Un año negro es lo que la lectura diaria de las noticias nos puede ayudar a prever. En lo que han durado dos latidos del corazón del feed de Europa Press han aflorado sendos dos soplidos, Isofotón y Edesa, que conforman la realidad de un país roto por la inseguridad laboral. Yo mismo lo he vivido en mis carnes este año otra vez. No quedarme sin trabajo, pero si convivir con la incertidumbre de saber si vas a cobrar al mes siguiente. Es desolador saberse tan desprotegido. Y terrible comprobar que no se es el único que padece de ese mal. Ni siquiera entre la familia.

Cada vez más, esas Navidades llenas de ojos iluminados por la ilusión de unos niños que esperan ansiosos sus juguetes pierde fuelle para decaer en otras en las que esos mismos niños maduran prematuramente, se convierten a pasos agigantados en adultos y pierden la oportunidad de experimentar la fantasía de un mundo sin preocupaciones. Lo veo a diario. Niños que hablan del dinero como si de bob esponja se tratara. Niños que en su prematura madurez resuelven categóricamente que no necesitan de regalos para sentirse especiales. Y a su lado padres, que rotos por el dolor, agradecen esas frases con unas lágrimas que no logran eliminar la rabia de saber que con ellas se esfuma la poca magia navideña que quedaba en sus hogares.

Supongo que es la crisis. Pero maldita sea la crisis.

2 Comentarios:

    De una u otra forma, los niños siempre son los grandes perjudicados como sabes. En estos últimos dos años yo también he visto en mi entorno casos
    que te parten el alma.
    A pesar de los pesares... Felices Fiestas, D.Antonio.
    Mis mejores deseos para ti y los tuyos para este 2014 que llega.
    #Ánimo, Antonio.
    Un abrazo desde Asturias.

    Es triste verlo amigo. Y angustioso. Feliz año nuevo también para ti

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