Hoy en día hay muchas formas de hundir tu reputación personal sin mucho esfuerzo, entre otras cosas, porque todos vivimos esparcidos en multitud de Redes Sociales que dividen nuestro yo en infinidad de perfiles personales. Pero si hay un lugar donde uno puede mandar al cuerno su reputación, sin necesidad alguna de poner una foto suya haciendo el pino-puente apoyado en la pared del puti-club del pueblo, esa es publicando un post repugnante y deshonesto a cuenta de un pobre chico fallecido que, ¡oh curiosidades de la vida! es hijo de un ministro de Mordor (como el ínclito lo llama), de nombre Eduardo Zaplana.

¡Ay Teleoperador! ¡Cómo se te ocurrió cambiarte la medicación al escribir ese putrefacto post!

2 Comentarios:

    Bueno, he leido esa entrada y lo único que puedo decir es que como siempre he comentado sentado en el retrete, sólo que esta vez les he dejado la mierda para que se la repartan.

    @m4n010 es que da cosa solo leerlo macho...

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