…o al menos donde debería estar.

Nos hemos acostumbrado a escribir en las Redes Sociales todo lo que hacemos. A hacer partícipes a todos de todo cuanto acontece en nuestras vidas en tiempo real, y a ello lo hemos denominado nuestro time-line personal, obviando que al hacerlo el adjetivo de ‘personal’ ha perdido todo su significado práctico y lo hemos transformado en su contrario más absoluto.

Aunque los dueños de Twitter se deslomen día sí y día también en asegurar que su criatura, Twitter, no es una Red Social, sus usuarios se empeñan en utilizarla tal cual, haciendo caso omiso de quienes, desde la barrera, decimos una y otra vez que no todo tiene porqué ser contado a todo el mundo.

La privacidad de la que somos acreedores se diluye en nuestro time-line con cada twit, cada publicación de una entrada en un blog personal, o cada subida de una fotografía al facebook. Cuando decimos que estamos en la T4 esperando el avión, no sólo se lo decimos a quienes queremos que lo sepan, se lo decimos también a quienes desde el anonimato reciben nuestras actualizaciones diarias en todas las Redes Sociales a las que estamos suscritos.

Pero lo peor que puede ocurrir en una cosa como esta es que un tipo, que está encargado de dar los vistos buenos para las ejecuciones de presos en Estados Unidos, pierda la cabeza y se decida a publicar en su Twitter que acaba de decirle al Director de Prisiones que puede proceder a ejecutar a uno de los reclusos.

tweet-ejecución-utah-534x359 Como dice Fernando, antes de decírselo a él, antes de hacerlo a sus familiares, antes incluso de comunicárselo a las familias de sus víctimas. Usuarios anónimos, que nada tienen que ver con toda esa gente, han sabido antes que nadie que ese preso iba a morir. Usuarios que nada tienen que ver con el departamento de justicia.

Un anuncio de una ejecución que ha sonado más a una quedada para tomar café en un bar.

Ahí justamente no es donde está el límite, sino donde está el abismo de la inmoralidad y el desprecio a la privacidad de los demás. El límite, supongo, debe estar muchísimo más cerca. Más o menos lo deberíamos situar justo en el momento en el que nuestras actualizaciones afectan a la privacidad de los demás. Cuando nuestras actualizaciones no hablan sólo de lo que nosotros vamos a hacer, sino que incluyen, aunque sea solo de refilón, las cosas que terceros van a hacer con nosotros.

Sin duda, ese twit de Mark Shurtleff será el más desafortunado que nunca se haya escrito. Y la ofensa que ha generado no podrá nunca ser superada por ningún otro.

4 Comentarios:

    Muy desafortunada su actitud, la verdad.

    Suelo leer mucho y estuve en una red social en donde a veces se originaba algún problema que otro, por la publicación de fotos en las que aparecía gente que no quería aparecer. También por los/as que se peleaban por los amigos...las personas que son tipo "este amigo es mío y no lo comparto" y salen a relucir los "cuchillos jamoneros de palabras".
    Y las mujeres que cuando se enteran que su "amigo virtual" tiene novia y comienzan a meter baza...uufff...esas también las he sufrido...por eso me gusta mantener la privacidad....pero a veces no hay manera, la gente se entera.

    Hay de todo en la viña del señor (y disculpa que hoy esté religiosa..jeje) pero la libertad de cada uno termina donde comienza la de los demás y en las redes sociales, más que más...hay que ir con pies livianos.

    Muy cierto Marita. Y eso de los amigos míos y de nadie más es algo que todos hemos sufrido en esto de la blogocosa jejeje

    Si, desafortunada la actitud, pero mas la sentencia, no es posible que en el s. XIX se vengue un crimen con otro crimen.

    Realmente ha estado muy mal.

    Todo recluso o prisionero tiene derechos y entre tales que se le notifique las sanciones sea a través de sus representantes legales o autoridades pertinentes, pero que se entere el mundo cibernético primero que él interesado en tla cuestión, es un error inadmisible además de las faltas de ética, de lógica sustentada, de principios o / y reglas sociales y demás esta señalar la falta de legalidad en tal, a su vez ha abundado en falta total ala integridd de la persona sancionada.

    y por sobre manera respetar tanto a sí mismo, porque quién no se respeta así mismo no ha de poder hacerse respetar y por ende menos respetar asus semejantes.

    El respeto, las buenas formas de decir, y la cortesía no quita valía a nadie es mas le engrandece como ser, persona y como ciudadano de su tierra y habitante del mundo.

    Muy buen post!

    Invitoa pasa r por mis blogs , todos ellso son culturales y setratan con respeto , eduación, cortesía y alegría a tdo el que por él pasa.

    Le saluda con distinción
    María del Carmen garcía Lombardía
    RRPP - Maestra en Ceremonial y Protocolo- Escritora, Artista Plástica - Docente.

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