En días como en los que vivimos creo que es necesario ofrecer un poco de esperanza a quienes desgraciadamente sucumben abatidos a la hecatombe de la inactividad laboral y la indecencia de las colas del paro. Y creo que esas palabras esperanzadas, optimistas y confiadas en un futuro cercano más propicio deben, por imperativo legal, salir de la boca de quien ya ha solventado el susodicho mal trago.
A ti amigo o amiga que te has ido derecho a la cola del paro por culpa de una crisis en la que nada tuviste que ver. A ti, compañero que viste cómo tu jefe se escudaba en ésta para aligerar la plantilla. A ti, amigo y amiga que viste como te volvías transparente para quienes cada cuatro años sorprendentemente te vislumbran en sus decadentes visiones electoralistas. A ti, que sin ser millonario ni cobrar primas demenciales, sufriste los daños colaterales de una bajada de los beneficios de la empresa y lo pagaste con tu despido fulminante.
Lo único que tengo que decirte y que espero que te sirva de consuelo, es que también yo pasé por ese mal trago. Que también se que volveré a pasarlo. Pero sobre todo, que se que con constancia y perseverancia lo volveré a superar.
Es cierto que cuando te ves arrinconado en esa detestable cola del INEM el mundo se te cae encima. Es cierto que pasas por un momento de debilidad en el que te sientes un fracasado. Y también es cierto que llega un momento en que dudas incluso de que puedas encontrar un trabajo. Pero no sucumbas al desánimo amigo mío. Lo cierto, lo único cierto, es que mañana volverá a amanecer.
Yo te voy a dar el único consejo que conozco y del que doy fe que funciona para poder encontrar un trabajo nuevo; Perseverar en el reparto de curriculums. Algunos te dirán que esas cosas ya no se hacen. Que la mayoría de los trabajos se encuentran a través de internet. O tal vez intenten desilusionarte con un “no te canses buscando porque no hay nada que encontrar”.
Cuando veas que alguien sostiene esa idea y te la intenta trasladar a ti, hazme caso y respóndele con un “vete a la mierda”. Yo encontré trabajo cuatro veces en tres años, en estos tres últimos años. El primero fue una sustitución de 26 días nada más quedarme en paro. En esa ocasión quien me ofreció el trabajo fue el propio INEM. No, no es mentira, fue la única vez que le vi utilidad a la mayor empresa del Estado. El segundo lo conseguí mediante un conocido. Tres meses y después de vuelta al paro.
Y pasaron siete meses hasta que un curriculum me brindó la oportunidad de volver a trabajar. En esa ocasión fue para una sustitución de seis meses. Cuando el chofer al que sustituía volvió, mis posaderas dieron de nuevo con el polvo del suelo de los pasillos del INEM. No importaba, de los casi dos años que hacía que me había quedado por primera vez en el paro, sólo había consumido unos nueve de la prestación. Algunos ex-compañeros míos, esos que decidieron darse unos meses sabáticos sobre todo, ya habían consumido casi en su totalidad la susodicha. Yo, en cambio, aún no había llegado ni a la mitad. El cuarto lo volvía a conseguir mediante un curriculum allá por el 6 de Marzo del año pasado. Y hasta hoy.
Como habrás comprobado si has leído hasta aquí, he encontrado trabajo de todas las formas posibles; mediante un amigo, a través del INEM, pero sobre todo gracias a los curriculums. Pero no los enviados a través de internet, no, sino de esos en los que uno se persona en la empresa, habla si le dejan, e intenta aparecer apetecible al posible contratador.
Antes de encontrar los trabajos hice unas cuantas entrevistas que no me hicieron merecedor del puesto de trabajo en liza, pero una cosa sí que me dejaron claro; moverse en los polígonos, dejar infinidad de curriculums y no dejar de perseverar a la hora de salir todos los días a buscar ese empleo que anhelas, es la única medicina factible para la dolencia de la que hoy eres víctima.
Así que olvida los telediarios, las encuestas, los políticos y sobre todo aléjate de los que siembren sin compasión nubarrones oscuros en tu futuro inmediato. Ponte una buena canción que te alegre la mañana antes de ponerte a buscar curro, en mi caso fue el “Mi jefe" de los mojinos escozíos y sal dispuesto a comerte el mundo de un bocado.
Porque ten por seguro que en casa, sentado frente al televisor lamentándote de tu mala fortuna, nadie, absolutamente nadie, vendrá a ofrecerte aquello que con tanto ahínco hoy anhelas. Y porque para amargarte la vida ya estás tú y para nada necesitas a los que te recuerden constantemente que el mundo está patas arriba. ¿No crees? Pues ale, ánimo que eso es lo único que necesitas querido amigo o amiga.
El mundo se divide en dos, los que dan y los que recibimos.... si, si, por ahí.
@Logio es la vida misma Logio ;)
Comparto plenamente tu visión y tu manera de afrontar las adversidades. Hay que echarle ganas no queda otra.
Un abrazo enorme Antonio :)
pd: los mojinos te alegran el día
@Yomisma77 lo aprendí a fuerza de quedarme en el paro amiga mía...
Por cierto entre esta y la de "No tienes huevos" me alegraban el día lo suficiente para envalentonarme a la hora de pelearme con los curriculums jejeje