El día en que me dijeron que me pasara por la empresa para hacer una entrevista de trabajo, ya fue el día más feliz del año. El día en que me dijeron que me aceptaban y se decidían por mi para trabajar pasó a ser entonces el primero. El día en que me puse tras el volante por primera vez en esta empresa, o sea el Lunes, se convirtió de nuevo en el día más feliz del año. El siguiente día, por descontado, ha pasado a ocupar el lugar del anterior. Y así me ha ido pasando sucesivamente a lo largo de toda esta semana, cada día se ha convertido en el más feliz del año. Será la alegría que da el tener uno, pero no puedo evitar sentir esa sensación maravillosa que es el vivir cada día como si fuera el más mejor del año.

Pensando en estas cosas estaba cuando me acordé de aquella entrada que escribía hace ya más de año y medio. Sí aquella en la que os decía que tenía el mejor trabajo del mundo. Sinceramente, en estos momentos veo que me equivoqué al decir aquello, ya que en estos momentos el que hoy tengo sí que es el mejor trabajo del mundo. Pero no solo eso, es que hace casi un año, cuando entre a trabajar en mi antiguo empleo de sustitución que me duró seis meses, también llegué a pensar exactamente eso. Es curioso, pero cada vez que he tenido que comenzar a trabajar en algún lado, éste se ha acabado convirtiendo en el mejor trabajo del mundo.

Es ilógico lo se, pero no lo puedo evitar.

Se ve que debo ser adicto al trabajo. O tal vez sea que reconozco lo desvalido que me siento cuando carezco de uno. Tal vez servidor de ustedes sea incapaz de vivir en el paro por propia voluntad. Y digo por propia voluntad porque conozco de primera mano a ex compañeros y amigos que ante su despido no vieron una tragedia, sino más bien una puerta abierta de par en par con indemnización para vivir dos años de vacaciones pagadas. No todos lo hacen, pero sí hay muchos cuya primera intención es intentarlo.

Podría venir alguno a decirme que eso no es cierto.

Lo malo es que no puedo compartir esa opinión. De nuevo he vivido este caso en mis propias carnes. Tengo un vecino que lleva en el paro más de un año. Durante todo el tiempo que he estado buscando trabajo por los polígonos solo vino conmigo dos veces. Y las dos se negó a dejar curriculums en algunos sitios porque decía que no eran empresas grandes y que por lo tanto querrían aprovecharse de nosotros en el sueldo.

Yo le ignoré y en todos los sitios dejé curriculums. Incluso para ir detrás de los camiones de basura, trabajo éste tan digno como cualquiera. Y aquí viene la prueba de ello.

Este chico tiene familia, un niño de un par o tres de años. Antes de ayer subía yo de Sevilla para Córdoba con el camión para hacer un reparto cuando me llamaron al móvil. Era la empresa de recogida de basuras a la que le interesaba que trabajara con ellos y que me prometían ponerme un camión para mi en el futuro, aunque de momento el comienzo debería ser detrás, recogiendo manualmente la basura. Les dije que no era posible, que ésta era la primera semana en la que tenía trabajo y que lo sentía. Que declinaba la oferta…

Y en ese momento me acordé de mi vecino y le dije que tal vez un vecino mío sí que podría estar interesado en la oferta, así que le prometí enviárselo al día siguiente a la oficina y allí se quedaron tan contentos. No me tenían a mi, pero al menos sabían que yo les enviaría a otro.

Cual ha sido mi sorpresa cuando esta mañana me han llamado para decirme que por allí no ha aparecido nadie. Un tipo con mujer e hijo, parado de larga duración, sin expectativas de encontrar trabajo a la vista, ha declinado ir a ofrecerse a un trabajo seguro tan solo porque se cobra muy poco.

Yo la verdad, nunca he preguntado en una empresa cuanto iba a ganar antes de comenzar a trabajar. Primero he preferido que me dieran el trabajo. A tiempo de dejarlo uno siempre está si no le convencen las condiciones…pero negarse a trabajar cuando tan difícil está el que simplemente te ofrezcan uno es ya el colmo de los colmos.

Será que servidor de ustedes es un tanto rarito. Yo prefiero un trabajo muy mal pagado a estar en el paro indefinidamente. No sé, será que de pequeño me caí demasiadas veces de cabeza de los brazos de mi madre…

Por cierto, me voy a trabajar que entro a las tres y media.

Y recuerden, la semana que viene vuelvo para Sevilla. En concreto creo que uno de los repartos es en el polígono de los Palillos, por si os pilla cerca, y seguramente llegaré allí el Martes…así que poned a buen recaudo las carteras jejeje

7 Comentarios:

    Anónimo el 12 de marzo de 2010, 22:43 dijo...  

    Creo que una cosa es establecer tus fronteras o límites con las expectativas, cada quién con las suyas propias, y si un trabajo o unas condiciones no las cumplen, negarse a cogerlo y seguir buscando. Eso es una actitud valiente y muy respetable.

    Si no se quiere trabajar sino aprovechar el paro. Pues bien. Allá cada uno. Supongo que igual no siente curiosidad por el mundo, que le basta con ir de "muerto en vida", dando tumbos, sin expectativas ni sueños. Pero es su decisión. Libre. No la critico.

    ¡PERO SI ENCIMA SE QUEJA! Entonces sí que es para darle dos collejas. Si hay algo lamentable en una persona es que tome una decisión sobre su vida y luego se queje por esa decisión poniendo excusas.

    Gente pá tó ufffffff

    Bueno tu a lo tuyo y a disfrutar, pero ya sabes que eso de dar la cara por alguien...ya tienes que esta muy seguro y aun así no se yo.

    Por Málaga no vienes????

    Avisa que yo en vez de esconder la cartera te invito a un café jajaja

    Feliz fin de semana!!!

    Besitosss

    Con lo que cuentas de tu vecino, muchas veces la gente se cierra caminos por su propio gusto. No se arriesgan. Como están los tiempos, quisiseran muchos que cualquier empresa de aproveche de nosotros, mira que para no estar haciendo nada.

    Bueno yo lo que digo es que para estar parado es mejor estar trabajando malpagado. Puede que Ángel tenga razón y la entrada quede un tanto fuera de lugar en ese aspecto.

    Eso sí, debo decir que yo he tenido en dos meses cuatro entrevistas de trabajo y con ésta dos ofertas en firme para trabajar...él en un año entero no ha tenido ninguna.

    Habrá sido suerte o no, pero creo que la forma de elegir los lugares en los que dejar curriculums tendrá también algo que ver...Ser demasiado selectivo no ayuda nada de nada a tener más posibilidades de encontrarlas.

    Por cierto Mar, creo que esta semana no pasaré por Malaga. Me quedo en Sevilla, Granada, Jerez y Cordoba. pero según he entendido creo que la semana siguiente hay que pasar por Malaga...así que ya os aviso si acaso jajaja

    Hola Antonio..

    Que bueno que tengas trabajo, nunca estuve en el paro y toco madera para que eso no suceda, no podría estar en la casa sin hacer nada, y pienso que si no me saliera un trabajo de lo mio, me pondría a trabajar de lo que fuese, pues no se me caen los anillos, por limpiar.

    Si pasas por Madrid, no te olvides decírmelo, me encantaría tomar un café o cervecita contigo, será todo placer, estoy segura..

    Un abrazo amigo, mucha suerte y sobre todo, mucho cuidado.

    Anónimo el 13 de marzo de 2010, 22:54 dijo...  

    Yo creo Antonio que ha sido 90% de actitud y 10% de suerte. Un 10% de suerte bien merecida y trabajada con ese otro 90% de iniciativa y ganas. :)

    Balovega si paso por allí tranquila que te pego un toque jejeje. Me voy a jartá de cervezas a este paso jajaja

    Cierto Angel, yo creo que incluso subiría lo de la suerte a un 40% jajaja

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