mariano y alfredo

Democracia Española: Ni la mitad de los ciudadanos Españoles, 48%, está dispuesto a dirigirse a las urnas en estos momentos. De esa casi mitad que está dispuesta ha hacerlo, sólo la mitad de ellos, 52%, votarán a Mariano o a Alfredo. Utilizando unas matemáticas básicas de primaria, nótese la ironía si es usted profesor, estos dos partidos juntos tendrán únicamente el apoyo de una cuarta parte de la población. Ni hablamos ya de lo que representan estos adalides de la gran política por separado. Y ni nos enfrentamos al absurdo de comparar lo que suponen sus porcentajes de aprobado…

botin

Accionariado del Banco Santander: Estamos acostumbrados a tomar a Emilio Botín como dueño y señor del Banco Santander. Os sorprendería descubrir que juntando todas las acciones que posee la familia del susodicho tan sólo suman el 0’768% del capital de la entidad financiera. 0’768%. Para hacernos una idea de lo que ello supone, baste con referirnos a que Luis del Rivero fue noticia por entrar en el accionariado del banco con un irónicamente ínfimo 0’01%. Irónico digo porque ese porcentaje tenía un valor aproximado en su momento de 6’17 millones de euros.

A veces las matemáticas no funcionan. Pero…¿Qué pasaría si mañana todos los accionistas del Santander se presentaran en una junta general para votar con sus acciones? Posiblemente esos porcentajes dejaran de tener el poder que ahora ostentan. ¿Y si trasladáramos esa posibilidad a lo de Mariano y Alfredo? Ya. Dejemos de soñar…

Datos sacados de Labolsa.com, Europapress y elconfidencial.

He descubierto que pocas cosas son más complicadas que plasmar negro sobre blanco lo que uno cree. Lo he descubierto leyéndome a mi mismo. Dándome ese miedo terrorífico que antes me infligían opinadores y periodistas contrastados, que como yo sin saberlo, vomitaban consignas sectarias para las orejas agradecidas que abrazan sus dictados sin la menor intención de someterlos a juicio alguno. El post anterior de este mismo blog es un claro ejemplo de ello.

Haciendo un repaso por los posts y artículos que últimamente más me han gustado, he descubierto también que suelo rehuir precisamente aquellos que se asemejan a los que he acabado escribiendo. Ya saben, artículos que dejan a un lado el argumento y centran el tronco de los mismos en la aseveración sin paliativos simples consignas unas veces acertadas, otras fallidas y hasta demagógicas.

Me han gustado sobre todo aquellos que han prescindido de la víscera para dar forma a sus textos. Aquellos que ni por asomo se podrían resumir son la simple amputación del artículo entero mientras se salvaba la primera frase. Esa frase demoledora que no admite el no por respuesta y que ni por asomo acepta la duda. Me han gustado aquellos artículos que han desarrollado una idea dotándola de fondo, de argumentos y que no han pretendido que sobre ellos se edificara un estado de opinión.

Opinar es sencillo. Uno suelta para esa boquita lo que le parece oportuno y es tarea de los demás atenderlo o no según sus gustos, ideas o principios. Otra cosa diferente es que esa opinión acabe superando el linde del analfabetismo y pase a convertirse en parte contratante de lo que otrora se dio en llamar debate ciudadano.

Lo del debate ciudadano me lleva a reflexionar sobre aquello de la conversación dospuntocerista. ¿Recuerdan aquello de que los blogs eran conversación? ¡Quién nos ha visto y quien nos ve! Ahora la conversación ya no está por estos lares. Los blogs han cambiado los comentarios por “retuits”, “mas unos” y “me gustas”. Hemos sustituido la sutileza de la exposición de una idea, por un vomitorio taquicárdico azul celeste que convierte nuestros posts en algo ínfimo que se mantiene a la vista tan sólo el tiempo que necesite el “time line” de cualquiera en hacerlo bajar por la pantalla hasta su desaparición. Yo el primero, lo reconozco.

Y en estas ha llegado google y nos anuncia que elimina la herramienta maestra de cualquier bloguer; Google Reader. Si algo hay que podía salvar la conversación en los blogs era precisamente eso, la mantención del lector de feeds por antonomasia. La certeza de que los posts de los lugares que tú elegías como guía para tu lectura diaria estaban a salvo en tu Reader era tranquilizadora. Cierto, hay más lectores de feeds, pero es que lo de google puede convertirse en poco tiempo en el tsunami que liquide definitivamente una forma ancestral de seguir las actualizaciones de nuestros lugares preferidos. Y ahí lo dejo.

Por cierto, no deja de resultar curioso el advertir que tras toda una vida huyendo de depender principalmente de una empresa como Microsoft, hayamos acabado dependiendo de otra como Google. Ya saben, mi correo, mi blog, mi Drive y hasta mi Android de Samsung dependen de una misma empresa como anteriormente lo hicieron mi Live Space, mi Hotmail, mi SkyDrive, el Windows o el propio WLW desde el que les escribo.

Y esto último nos brinda una lección que haremos bien en guardar a buen recaudo;

No es suficiente con huir de algo que no nos gusta, además hay que aprender a mirar hacia delante para identificar los síntomas que nos revelen que volvemos a caer en el mismo error del que huimos en un principio.

Estamos oyendo hablar de la intervención en Chipre ¿verdad?…pero ya no se habla de la intervención a España

Pocas intervenciones políticas resumen, con mayor claridad y concisión, los motivos por los que en España los ciudadanos comenzamos a comprender que sólo la escoria putrefacta de la sociedad se ha izado con las riendas del poder y la representación políticas. Hay que ser insensible, frío, incauto, crédulo y simplón para, en la era de la comunicación global y la dictadura de los hagstags, se pretendan victorias dialécticas a corto sin importar que las mismas se basen en banalidades.

No se cómo nuestros políticos salen perfectamente peinados por la mañana al salir de casa. Yo en su lugar no sería capaz ni de mirarme en un espejo.

Estaba el bueno de Manolo esta mañana dando paso a los oyentes de su programa matinal en RNE cuando una señora, seguramente concienciada de la premura que necesitan dichas intervenciones populares para no convertirse en alegatos a la vergüenza ajena, ha convenido en abreviar de tal manera su más que rumiado mensaje, que ha acabado por convertirlo en una pregunta retórica que poca o ninguna aclaración debería necesitar, salvo, y he aquí lo curioso del tema, que el propio Manolo advirtiese en voz alta un “que alguien me lo explique” que creo yo no ha sido más que un pensamiento convertido en verbo de forma involuntaria y que ha intentado cortar sin éxito dado que el micro, ¡oh dichoso micro! se encontraba en plenas facultades de funcionamiento.

La señora, de la que no recuerdo el nombre, ha solventado de un plumazo toda la problemática que sobre este país sobreviene con una sencilla pregunta retórica, establecida intencionadamente sobre los pilares del opio del pueblo y su más que demoníaco eje del mal, al más puro estilo GeorgeBushiano, que en el caso que nos ocupa y por el país en que habitamos no es otro que el que diametralmente une Madrid con Barcelona, y al cual se ha referido trasladándolo metafóricamente a la política con un esquemático y conciso:

Mientras todos los Madridistas mantengan a capa y espada que Ramos no hizo penalti y todos los Barcelonistas defiendan justo lo contrario, así nos irá al país

A un servidor Don Manolo esta frase, que ya se que no es literal puesto que la reproduzco de memoria, le viene a decir que pocas cosas podremos sacar en claro en este bendito país mientras, ante un hecho comprobable, seamos capaces de defender unas posturas u otras aún cuando nuestras conclusiones erradas entren en conflicto con la verdad verdadera. Y eso es a lo que juegan mayoritariamente hoy en día periodistas, medios de comunicación y aparatos políticos varios en su proceso de borreguización ciudadana.

¿Porque, y ahora inquiero a todos los periodistas que amablemente puedan acabar por leer este decrépito blog de camionero, me quieren decir ustedes que han decidido trasladar a su oficio la paradoja del gato de Schrödinger y han optado por meter en la caja a la “verdad” a la espera de que la ciudadanía elucubre sobre ella mientras se conforma con una hipótesis que nada les soluciona esperando ingenuamente que a ningún iluminado se le ocurrirá levantar la tapa de la misma para conocer de verdad la verdad sobre la que tantas mantas y cortinas de humo ustedes ayudan a interponer?

Yo les creo más listos. Más viendo lo que ese tipo de periodismo ha ayudado a crear en Italia. ¿De verdad quieren ser co-partícipes de un movimiento populista y desorganizado como el de las cinco estrellas de Beppe Grillo? Sepan que están muy cerca de conseguirlo. Y cuanto más se empecinan por teorizar sobre la verdad, más cerca nos arrastran a todos al precipicio de la desafección, la radicalidad y la asunción de simplismos que expliquen los complicados procesos económicos que rigen nuestras vidas.

La externalización u outsourcing se puede definir como aquella estrategia empresarial dirigida a obtener ventajas competitivas de primer orden o de rango superior (I+D+i) y/o de segundo orden o de rango inferior (menores costes salariales) mediante la contratación de servicios para la empresa en el exterior de la misma. vía economyblog.

Se ha hablado mucho sobre ello en estos meses y creo que estaremos de acuerdo en que la idea de nuestros gobernantes va más encaminada a la segunda acepción que cita el bueno de Rafael Pampillón que a la primera. Ayer, mientras veía el documental de Michael Moore sobre la sanidad Americana me dio por pensar en la cantidad de servicios que, sin darnos cuenta, hemos acabado externalizando en la Sanidad Española sin que ello nos haya supuesto problema alguno. Algunos ejemplos claros de esto son las farmacias, la ambulancias, los dentistas o los propios oculistas.

Mientras veía el documental y contemplaba el tono irónico que Michael utilizaba para insinuar que los Americanos residentes en países como Inglaterra o Francia lo engañaban al referirse a la susodicha gratuidad, no pude más que enorgullecerme por habitar en un país en el que dicha sanidad me estaba asegurada. Pero aún así, la pregunta recurrente que Michael se hacía a sí mismo, esa en la que se refería a quien pagaría dicho gasto, la misma que tan pobremente quedó contestada con un simplista “los ahogan a impuestos”, me hizo pensar en lo desorbitada que en realidad era la cifra del gasto farmacéutico. Y entonces me pregunté porqué un día hubo la necesidad de ofrecer a los farmacéuticos la posibilidad de hacer negocio con nuestros medicamentos.

Recordemos en este punto la huelga que hicieron las farmacias debido al impago referente a los medicamentos que ya habían sido expedidos con antelación. Hasta cierto punto yo mismo estaría a favor de la misma. El conflicto hizo que el Ministerio se preguntara si no había llegado la hora de ponerse manos a la obra con la liberación de las farmacias. Ya saben, eso de externalizar lo externalizado eliminando los privilegios de un gremio y ofreciéndoselos al resto del mundo por igual. La propia María R. Sahuquillo lo explicaba muy bien en su artículo para El País titulado la farmacia en el Supermercado.

Pero es aquí donde hay que hacerse las preguntas precisas. Por ejemplo, ¿qué es lo que buscamos, que todos puedan hacer negocio o que la sanidad sea sostenible? La liberalización de las farmacias tan solo tendría un efecto limitado y temporal en el propio gasto. Habría más puntos de venta pero, y aquí viene la segunda cuestión, todos tendrían posibilidades de negocio a costa de los medicamentos que necesitamos para sanarnos. Y como han demostrado los diferentes oligopolios tanto petroleros como energéticos, la competencia a la baja nunca ha sido el fuerte de las grandes empresas, sino más bien al contrario.

Así las cosas, ¿porqué no optar por la tercera vía? Imaginemos que ya nadie puede hacer negocio con los medicamentos que el médico nos receta. Pongamos que decidimos que en todos los Hospitales y Ambulatorios colocamos una ventanilla desde la que sencillamente se nos proporciona la dosis exacta de medicamentos que el médico nos ha recetado. Fantaseemos con la posibilidad de que en lugar de las Farmacias fuera el propio estado quien pagara los medicamentos a coste de fábrica. Sopesemos la diferencia de precio que ello supondría para el ya mencionado desmesurado gasto sanitario…

Tal vez sea que la cuestión no es externalizar o no, sino sencillamente des-externalizar lo que nunca debió quedar en manos de ningún gremio.

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Así nace un camionero

La vida a menudo tiene estas cosas. A veces es más aconsejable echarse unas risas que  rasgarse las vestiduras que tal vez debieran durarte lo que queda de invierno. No hay Viernes que no nos traiga una sorpresa, tanto laboral como política, que nos acabe amargando el fin de semana. Y servidor ya se cansa de tanta mierda semántica Catalana, Española y mediopensionista.

Así que riámonos un poquito…¿Sabes cómo nace un camionero?¿Te lo preguntaste alguna vez? Aquí te dejo la respuesta…espero que lo pases de miedo este fin de semana amigo lector/a.

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