Muchas veces escribimos pensando en lo que de nosotros dirán y opinarán los pocos lectores que nos visitan a diario. Si tenemos suerte, en realidad mucha suerte, sabremos de primera mano vía comentarios si lo que nosotros dijimos les gustó o dejó de gustar. Si ya tenemos el colmo de los colmos de las suertes, podremos debatir con ellos sin miedo al enfrentamiento venenoso que provoca la discrepancia hostil y podremos llegar o no a consensos que puede que se acaben suscribiendo gracias a un pacífico ir y venir de ideas.

Huellas en la arenaPero , siempre hay un pero, olvidamos que con cada pulsación de teclado que imprimimos en nuestros blogs y Redes Sociales, hasta los que menos interés tienen por dejar aquí una huella palpable para futuros visitantes, acaban sucumbiendo a la transcendencia que un día, tarde o temprano, acabarán teniendo sus palabras escritas en este inmenso muro digital.

Da igual que al firmar tus twits, tus entradas del blog o tu perfil de cualquier Red Social, utilices tu nombre verdadero o no. La realidad es que todo cuanto decidas compartir con el cibermundo se entretejerá en un conglomerado de información que los urbanitas de este ciberlugar vamos construyendo poco a poco. Siempre acabará apareciendo alguien a quien lo que tú compartiste un día le sea de utilidad.

Así que recuerda, todo lo que puedas decir aquí tiene su trascendencia en la vida real. Da igual que no lo pretendas o que no fuese esa tu primera intención, a alguien, en algún momento de su vida, le importará lo que tú un día decidiste postear.

Así que amigo mío, haz tuya este reflexión y confía en la gente. Aunque ésta un día sí y otro también acabe defraudándote. Aunque los demás no lleguen a hacer lo que se supone que esperas que hagan. Aunque pueda parecer que siempre andas peleado con el mundo porque no te entiende.

Tanto tus huellas como las de cualquiera de nosotros serán seguidas algún día por otros que busquen su camino. Ellas permanecerán medio invisibles en este inmenso desierto digital con una única finalidad; convertirse en guía de quienes sí vean en ellas una dirección fiable hacia donde realmente deseen ir.

6 Comentarios:

    "Caminante, no hay camino
    se hace camino al andar"
    decía Antonio Machado en sus célebres versos, cada cosa que hacemos o decimos marca el paso siguiente sea nuestro o ajeno y aunque no lo notemos dejamos huella sea grande o pequeña, pero huella al fin.
    Un saludo y feliz semana.

    Feliz semana Marita. Y lo mejor es que con este tipo de reflexiones, uno se enfrenta al comienzo de semana con un renovado optimismo del que buena falta les hace a muchos contagiarse jejeje

    Quiera Dios que algún día encuentren mis estúpidos escrito y digan que en verdad sirven para algo.

    Hola Antonio...

    Todos de una forma u otra dejamos huella en la vida, y siempre es bueno creer y confiar en las personas, aunque hoy día el confiar sea difícil.

    Un abrazo y mucho cuidado en la carretera,

    Anónimo el 11 de abril de 2010, 18:56 dijo...  

    Es verdad, aún cuando creamos que nadie lea lo que escribamos siempre habrá alguien que lo haga, especialmente en temas que aunque parezcan intrascendentes sean un aporte a la red.

    Ojalá todas las personas a las que les agrade lo que leen dejaran un comentario, pero no es así, creo que de cada 100 personas que navegan en un lugar solo una se detiene para escribir agradecida o indignada, sin faltar claro aquellos que dejan su huella para promocionar algo.

    Bueno ciertamente si todos los que leen escribieran comentarios esto se convertiría en un calvario jejeje

    Yo creo más en realizar posts que enlaces con aquello con lo que estamos de acuerdo más que en centralizar toda una conversación en un solo post de un solo bloguer. Al hacerlo así conseguimos que todos los participantes en las conversaciones adquieran una especie de relevancia que los haga reconocibles para los demás.

    La otra forma, la de los comentarios, solo hace visible un blog...nada más.

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