El griterío que desde hace dos años se ha apoderado de la mayor y más dinámica de las Redes Sociales de las que hoy disponemos los ciudadanos, Twitter, ha sido convertido por nuestro subconsciente en algo necesario, que diametralmente colapsa nuestra capacidad para absorber la información que nos llega, y nos empuja hacia una lucha despiadada que nos convierte a todos en simples peones, que como en el ajedrez son sacrificados por quienes los mueven a voluntad sin que lo sepan, enfrascados en una guerra cuyos protagonistas permanecen al resguardo de palmeros, voceros y respetables personajes venidos del periodismo clásico y profesional.

Y ninguno nos paramos a pensar que tal vez las modas, los hasgtags y las quedadas dospuntoceristas, tengan como origen algo tan siniestro, y por otra parte tan evidente, como lo es el componente político que puedan tener quienes las convocan. Otorgamos a estos movimientos una autonomía que a duras penas resiste cualquier análisis sosegado que podamos efectuarles. Nos dejamos llevar por hasgtags a los que se suman infinidad de individuos que difícilmente podrán compartir con nosotros algo más que un simple tuit si escarbamos en sus idearios. Y lo que es peor, los defendemos de quienes los denuncian, atacando a quienes en su sano juicio se aventuran a publicar dichas contradicciones, convirtiendo lo que en su día fue una herramienta de comunicación, en una especializada arma de linchamiento público propia del actual S. XXI.

Esto es twitter hoy en día. Y con ello conviviremos en los próximos años.

1 Comentarios:

    Muchos creen que pulsar un botón de "me gusta" o hacer un RT ya les convierte en parte activa y los hace partícipes de una iniciativa o causa... eso no vale nada. El activismo implica mucho más, de hecho las únicas iniciativas que de verdad tienen fuerza son las que llegan a la calle (al mundo real).
    Salu2

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