Ya saben todos ustedes que Enrique Dans no es santo de mi devoción. Es más, hasta se podría decir que me cae mal. Pero a través de un tuit de Marcelino Madrigal cazado mientras me deleitaba con una entrada suya dedicada a la ópera,  he llegado a la bitácora de un tal David Donaire en la que, aprovechando un post en el que atacaba al movimiento (recordemos que tampoco me acaba a mi de convencer éste) #nolesvotes, difama públicamente al primero con una serie de datos que éste ha documentado perfectamente, como demuestra su comentario, para posteriores acciones legales que pudieran surgir.

Creo que es necesario que todos los que escribimos en blogs tengamos presente que difamar no puede ser nunca una forma de opinión. Este señor se acaba de meter en un berenjenal de tres pares de narices. Y personalmente creo que sería necesario que la justicia, siempre y cuando el señor Dans lo crea oportuno, actuara de forma contundente para acabar con esa forma de acusación gratuita con la que algunos tan a gusto viven.

Señor David, una cosa es opinar y otra muy distinta mentir a sabiendas. En esta ocasión y sin que sirva de precedente, aquí dejo todo mi apoyo al señor Enrique Dans.

0 Comentarios:

Publicar un comentario