2009

Miren el gráfico de arriba. Es el precio de la vivienda con respecto al año en que se vivía. El PP necesitó de dos legislaturas (1996-2004) para doblar el precio nominal medio de la vivienda en España pasando de los poco más de 1000 €/m a los 2000€/m. Al PSOE le bastó con una sola (2004-2008) para alcanzar los 2800€/m.

Si la burbuja era culpa del PP, ¿cómo es posible que tras ganar las elecciones el PSOE, ésta continuara subiendo hasta el punto de llegar a la re-elección no sólo sin crisis, sino además declarándose capacitado para traer el pleno empleo a España?

Es curioso que se culpe a un partido de haber fomentado la burbuja inmobiliaria y acto seguido se obvie que el siguiente en adjudicarse el poder no hizo nada para remediarlo. Es más, aprovechó la construcción para hacer suyas promesas que hoy no puede cumplir por culpa del paro y que ahora curiosamente achaca a políticas que terminaron abruptamente hace ya casi ocho años.

Olvidamos queridos conciudadanos, que si es verdad que la construcción ha sido la falla fundamental de nuestra economía, no lo es menos que la crisis sólo tiene tres años de vida, por lo que los anteriores cuatro, gobernados por el partido que acapara el poder en estos momentos, no pueden olvidarse a la ligera permitiendo irse de rositas al partido Socialista sin siquiera una mención en lo que respecta a su responsabilidad no sólo en la crisis, sino también en la burbuja inmobiliaria que tanto ansían empaquetar a su partido contrario.

No hay nada tan ruin como aparecer ante los medios y declarar tras un terremoto que todos tus actos de campaña quedan cancelados para así ayudar a las víctimas del movimiento tectónico, mientras tus acólitos mediáticos te hacen la campaña gratuitamente, al tiempo que tus talibanes políticos comienzan a difundir el rumor de que la culpa de todo el daño estructural de las casas de tu ciudad ha sido provocado por la indecencia de unos constructores que las hicieron con cartón piedra.

Si alguna vez alguien pudo representar gráficamente la cuadratura del círculo, sin duda tuvo que ser alguno de los ideólogos políticos del PSOE ayudado por la mano siniestra de quien, amparándose en la información, fomenta, facilita e inspira un panfleto llamado periódico cuyo sesgo y sectarismo están más allá de toda duda.

Desinformación y campaña electoral siempre fueron juntas de la mano. Vil, infame, abyecto, mezquino, despreciable, maligno y pérfido también, pero justo al lado de un nombre de pila; Arsenio Escolar.

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Un deja vu bloguero

Estaba recordando cómo hace un par de años aparecían hasta debajo de las piedras los autodenominados especialistas en el Social Media (SEO), con sus reglas para redirigir tráfico hacia nuestros blogs y así poderle sacar partido al adsense y demás medios con los que algunos pensaban que podrían convertirse en referentes blogosféricos remunerados.

Alguno que otro, embarcado en aquella ingenuidad que nos caracterizaba en aquellos tiempos, hasta pensaba seriamente en formar Redes de Blogs corporativas con las que iniciar una especie de empresa especializada en nichos de información al abrigo de personas que estuvieran dispuestas a escribir artículos sobre temas que dominaran a cambio de unos eurillos. Se sentían directores de empresa y así lo exponían en sus “About”.

Y digo que es una putada aquello porque los SEO’s pasaron a llamarse de un tiempo a esta parte Comunity Managers, los blogs redujeron su tráfico en beneficio de las Redes Sociales y los tutoriales para sacarle provecho al adsense dejaron de escribirse hace ya muchos, pero que muchos meses.

Es como tener un deja vu bloguero, solo que ahora aquel oficio sí que parece tener algo de real y no se basa tanto en aquello de engañar al buscador de turno…

No hay nada como un terremoto, un desgraciado terremoto, para que los políticos de nuestro país se acuerden de golpe y porrazo que las elecciones las deciden siempre los casi dos millones de votantes que hacen bailar su derecho constitucional, o sea su voto, entre el deseo de castigar al gobernante o la abstención.

Más cuando uno observa los panfletos electorales que inundan nuestras ciudades y ve paralelismos tales como que en todos los que firman los partidos de la oposición, ya sean PP, PSOE, UPyD y demás coleguillas choriceros, aparece la siempre bien traída y manida frase que dice; “Porque necesitamos un cambio”.

Un cambio. Y eso lo dicen todos. Exactamente todos los que están en la oposición. Hacen como si aún viviéramos en la España de hace cuarenta años. Planifican las campañas electorales como si la revolución de la era del Internet aún no hubiese llegado a materializarse. Y lo peor, los que creen que hacen un uso exquisito de dicha revolución, caen sin saberlo en la palabrería que caracterizaba, hace no tanto tiempo, a los que por aquí eran tildados de gurús.

Saben lo que necesitamos, lo que debemos pensar, lo que debemos sentir. Yo creo que esa y no otra es la razón por la que el absentismo es la mayor fuerza política en España. Por eso. Por estar gobernados por gurús de la vida 1.0.

Y eso es una pena. ¿Saben porqué? Pues porque ha hecho falta que hubiese personas fallecidas para que cayeran en la cuenta de que los votos los emiten conciudadanos suyos. Y eso dice poco o muy poco en favor de sus señorías.

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Pandora

Ya ven, desde que me dio por el Hip Hop Español, sólo esta de todas las canciones que he escuchado me ha hecho de verdad pensar en el mundo que me rodea, sólo este tipo llamado Nach. Los demás me recuerdan tanto a aquellos blogueros de antaño, entre los que me incluyo, que perdían tantas horas de sus vidas y se las hacían perder a sus lectores, con rollos que predicaban sobre las bondades de los blogs y demás…

Claro que también es cierto que habrá que seguir buscando más cantantes y ampliar ese pequeño espectro de muestras que poseo de este género en España. Tal vez, si no es mucha molestia, podríais ayudarme a encontrar a los buenos...

Escuchaba atónico esta tarde cómo @julia_otero, acompañada de @elisabeni y otros dos tertulianos, defendían ante los micrófonos de su programa de @OndaCero_es que los votos en blanco, en lugar de un castigo para los partidos mayoritarios, eran en sí mismos un apoyo explícito al partido que más votos obtuviera. Vamos que reafirmaban públicamente la falacia que tantas veces se escucha y que sorprende a este humilde bloguero escuchar de bocas tan supuestamente bien informadas como éstas.

Supongo que deberían tener estos periodistas la humildad de informarse antes de opinar tal necedad en público, haciendo que una media verdad como esa pase a ser, por haber sido escuchada de sus labios, una verdad contrastada para quienes no sienten el gusanillo de conectarse a un internet con el que alcanzar toda la información que necesitan, y aún en pleno S XXI, defienden que tan sólo con escuchar sus programas de radio favoritos, leer su prensa diaria habitual y sufrir ataques de somnolencia con los telediarios, les es suficiente para saberse bien informados.

Deberían saber estas buenas personas que cuando hablan por esos micrófonos la mitad al menos de quienes les escuchan lo hacen para informarse. Eso quiere decir que esa mitad tomará lo que salga por ese altavoz al que se conectan a diario como una verdad incontestable. Más cuando el tema que se trata, en este caso el del voto en blanco, es un concepto complicado, en el que además de la Ley d’Hondt, intervienen porcentajes circunscripcionales y decimales sueltos finales que suponen, en la mayoría de los casos, la posibilidad última de algunos partidos para conseguir una mínima representatividad en las instituciones.

El tema del voto en blanco ya lo expliqué en su día en este post que les enlazo y además incluí también el nulo y la abstención propia en su forma del no-voto, pero creo que deberíamos hacer una especie de resumen que dejara claro cómo de negativo puede llegar a ser el voto en blanco.

Ese voto en si mismo no es malo. En cierto modo es una forma de protesta que además permite al emisor el no renunciar a su derecho constitucional de participar en unas elecciones democráticas. Pero este voto tiene un problema; no tiene el sentido que la gente le da, sino el que la ley electoral le otorga. Y eso se traduce en que si bien el voto mismo no va hacia ningún lugar en concreto, lo cierto es que lo que hace es aumentar el coste en votos que necesitan los partidos minoritarios para acceder a las instituciones.

Y eso se debe a las circunscripciones electorales y el 3% que se necesita en votos para conseguir entrar en éstas. Ello conlleva que a más votos en blanco, más votos se cuentan como válidos (el voto en blanco es válido y se cuenta en los porcentajes) y por tanto más votos necesitan quienes tienen un nicho electoral escuálido para conseguir su representación.

Ese voto no afecta tanto a los partidos mayoritarios, aunque en cierto modo sí que les beneficia un voto masivo en ese sentido mientras tengan sus propios nichos asegurados contra viento y marea, por la sencilla razón de que aunque es cierto que los votos en blanco sí que se cuentan, la propia ley electoral exige que todos los escaños y concejalías que se presenten a elección se renueven y por tanto que esos votos carezcan del valor ideológico con el que los cargaron sus emisores y pasen a ser un simple complemento del tanto por ciento de todos los votos válidos sobre el que sacar la barrera del 3%.

Ello implica que aunque haya un diez por cierto de votos que no se han decantado por ninguno de los candidatos en liza, la ley los suma al tanto por ciento total de votos emitidos, con lo que alcanzar la barrera del anteriormente mencionado 3% se hace más difícil para quienes, de un total de unos 25 millones de votos emitidos en cualquier elección, tienen sólo cerca de un millón para ellos.

Es cierto que el voto en blanco favorece a las mayorías como dije Julia, pero es mentira que lo haga sólo a la de quien gana, ya que en realidad lo que hace es complicar el acceso de partidos minoritarios y con pocos votos en el conjunto de España.

Además, tiene cojones que eso lo sepa un simple camionero y Julia aún tenga entre ceja y ceja la chorrada esa de que los votos en blanco van a parar al más votado. Los tiene, además, porque ella se tiene por periodista muy informada. Ya ven, tampoco los periodistas saben cómo va esto de las elecciones ¿Cómo van entonces a sabernos informar adecuadamente?

Pd:

Recomiendo la lectura del post del voto en blanco, la abstención y el voto nulo, amén del que se refería al tema de las circunscripciones electorales y el de la Ley d’Hondt.

Son tres posts que escribí yo y que puede que les parezcan a ustedes una simplista llamada al autobombo, pero que me tomé muy enserio al elaborarlos y que creo pueden aclararles muchas dudas a quienes las pudieran tener.

Un saludo.

Hasta qué punto habremos llegado a interiorizar el efecto conspiranoico en este mundo digitalizado, que viendo en una televisión sin sonido el reportaje sobre la foto esa en la que desaparecen las mujeres que había en aquel despacho desde el que se dio la orden de matar a Bin Laden, he llegado a la conspiranoica conclusión ya no de que Bin Laden no estuviera fiambre, sino que hasta me pareció que al superponer las imágenes de las mujeres se comprobaba que nunca estuvieron allí y hasta parecían haber sido incluidas a propósito para no se qué tipo de maniobra política de consumo interno Americano.

Antes de que les de un soponcio recuerden; la televisión no tenía sonido y mi única referencia eran aquellas dos fotografías superpuestas.

Pues bien, después de estar todo el día decidiendo cómo escribir el post con el que tenía pensado abordar el tema, va y me encuentro con el artículo de Juancar y allí me quedo, ojliplático al ver que lo que yo interpreté como verídico no había sido más que una tergiversación de mi mente calenturienta, más predispuesta a pensar que es engañada por los demás, que receptiva a creer a pies juntillas lo que le cuentan.

En fin, que me he quedado en blanco y he decidido compartir este chasco con todos ustedes. Ya uno no se puede fiar ni de lo que ven sus ojos…

Ya saben todos ustedes que Enrique Dans no es santo de mi devoción. Es más, hasta se podría decir que me cae mal. Pero a través de un tuit de Marcelino Madrigal cazado mientras me deleitaba con una entrada suya dedicada a la ópera,  he llegado a la bitácora de un tal David Donaire en la que, aprovechando un post en el que atacaba al movimiento (recordemos que tampoco me acaba a mi de convencer éste) #nolesvotes, difama públicamente al primero con una serie de datos que éste ha documentado perfectamente, como demuestra su comentario, para posteriores acciones legales que pudieran surgir.

Creo que es necesario que todos los que escribimos en blogs tengamos presente que difamar no puede ser nunca una forma de opinión. Este señor se acaba de meter en un berenjenal de tres pares de narices. Y personalmente creo que sería necesario que la justicia, siempre y cuando el señor Dans lo crea oportuno, actuara de forma contundente para acabar con esa forma de acusación gratuita con la que algunos tan a gusto viven.

Señor David, una cosa es opinar y otra muy distinta mentir a sabiendas. En esta ocasión y sin que sirva de precedente, aquí dejo todo mi apoyo al señor Enrique Dans.

El mundo está tan hecho polvo y rezuma tanta tontería por los poros, que grandes personajes como el Juez Calatayud se atreven a cuestionarse públicamente qué es lo que estaremos haciendo mal para que hasta para ponerles los apellidos a los niños tengamos que recurrir a los juzgados.

Lo malo de todo ello. Lo que nos debería poner la carne de gallina. Lo que nos debería alertar sobre la peligrosidad del aventamiento del fuego del odio entre nosotros mismos. Lo que en definitiva debería hacernos replantearnos nuestra forma de solucionar los problemas de convivencia que sufrimos en todos sus aspectos, es que la realidad, la cruda, dura y terrible realidad, ha respondido a la pregunta que éste insigne juez se hace en su blog con el asesinato de una mujer cuyo único delito era el de estar en desacuerdo con su pareja de hecho en algo referente a la comunión de su hija mayor.

Resultado; nosotros los ciudadanos mamamos el odio que los políticos y periodistas nos administran irresponsablemente en los medios y aceptamos aplicar la justicia por medio de nuestra propia mano, emulando así a insignes premios Nobel de la Paz, que desde la distancia, asestan un golpe mortal a un terrorista que desde que ideó su funesto atentado estuvo condenado a muerte sin necesidad de juicio.

No lo olviden nunca señores, la culpa de todo lo que ocurre a nuestro alrededor es de nuestra empecinada obsesión por tener una visión sesgada y parcial de los acontecimientos, amén de una ingenua tendencia a creer en la bondad del mundo por si solo.

¿Recuerdan cuando hablamos de Mubarak y la bomba de relojería que despertaba la revolución Egipcia? Pues bien, ya hay otra Iglesia quemada y unos cuantos asesinatos por una razón más que subjetiva; los que quemaron la iglesia con sus feligreses dentro creían que había una musulmana conversa allí.

Al fin y al cabo era un motivo como otro cualquiera para pegarle fuego ¿verdad?

Me apenan de verdad todos esos conocidos, periodistas y blogueros en general, que despotrican en todas direcciones defendiento un dictado existencial que expone la necesidad imperativa de la eliminación de las campañas electorales amparándose en una crisis que nos arrolla cual tren y los dejavu's que provacan las promesas incumplidas que los políticos vuelven a formular mecánicamente en cada periodo electoral.

Y me apenan porque se que lo mismo que los elegidos democráticamente no sucumbirán a las exigencias de un colectivo periodístico que pide por activa y por pasiva unas comparecencias en las que las preguntas sean aceptadas con respuestas de viva voz y no repartidas negro sobre blanco, tampoco éstos aceptarán aquello de renunciar a su propaganda política pagada con fondos generales.

Además, resulta de un cinismo cabreante ver cómo los periodistas deciden movilizarse en twitter para exigir respuestas y observarlos cuando entrevistan a los políticos y sucumben al peloteo, las preguntas sencillas y la simple propaganda electoral que los segundos les dan por respuestas. Da pena, pero mucha pena, ver que los que dicen defender la necesidad del pueblo de estar informado son los que más trabajan para mantenerlo en la más absoluta ignorancia.

Baste con fijarse en las distintas reacciones ante los sucesos de la última semana y la comparativa imaginaria que hubiesen provocado en esos mismos "defensores de la libertad de prensa" sus reacciones en el caso de que quienes los protagonizaron hubiesen sido los de hace ocho años y no los de hoy. Cuanto pancartero metido a periodista hubiese estado apostado y encadenado a los leones del Congreso para denunciar un asesinato que indefectiblemente hubiese sido también culpa del anterior inquilino de la Moncloa...

En días como en los que vivimos creo que es necesario ofrecer un poco de esperanza a quienes desgraciadamente sucumben abatidos a la hecatombe de la inactividad laboral y la indecencia de las colas del paro. Y creo que esas palabras esperanzadas, optimistas y confiadas en un futuro cercano más propicio deben, por imperativo legal, salir de la boca de quien ya ha solventado el susodicho mal trago.

A ti amigo o amiga que te has ido derecho a la cola del paro por culpa de una crisis en la que nada tuviste que ver. A ti, compañero que viste cómo tu jefe se escudaba en ésta para aligerar la plantilla. A ti, amigo y amiga que viste como te volvías transparente para quienes cada cuatro años sorprendentemente te vislumbran en sus decadentes visiones electoralistas. A ti, que sin ser millonario ni cobrar primas demenciales, sufriste los daños colaterales de una bajada de los beneficios de la empresa y lo pagaste con tu despido fulminante.

Lo único que tengo que decirte y que espero que te sirva de consuelo, es que también yo pasé por ese mal trago. Que también se que volveré a pasarlo. Pero sobre todo, que se que con constancia y perseverancia lo volveré a superar.

Es cierto que cuando te ves arrinconado en esa detestable cola del INEM el mundo se te cae encima. Es cierto que pasas por un momento de debilidad en el que te sientes un fracasado. Y también es cierto que llega un momento en que dudas incluso de que puedas encontrar un trabajo. Pero no sucumbas al desánimo amigo mío. Lo cierto, lo único cierto, es que mañana volverá a amanecer.

Yo te voy a dar el único consejo que conozco y del que doy fe que funciona para poder encontrar un trabajo nuevo; Perseverar en el reparto de curriculums. Algunos te dirán que esas cosas ya no se hacen. Que la mayoría de los trabajos se encuentran a través de internet. O tal vez intenten desilusionarte con un “no te canses buscando porque no hay nada que encontrar”.

Cuando veas que alguien sostiene esa idea y te la intenta trasladar a ti, hazme caso y respóndele con un “vete a la mierda”. Yo encontré trabajo cuatro veces en tres años, en estos tres últimos años. El primero fue una sustitución de 26 días nada más quedarme en paro. En esa ocasión quien me ofreció el trabajo fue el propio INEM. No, no es mentira, fue la única vez que le vi utilidad a la mayor empresa del Estado. El segundo lo conseguí mediante un conocido. Tres meses y después de vuelta al paro.

Y pasaron siete meses hasta que un curriculum me brindó la oportunidad de volver a trabajar. En esa ocasión fue para una sustitución de seis meses. Cuando el chofer al que sustituía volvió, mis posaderas dieron de nuevo con el polvo del suelo de los pasillos del INEM. No importaba, de los casi dos años que hacía que me había quedado por primera vez en el paro, sólo había consumido unos nueve de la prestación. Algunos ex-compañeros míos, esos que decidieron darse unos meses sabáticos sobre todo, ya habían consumido casi en su totalidad la susodicha. Yo, en cambio, aún no había llegado ni a la mitad. El cuarto lo volvía a conseguir mediante un curriculum allá por el 6 de Marzo del año pasado. Y hasta hoy.

Como habrás comprobado si has leído hasta aquí, he encontrado trabajo de todas las formas posibles; mediante un amigo, a través del INEM, pero sobre todo gracias a los curriculums. Pero no los enviados a través de internet, no, sino de esos en los que uno se persona en la empresa, habla si le dejan, e intenta aparecer apetecible al posible contratador.

Antes de encontrar los trabajos hice unas cuantas entrevistas que no me hicieron merecedor del puesto de trabajo en liza, pero una cosa sí que me dejaron claro; moverse en los polígonos, dejar infinidad de curriculums y no dejar de perseverar a la hora de salir todos los días a buscar ese empleo que anhelas, es la única medicina factible para la dolencia de la que hoy eres víctima.

Así que olvida los telediarios, las encuestas, los políticos y sobre todo aléjate de los que siembren sin compasión nubarrones oscuros en tu futuro inmediato. Ponte una buena canción que te alegre la mañana antes de ponerte a buscar curro, en mi caso fue el “Mi jefe" de los mojinos escozíos y sal dispuesto a comerte el mundo de un bocado.

Porque ten por seguro que en casa, sentado frente al televisor lamentándote de tu mala fortuna, nadie, absolutamente nadie, vendrá a ofrecerte aquello que con tanto ahínco hoy anhelas. Y porque para amargarte la vida ya estás tú y para nada necesitas a los que te recuerden constantemente que el mundo está patas arriba. ¿No crees? Pues ale, ánimo que eso es lo único que necesitas querido amigo o amiga.

Da vértigo observar la actualidad político-judicial de nuestro país y comprobar hasta qué punto tanto políticos como jueces juegan una partida de ajedrez en la que los ciudadanos hace ya tiempo que dejamos de ser necesarios. Se podría decir, sin riego a equivocarnos, que en dicha partida los peones, nosotros los ciudadanos, dejamos ya de existir al quedar sólo en pie las piezas totémicas que siempre suelen estar en la segunda fila al comienzo de la partida.

Es como si en treinta años de democracia, el juego partidista hubiese exigido el despiece de los peones llevando así a los jugadores a sacrificar sus lazos con el pueblo a cambio de una permanencia en el poder que no implicaba necesariamente estar gobernando el país, sino más bien el mantenerse en aquella órbita que les proporcionaba al menos una cercanía física a los lugares en donde se manejaban los dineros de todos.

Si observamos los movimientos geopolíticos de los últimos tiempos, analizamos los discursos y discriminamos los hechos consumados, observaremos sorprendidos que hace ya mucho tiempo que la baza de la ciudadanía fue ya dilapidada por éstos y en su lugar comienzan a caer piezas del ajedrez que antaño fueron fortalezas andantes de la democracia. Véase el caso Garzón y su paso al ostracismo judicial o el actual caso del descrédito del Tribunal Constitucional y su empecinada obsesión en re-juzgar lo que el Tribunal Superior dicta.

La desfachatez de quienes hoy mueven los hilos político-judiciales en este país provoca que el decoro en el ataque a los jueces, su ninguneo o posterior alago según sea su sentencia, e incluso la vergüenza ajena que muchos sentimos al ver cómo los políticos presionan a la espera de sentencias sosteniendo desvergonzadamente que no se presiona sino que simplemente se opina, hace que el pasmo de la ciudadanía sea patente y se vea obligada a vivir en una catatonía permanente que invita a la indiferencia.

Las sentencias se acatan sin mas. No hay nada que decir a la resolución del TC. Más no dejo de sorprenderme cuando veo cómo esos que hace unos meses decían que ese mismo tribunal era históricamente Franquista y deseaban su disolución, han pasado de golpe y porrazo de gritar a los cuatro vientos las bondades de tan insigne tribunal.

Y todo ello con los ciudadanos pasmados y catatónicos ante la ingeniería político-judicial que permite que cosas ilegales se tornen legales, mientras comprueban encendidos en llamas que esos mismos recovecos, ante una multa de tráfico, carecen de sentido puesto que sabe de antemano que a la firma del insigne agente su culpabilidad está fuera de toda duda razonable…y sin siquiera permitírsenos recusarlo para anular la infracción.

Acatamos dicen…eso ya lo llevamos haciendo mucho tiempo señores. No me sean tan fantasmas.

A veces pienso que muchos de los posts que escribo podrían ir tranquilamente dirigidos a mi. Ya saben, uno siempre ven en los demás los defectos que uno padece pero no reconoce. Y claro, cuando uno decide hacer bandera de su deseo desenfrenado por buscar la pureza de la blogosfera y se sumerge sin darse cuenta en una especie de semi-guruísmo desconocido que malamente despotrica sobre otros que ni siquiera sabrán de su existencia, la contradicción y la falsedad de sus propias teorías comienzan a cobrar fuerza y lo destruyen desde dentro, desde su propia credibilidad.

No se puede estar en contra de los gurús y al mismo tiempo escribir posts que no hacen más que divagar sobre teorías que son  las que los sustentan, del mismo modo que reproducirlas y debatirlas con uno mismo cuando los comentarios escasean, no hace más que colocarlo a uno en la senda del ombliguismo blogueril que provoca en los demás la percepción de que no se equivocan. La percepción de que a uno lo que le falta para ser ese gurú que tanto odia es la audiencia de éste.

Tal vez por eso me pasé a la política y las cosas del día a día. Para distanciarme de todos esos que tras de mi y como yo aparecieron creyendo que era su deber advertir a los demás sobre esa escoria que inunda la blogosfera. Tal vez, para huir de tanto bloguero metido a consejero que equivocan el tiro cuando inciden en sus afirmaciones de hermandad, amistad y afecto bloguero.

No señores, aquí somos personas y la blogosfera no difiere mucho de la vida real. Aquí el hijoputa es tan hijoputa como en la vida real, pero con un peligro sobrevenido por la propia red, aquí puede disfrazarse y pasar inadvertido.

No señores, yo ya no quiero convencerles de nada. Sólo dar mi opinión sobre las cosas que pasan en mi día a día. Lo demás, las intenciones, los juicios de valores ajenos al mío, o las pajas mentales de algunos emporrados por buenismos exacerbados, todo ello se los dejo para ustedes solitos. Yo paso ya de aparecer ante los ojos de muchos como un simple chaval que se quedó a medio camino de ser gurú. Esa nunca fue mi intención y hasta me insulta que algunos lo lleguen a creer.

Esta maña escribía un visceral post celebrando la muerte de un sanguinario como Bin Laden. Es más, retozaba entre mis vísceras mientras describía cuan ocioso y complacido me sentía por haber disfrutado de tan alegre noticia.

Más tarde, mientras leía el TL de la Moncloa, mi gozo quedaba sumido en el estupor de quien, sin darse cuenta, ha acabado abrazando las tesis que otorgan a según qué países el beneplácito de la intervención en el extranjero con total impunidad. Incluso en ese mismo post hacía referencia a ello anunciando que siempre habría quien denunciaría una cosa como esa. Mi sorpresa es que yo mismo soy quien ha decidido hacer hincapié en la susodicha tesitura.

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Y éste ha sido el detonante que ha provocado en servidor las dudas que ahora tiene en lo que se refiere a si un Gobierno democrático debe expresarse de este modo en referencia a un asesinato perpetrado por un país en tierras extranjeras.

Ya lo se, era un asesino y todo lo que queramos. Pero siendo como es éste un país en el que la pena de muerte está abolida y siendo como es éste también un gobierno que siempre se declaró en contra de la misma basando su decisión en la ideología progresista que siempre lo asiste, cómo se puede permitir semejante felicitación oficial. Mi duda es hasta qué punto, sin darnos cuenta, somos capaces de retorcer nuestras propias palabras y convencimientos con tal de no desentonar en el bullicioso y ensordecedor cacareo internacional…

Llevo todo el día escuchando que si twitter es lo mejor que le pudo pasar al mundo. Que si esta herramienta fue la primera en anunciar la muerte de Bin Laden. Que si el periodismo tradicional debería renunciar a sus arcaicos medios con tal de aceptar como propia una herramienta cuya principal característica es la de la inmediatez.

Casi al mismo se ha produce en ese TL tan característico de tuiter una confusión inocente que desencadena un aluvión de insultos hacia alguien que sólo se parece de lejos y con la luz apagada a Federico Jiménez Losantos. La víctima es un tal Isaac Jiménez (@isaacj), que confundido, sorprendido y divertido ante la vorágine de referencias que recibe de parte de gente desconocida, decide publicar un tuit en el que recalca que no, tampoco es hijo de Trinidad Jiménez.

El causante de semejante lio es un periodista metido a tuitero a jornada completa de los tantos hay ya en la actualidad (@Pedroj_ramirez sería un ejemplo buenísimo de ello) que se llama por estos lares @iescolar y del que poco o nada cabe añadir que ustedes no conozcan de él. No hay que hacer sangre. Simplemente comete una equivocación y eso es algo que nos puede pasar a todos. Eso sí, dicha metedura de pata deja patente una cosa, inmediatez no es igual a fiabilidad.

Que un tipo decida tuitear que hay helicópteros sobrevolando su casa y que la coincidencia le conceda la chamba de hacerlo justo cuando ese artefacto está asesinando al terrorista más buscado del mundo, aún sin que él lo sepa, no justifica que por parte del resto del mundo se le tenga que otorgar a la herramienta (en este caso twitter) mayor valor o reconocimiento que el de la simple suerte.

Evidentemente si en la calle todos nos pusiéramos con un megáfono a contar lo que creyéramos que era importante, más tarde o más temprano acabaríamos dando la campanada padre. Pues lo mismo con tuiter.

…o porqué no hay que  aparcarse en ellas cuando uno no lo es.

Es curioso cómo evoluciona la blogosfera y las herramientas que la complementan a lo largo de los tiempos. Si hace unos años poner tu verdadero nombre al pie de los posts era considerado como algo poco menos que temerario, la actual invasión de famosillos, políticos y periodistas en el mundo dospuntocerista, ha traído consigo la imperiosa necesidad de asegurarse el propio nombre en tantos servicios y herramientas aparezcan, para evitar en lo posible que algún lanzado tocapelotas secuestre la marca personal que es el susodicho y se haga pasar por nosotros mismos.

Hace unos años todo eran seudónimos que escondían la verdadera naturaleza de sus raíces y ocultaban nuestra identidad para preservarla así de una horda de curiosos que pretendieran saber de uno más de lo académicamente aconsejable.

Hoy, dejar tu nombre a disposición de cualquiera en una red social, ya sea tuiter o facebook, es un error imperdonable. Y eso lo están aprendiendo los antes mentados a la carrera. Puede que muchos utilicen estas herramientas para la simple propaganda, pero siempre será mejor que la propaganda la difundas tú, que permitir que alguien en tu nombre se dedique a hacer pensar a miles de usuarios que eres tú y no él quien dice alguna que otra barbaridad.

Vía Senovilla.

Hay una corriente por esta blogosfera nuestra y por el periodismo en general apostado a sus twitters en estos momentos, que está criticando que Bildu, otra de las marcas de ETA, haya sido ilegalizada. Y hay más, esos mismos periodistas metidos a tuiteros y sus seguidores ciudadanos que también hacen uso de dicha herramienta para participar en la conversación dospuntocerista, acusan a quienes como yo celebramos la ilegalización de dicho partido terrorista de ser fachas. No es para menos.

Hay muchos que se la cogen con papel de fumar cuando de leyes, jueces y partidos ilegalizados se trata. Los mismos que decían que los jueces eran independientes cuando acariciaban la posibilidad de que éstos aceptaran a Bildu como un partido político legal, han cambiado su posición y acusan a quienes deseaban el resultado que se ha dado de fascistas, al tiempo que preguntan airados el porqué no se ilegaliza también a la Falange.

Ahora va a resultar que fue el PP quien ilegalizó a Bildu…

Bueno la noticia ya inunda los medios de comunicación y ha reportado al actual ocupante del despacho oval el aval de quien con perseverancia ha conseguido lo que otros no pudieron más que dejar a medias, asesinar al asesino de asesinos.

Alguno habrá por ahí que ahora diga que si es mentira, que si no está bien que un país civilizado organice comandos para actuar en territorio extranjero sin avisarlo previamente, que si los Americanos acaban de crear un monstruo mayor de lo que era la Yihad al haberlo convertido en mártir…

Lo que yo creo. Lo que mi corazón siente. Lo que supongo que deben ser mis vísceras pedían, era poder tener el cadáver de ese hijo de la gran puta en frente para poder escupirle a la cara, para lanzarle un zapato y estrellarlo sobre su desalmada faz, para poder desmembrarlo y dejarlo en una pradera para que las hienas se lo comieran.

Y si pudiera tener una conversación con Alá, poder pedirle que no le concediera ni una sola virgen en ese paraíso en el que seguro espera reposar, y en su lugar, cambiarlas por cien fornidos negros, de gran miembro viril, que fuesen incapaces de saciarse sexualmente y que lo sodomizaran por el resto de la eternidad sin compasión.

O al menos eso es lo que creen la mayoría de los políticos y periodistas. A las pruebas me remito. Los primeros, con un destacadísimo Presidente del Gobierno degustando canapés de bienvenida entre mitin y mitin mientras España entera sucumbe al ostracismo del paro y la inactividad laboral, se destapa con un laborioso discurso buenista de los que nos tiene acostumbrados mediante el que pretende publicitar una idea que quiere quede grabada en la mente de sus acólitos; “Tenemos que combatir una crisis que no generamos”.

Los segundos, se suben al carro de las revoluciones digitales al antiguo ritmo de quienes, como nosotros antaño, pretendimos generar las nuestras propias, y spamean herramientas como Twitter al ritmo de un hastag como #sinpreguntasnocobertura, al tiempo que otros más pendientes de lo que de ellos se dice que de lo que dicen los demás, se erigen en nuevos gurúes de la blogosfera periodística y se dedican a los tan manidos y desprestigiados decálogos que solo los necios y los neófitos aceptan aún hoy como sistemas a seguir.

Yo creo que nos toman por imbéciles. Los unos y los otros. Sin distinción. Y hasta hay algunos, muchos los tengo en el blogrroll, que se permiten el lujo de dirigirse a nosotros como si fueran de los nuestros de toda la vida. Como dice una mujer que estaría entre estos últimos que acabo de enunciar y que se llama Rosa, con enlace incluido por si de quiere dar por aludida; “Todo lo que no es noticia, es propaganda”.

Será que para algunos escribir en sus blogs también se ha convertido en una forma de vender su propia marca personal…¿No serán acaso los periodistas y políticos los comunity managers del futuro? Ja ja ja, lo siento por todos aquellos que pusieron en sus BIOS ese palabro, ya lo pueden ir borrando si no quieren que los cosan a gorrazos…

Si les contara que hay un tipo llamado Stephen Vizinczey que ha ideado a petición de un amigo suyo un decálogo con los diez mandamientos del escritor, entre los cuales en primer lugar se sitúa uno que a más de uno de esos bohemios periodistas del tres al cuarto que hoy se dedican a demonizar a las Redes Sociales (evidentemente les hablo del @Buenafuente) les debe haber sentado como una patada en el culo y que reza tal que así…

No beberás, ni fumarás, ni te drogarás.
Para ser escritor necesitas todo el cerebro que tienes.

¿Me creerían? Por cierto este suculento decálogo lo encontré gracias a Manuel Jabois.

Es curioso cómo una herramienta como Twitter, por ejemplo, puede pasar de las mayores bendiciones otorgadas por un periodista como Andreu Buenafuente a la desgracia del desprecio inequívoco plasmado en un manifiesto (alguno hay por ahí que escuchará esta palabra y tendrá un ataque onanista inesperado) en tan solo unos pocos días.

También es curioso que periodistas como él se deshagan en elogios hacia las democracias directas del norte que tantas veces ejercen su derecho de voto en referencia a cualquier cosa que se tenga que plantear en el país, y más tarde, cuando esa misma democracia directa se puede trasladar aquí no mediante el voto sino con la interacción en las redes sociales que se produce entre periodistas, políticos y ciudadanos normales y corrientes, escenifiquen mediante un victimismo exacerbado una idea en la que ellos son atacados y los demás simples borregos amparados por una cosa llamada anonimato.

Hace mal el señor Andreu en presentar un manifiesto tan ruin e ignorante como el que acaba de publicar en su blog. La verdad, me recuerda a esos posts de consejos que anteriormente abundaban en la blogosfera joven, que se dedicaban a versar a los neófitos en las técnicas para conseguir mejores audiencias y en los casos más paternales, enseñaban a utilizar las herramientas a su disposición dejando claro siempre que la mejor forma de realizarse plenamente no era apostado a la vera del teclado de ordenador que acostumbraban a aporrear, sino con los amigos de carne y hueso que antaño llamábamos para jugar.

La verdad, la lectura del manifiesto de Buenafuente me ha dejado perplejo. Hay tanta ignorancia escondida tras aquellas palabras. Tanto prejuicio embutido tras la aureola de periodista de éxito. Tanta tontería junta…

Yo me he reído. Mucho. Lo he leído dos veces. Y les conmino a que lo hagan también ustedes. A mi me recordó a uno de aquellos intentos de gurús de antaño. Aquellos que creían que escribiendo con buenas palabras descubrían verdades incontestables. Es cierto, alguno queda aún por ahí. Pero nunca pensé que el Buenafuente llegase a ser uno de ellos…