Escuchaba atónico esta tarde cómo @julia_otero, acompañada de @elisabeni y otros dos tertulianos, defendían ante los micrófonos de su programa de @OndaCero_es que los votos en blanco, en lugar de un castigo para los partidos mayoritarios, eran en sí mismos un apoyo explícito al partido que más votos obtuviera. Vamos que reafirmaban públicamente la falacia que tantas veces se escucha y que sorprende a este humilde bloguero escuchar de bocas tan supuestamente bien informadas como éstas.

Supongo que deberían tener estos periodistas la humildad de informarse antes de opinar tal necedad en público, haciendo que una media verdad como esa pase a ser, por haber sido escuchada de sus labios, una verdad contrastada para quienes no sienten el gusanillo de conectarse a un internet con el que alcanzar toda la información que necesitan, y aún en pleno S XXI, defienden que tan sólo con escuchar sus programas de radio favoritos, leer su prensa diaria habitual y sufrir ataques de somnolencia con los telediarios, les es suficiente para saberse bien informados.

Deberían saber estas buenas personas que cuando hablan por esos micrófonos la mitad al menos de quienes les escuchan lo hacen para informarse. Eso quiere decir que esa mitad tomará lo que salga por ese altavoz al que se conectan a diario como una verdad incontestable. Más cuando el tema que se trata, en este caso el del voto en blanco, es un concepto complicado, en el que además de la Ley d’Hondt, intervienen porcentajes circunscripcionales y decimales sueltos finales que suponen, en la mayoría de los casos, la posibilidad última de algunos partidos para conseguir una mínima representatividad en las instituciones.

El tema del voto en blanco ya lo expliqué en su día en este post que les enlazo y además incluí también el nulo y la abstención propia en su forma del no-voto, pero creo que deberíamos hacer una especie de resumen que dejara claro cómo de negativo puede llegar a ser el voto en blanco.

Ese voto en si mismo no es malo. En cierto modo es una forma de protesta que además permite al emisor el no renunciar a su derecho constitucional de participar en unas elecciones democráticas. Pero este voto tiene un problema; no tiene el sentido que la gente le da, sino el que la ley electoral le otorga. Y eso se traduce en que si bien el voto mismo no va hacia ningún lugar en concreto, lo cierto es que lo que hace es aumentar el coste en votos que necesitan los partidos minoritarios para acceder a las instituciones.

Y eso se debe a las circunscripciones electorales y el 3% que se necesita en votos para conseguir entrar en éstas. Ello conlleva que a más votos en blanco, más votos se cuentan como válidos (el voto en blanco es válido y se cuenta en los porcentajes) y por tanto más votos necesitan quienes tienen un nicho electoral escuálido para conseguir su representación.

Ese voto no afecta tanto a los partidos mayoritarios, aunque en cierto modo sí que les beneficia un voto masivo en ese sentido mientras tengan sus propios nichos asegurados contra viento y marea, por la sencilla razón de que aunque es cierto que los votos en blanco sí que se cuentan, la propia ley electoral exige que todos los escaños y concejalías que se presenten a elección se renueven y por tanto que esos votos carezcan del valor ideológico con el que los cargaron sus emisores y pasen a ser un simple complemento del tanto por ciento de todos los votos válidos sobre el que sacar la barrera del 3%.

Ello implica que aunque haya un diez por cierto de votos que no se han decantado por ninguno de los candidatos en liza, la ley los suma al tanto por ciento total de votos emitidos, con lo que alcanzar la barrera del anteriormente mencionado 3% se hace más difícil para quienes, de un total de unos 25 millones de votos emitidos en cualquier elección, tienen sólo cerca de un millón para ellos.

Es cierto que el voto en blanco favorece a las mayorías como dije Julia, pero es mentira que lo haga sólo a la de quien gana, ya que en realidad lo que hace es complicar el acceso de partidos minoritarios y con pocos votos en el conjunto de España.

Además, tiene cojones que eso lo sepa un simple camionero y Julia aún tenga entre ceja y ceja la chorrada esa de que los votos en blanco van a parar al más votado. Los tiene, además, porque ella se tiene por periodista muy informada. Ya ven, tampoco los periodistas saben cómo va esto de las elecciones ¿Cómo van entonces a sabernos informar adecuadamente?

Pd:

Recomiendo la lectura del post del voto en blanco, la abstención y el voto nulo, amén del que se refería al tema de las circunscripciones electorales y el de la Ley d’Hondt.

Son tres posts que escribí yo y que puede que les parezcan a ustedes una simplista llamada al autobombo, pero que me tomé muy enserio al elaborarlos y que creo pueden aclararles muchas dudas a quienes las pudieran tener.

Un saludo.

4 Comentarios:

    Visto lo visto.... sale mas a cuenta votar una pequeña formacion.... aunque no salga, seguro que ese voto no va a los mayoritarios..., un abrazo, Kiko.

    @kiko y es ahí cuando el dilema del voto útil toma mayor importancia. Yo desde luego soy partidario como tú del voto a los minoritarios...pero si al menos las circunscripciones no les complicaran tanto la vida a esos partidos...

    Hola Antonio.

    Gran reflexión. Ciertamente hoy en día existe una carencia de trabajo informativo en unos medios de comunicación convertidos en creadores de opinión.

    No sé si conocerás la propuesta de Escaños en Blanco.
    La idea es precisamente dar una opción a los votantes para ejercer un tipo de voto que deje claro su deseo de democracia, su deseo de ejercer su derecho al voto, pero su falta de representación o de confianza en un sistema en el que la participación ciudadana legalmente se limita a dejar una papeleta en un sobre cada 4 años.

    La forma de hacer visible a ese segmento cada vez más grande de la población es presentarse como partido a las elecciones y dejar vacíos los escaños que consigan. De esa manera no favorecen con su voto a ningún partido, es más, les restarán los sueldos y las subvenciones correspondientes a esos escaños.

    Además, al no tomar posesión del escaño no acceden a ninguno de los beneficios (sueldos, dietas, subvenciones, y cualquier otro) derivado del escaño a los que renuncian explícitamente.

    Un saludo

    Se puede hacer eso? Lo de renunciar a la toma de posesión del escaño. ..no lo tengo muy claro pero si es así desde luego que me apunto

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