Hay días en los que uno no sabe si echarse a llorar o a reír. Días, en los que uno hubiese querido ser el espejo en el que miles de picapleitos se miran por la mañana, para alcanzar a contemplar la cara de paletos que se les quedaba cuando se desayunan con que Marruecos ha confirmado aquello del petróleo Canario...pero en sus aguas jurisdiccionales. ¿Que a cuanto queda eso de Canarias? Unos 200km. Es más, los Marroquíes ya tienen incluso un pozo petrolífero llamado, agárrense los machos, Sidi Ifni Musa-1. Lo del '1' ya saben, se debe a que seguramente en un futuro cercano esperan tener un '2', '3', '4'...etc. etc. etc.

En días como el de hoy, un servidor aplaude. Celebra que ya que los Canarios, o al menos sus representantes y todas esas asociaciones civiles que aparentemente cuentan con tanto apoyo ciudadano, han decidido renunciar a los beneficios que podría reportar el petróleo, al menos se lo lleve crudo (nunca mejor dicho) el vecino toca-pelotas de siempre. Ese que desde hace cuarenta años nos putea por activa y por pasiva. Y lo que es mejor señores, tanta mierda con que no queremos el petróleo, y ahora se lo van a tener que comer con patatas sin que deje un solo puesto de trabajo en las islas. Curioso que esas islas, que con tanto fervor han luchado contra la extracción del petróleo, tengan un trenta y tantos por ciento de paro...

Por impuestos también salen perdiendo. Es curioso, y permítanme repetir el adjetivo, que una Autonomía como la Canaria, dependiente del estado en casi todo, no haya querido ayudar a su mantenimiento presupuestario con la extracción del petróleo.

Así las cosas, a Canarias siempre le quedará el turismo. Vivir de ser camareros, cocineros y gobernantas de Hotel, conductores de autobús, repartidores y demás oficios (yo soy camionero oigan y hablo con sapiencia de esto), que ni necesitan formación ni levantan el I-D de una región. Empleos basura los llaman.

Casi que me alegro oigan. ¿No quieren petróleo? Pues nada hombre, no lo tengamos. Que lo explote el chico de al lado que otra cosa no se si será, pero toca-pelotas lo es un rato. Y ahora, cuando levanten las vista y sobre el horizonte vean difuminada la silueta de la torre del pozo petrolífero Sidi Ifni Musa-1 con una bandera marroquí ondeando al viento, dense la vuelta hacia los populistas de sus políticos y denles las gracias.

Son unos verdaderos campeones. Felicidades.

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