Hace unos días una gran amiga bloguera llamada Mónica escribió sobre la vida, su vida. Hace poco le hicieron unas pruebas y como bien dice ella parece que las noticias no serán las mejores que se pudieran esperar, sino más bien todo lo contrario.

Un bulto, un pecho y unos antecedentes familiares poco alentadores, son unos muy malos compañeros de viaje para una mujer en este mundo de Dios.

Ella ha decidido alejarse de todo esto de la blogosfera durante un tiempo. Ha decidido vivir lo más intensamente que pueda su vida real, esa vida que tal como te da alegrías te retuerce el pescuezo ignorando la clemencia que pides a voz en grito. Ha decidido vivir el máximo tiempo posible junto a los suyos.

Yo hace ya tiempo que he dejado de preguntarme ¿Por qué a mí? Porque la realidad es simplemente…y ¿por qué no?. No soy una persona especial y aún así, hoy por hoy pienso que no he tenido mala suerte en mi vida.
Simplemente hay cosas que no podemos evitar, pasan y ya está, no hay culpables sino damnificados. Somos animales de costumbres y nos gusta la seguridad que nos da el que la vida no cambie. Pero cambia, y a veces de una manera traumática. ¿Y qué hacer cuando cambia? Pues adaptarse, y seguir, reinventarse, reconstruirse, seguir, porque esa es la magia de la vida.

Este es uno de los párrafos completos de su entrada de despedida temporal de la blogosfera. Un párrafo en el que se nos da una lección de vida inmensa al común de los mortales.

Un extracto de un texto que no solo la ayuda a ella ha resarcirse de la cruda realidad que la abraza, sino que también se convierte en faro luminoso que sirve de guía para quienes tenemos la inmensa suerte de mantener el mayor tesoro que un ser humano es capaz de atesorar, la salud.

Un abrazo Mónica…y mucha suerte.

4 Comentarios:

    Es fuerte, vencerá.

    Seguro que lo conseguirá, el mundo está lleno de mujeres que lo hicieron.

    Tienes razón Antonio en lo que dices de su escrito. Es un faro de luz, para apreciar eso que tan poco valoramos hasta que somos conscientes de que podemos perderlo. Mucha suerte a tu amiga Mónica, seguro que la tendrá!

    Seguro que la tendrá Luna.

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