ElMosquitero

Mira que ya es obsceno que se niegue, que unas armas que tu país ha vendido a cualquiera hayan sido utilizadas para matar a nadie, como para que después el presi se descuelgue con burdas imitaciones de frases célebres de grandes políticos Americanos, como aquella de...

"No preguntéis qué puede hacer América por vosotros, si no lo que vosotros podéis hacer por América".

Esa Españolización de lo que en su día, y aún hoy es un icono de nacionalismo Americano, traspasado a un país al que muchos de sus habitantes niegan tras el lavado de cerebro que han sufrido en sus respectivas CCAA, es algo que nos deberíamos de mirar muy bien.

Entre la mera imitación de un fenómeno mediático como lo es Obama, y la burda caída en el ridículo de utilizar eslóganes que ya tienen casi cincuenta años, el presi de todos los Españoles se ha decantado por la conjunción de las dos opciones y ha creado su propia caricatura.

Aquí ya es mentira el que se prometiera el pleno empleo, también que el gobierno modificara los datos para suavizar la galopante crisis que se nos venía encima, e incluso es falso de toda falsedad que se haya dado dinero alguno a los bancos.

Existen tantas cosas que parece que le entendimos mal a nuestro querido presidente, tantas expresiones sacadas de su contexto solo para hacerle pupita, tantas buenas intenciones que ninguno de nosotros hemos comprendido, que han conseguido que llegue a plantearme si verdaderamente, sus propios compañeros de partido hace unos años, acertaron al ponerle el sobrenombre de Bambi.

Parece que nuestro querido presidente intenta minimizar cualquier dato que pudiera afectar a la imagen de su gobierno.

Y para ello no duda en negar la mayor y aportar falsos datos al preguntador de ayer, al cual en plena cara espetó que solo se habían vendido armas por el valor de un millón de Euros, cuando en realidad esta cifra estaba superada, en medio millón de Euros, solo al final del primer semestre de 2008.

Pero lo peor no es que el presi no contestara con la verdad, si no la complicidad de los periodistas para con los políticos.

Ni en la mayor de las delirantes pesadillas que podamos tener ninguno de nosotros, podremos imaginarnos a un periodista preguntar de forma tan concisa y directa a un político. Es, por increíble que nos parezca, la demostración de que los políticos cuentan con la vehemencia y la complicidad de los periodistas, para espetarnos en plena cara eslóganes y rollos evangelizadores con los que quedar bien.

A un periodista no le puedes pedir que sea incisivo, que ataque los puntos flacos del entrevistado, que lo intente dejar en evidencia, que le rebusque una respuesta que lo contradiga. A un periodista, solo le puedes pedir que se deje utilizar de pasarela para la evangelización de los súbditos.

Con el programa de ayer, se demostró que son mejores periodistas la gente de la calle, que aquellos a los que Moncloa invita, cada dos por tres, a un coctel para largarles un rollo que ni ellos mismos se creen. Con el programa de ayer no perdió solo el presidente, si no la familia periodística en general.

Da vergüenza de verdad, que ni si quiera en el Congreso de los diputados se pueda llegar uno a imaginar una batería de preguntas más apropiada para un político. Ver que los únicos que son capaces de no dejarse torear por el político de turno, son aquellos que nunca más tendrán oportunidad alguna de ponerse frente a él para que vuelva a responderle a una de sus preguntas. Da vergüenza pensar, que jamás un periodista se atreverá a preguntar sobre nada de lo que se preguntó ayer.

Porque díganme la verdad amigos lectores, ¿cuantas preguntas se les quedaron en el tintero? Y otra mucho más importante, ¿Cuantas de ellas creen que serán capaces los periodistas, de tomar como propias en la próxima comparecencia ante los medios de nuestro presidente?

Ayer amigos míos no perdió Zapatero, perdió España en su conjunto.