El Lunes salí de casa para el trabajo y mi jornada laboral ha acabado hace escasamente dos horas y media. En este tiempo no he escuchado nada de pederastia, ni de @amordazados, ni de webs pro-Ana y Mía, ni tampoco de blogosferas, Spacesferas, o mierdasferas que valgan.
Es extraño, puesto que una vez uno se ve obligado a desconectar de este mundillo cibernauta-blogosférico, se ve incapaz de poder aportar nada que realmente pueda llegar a interesar a los posibles lectores. Es como si una vez visto este mundo desde la distancia, uno se diera cuenta de que todo cuanto pudiera decir ya hubiese sido dicho con anterioridad por otros. Uno cae en la cuenta de que los otros, los lectores y autores de otros blogs, le llevan a uno una seria ventaja en lo que al interés mediático-blogosférico se refiere.
Yo podía hablar hoy muy bien de la Nevada que me pilló de improvisto en Granada, en concreto en el Área de Servicio de El Dólar, sita en la ciudad de su mismo nombre. Podría explayarme en describir cómo puede uno llegar a enfadarse cuando un puerto de montaña como el de La Mora se queda cerrado por una nevada, cuando estamos hablando no del puerto de Cárcer de Valencia, sino de un puerto de montaña de una famosa sierra que como su nombre indica siempre está nevada. Y ante una nevada aislada el puerto se cierra.
Podría hablar de cómo pasé mi primera noche en Dos Hermanas, cómo de bien me comí mi medio bocadillito de jamón con tomate para cenar en un bar de la entrada, o de lo tranquilo que dormí sabiendo que a veinte metro de mi había familias enteras durmiendo en sus acolchadas y calientes camas. Si, esa sensación de hace reconocible cuando lo que normalmente tienes a tu lado son decenas de camiones con las calefacciones encendidas en plena nevada mientras ignoran que al día siguiente, cuando decidan continuar camino, verán sus pasos cortados en seco en plena autovía porque el puerto por el que tenían que pasar está cerrado por nieve…
Podría también hablar en tono jocoso de cómo uno puede llegar a Córdoba, pedir señas para llegar a un polígono, y que el interpelado, pagado de si mismo, te diga que tan solo tienes que cruzar el Puente de Andalucía. Como si yo, Valenciano de pro, supiera que existía un puente con ese nombre. Es más, como si fuera capaz de reconocerlo a primera vista.
O de cómo puede ser que uno pregunte por otro polígono en Sevilla y el gachó se despache con un “coge dirección pa Málaga y ya te saldrá la señal”. Vamos, que perdido como estaba, servidor sabía pa donde podía quedar Málaga…
Y también podría hablar de la mala leche que tienen algunos para nombrar a los polígonos. Vamos que ya me ves a mi llamando de todo am mi jefe porque me ha dicho que en el polígono Nuevo de Jaén estaba la empresa que buscaba, cuando el pobre gasolinero que me atendía a la súplica de que me hiciera un croquis y me dijera el verdadero nombre del susodicho, se queda mirándome fijamente y me dice, ‘no, es que ese polígono se llama así, Nuevo Jaén’.
¿Lo ven? Siendo como es que ya no puedo estar en todos los fregaos de la cibercultura blogosférica, comprenderé que decidan dejar de venir por aquí. Yo intentaré poner en orden mi vida y dentro de un par de meses conseguiré animarme a comprarme un usb para llevarme el portátil conmigo. De momento solo les puedo dar eso, cuchicheos, quejas y barrabasadas de camionero.
Eso sí, les digo que vengo contento. No saben ustedes la salud que da el poder trabajar jejeje.
Mañana más, que la mujer me espera desde el Lunes y no creo que deba hacerla esperar ni un minuto más. Un beso y un abrazo para todos. Ahora repártanselos como buenos amigos y no discutan. Al menos espérenme hasta mañana para comenzar.
Da gusto verte radiante y feliz y además de camionero.
Cuídate y ya sabes, hay vida fuera de la blogosfera.
Un abrazo.
Si te pilló en El Dólar aún tuviste suerte, ja, ja.
Suerte tuviste de que no te enviaron a Gerona.
¡Ah! Como he disfrutado en esta ocasión de tus cosas de camionero. Es más Antonio, cuando te compres ese USB y te lleves tu portátil y puedas escribir en tus pausas... yo te pediría que siguieras contando cosas del camión.
De verdad, he disfrutado la lectura. Un abrazo
jajaja, ya veis, esto de escribir del camnión tiene pocos misterios y los temas son limitados: atascos, accidentes y nevadas...jajaja
Si que estoy feliz Senovilla, además rtengo la cuerte de que realmente la empresa es de las buenas, con muy buen rollo entre compañeros y esas cosas. No se, tal vez dentro de mi mala suerte acabe debiendo aceptar que en realidad no es tan mala como la creía.
Lagio y Fermin, para mi primer viaje ya tuve bastante con Granada jajaja
Buenooo... ya sólo contando las cosas que ves desde el camión... y si le añades una fotillo que otra... a miles vas a tener lectores. Me sé yo de un par de blogs de taxistas que hacen furor. ;)
Puede ser Ángel, puede ser...no lo había pensado jejeje.