Se acercan peligrosamente unas de las Navidades más rácanas de la historia de la memoria consumista de éste mundo globalizado e impotente en el que subsistimos. Mucha gente por la calle sí, pero como escuchaba esta misma tarde decir en la tele, “es que salir a la calle es gratis”. Y es cierto. Mucha gente por la calle. Mucha gente por las tiendas. Pero bolsas colgando de las manos pocas o ninguna.

Lo cierto, es que para muchos de aquellos que durante años maldijeron el desmesurado consumismo del que hacía gala esa misma sociedad que hoy se aprieta los machos, estos días de carteras caídas serán una delicia para sus llorosos ojos. Estarán tocándose obscenamente en algún cuarto oscuro mientras se recrean lujuriosamente en el objetivo cumplido de convivir en una sociedad que solo compra lo estrictamente necesario para malvivir.

En cierto modo sería una alegría ver evolucionar así a la humanidad si no fuera, porque al convertirse la sociedad a la abstinencia consumista, lo que se consigue no es más que más paro y más empresas que cierran por falta de ventas. Paradójico ¿verdad? Ahora para aquellos puristas somos mejores seres humanos. Más pobres, es cierto. Más parados. Pero infinitamente más humanos…

Ya ven. Y yo me pregunto señores…¿de qué me sirve a mi la humanidad si no tengo un trozo de pan que meterme en la boca? Será que ahora esos mismos puristas decidirán que es Papá Estado quien tiene la obligación de velar por nosotros. Será que olvidan, que para que Papá Estado tenga fondos con los que hacerlo, hace falta que se cobren impuestos. Será, que para pagarlos hace falta que los ciudadanos trabajemos y no seamos unos desgraciados insolventes que viven subsidiados a las arcas de la hacienda de todos. Y finalmente, será que para que todos trabajemos se necesita que se reactive el consumo ciudadano, porque con ello se aumentan los puestos de trabajo, y con ello los sueldos que entran en nuestros hogares, mientras Papá Estado deja de subsidiar a todos aquellos que comienzan a depender de si mismos para ganarse los cuartos con los que comer y comprar.

Será que es que al final vivimos en una espiral consumista, que es el único modelo válido que existe y ha encontrado el hombre, para dar de comer a tantos millones de ciudadanos, concentrados en urbes, que no saben siquiera la forma real que tiene una gallina…

Sin duda una buenísima forma de ponerle una sonrisa a la crisis.

Vía Toni A. Martínez.

Leía yo entretenidamente a Javier J Navarro en su post “la conciliación laboral es un mito” y me sorprendía a mi mismo, dando cabezazos de afirmación, mientras mis indocumentados ojos repasaban por segunda vez el texto en busca de algún indicio que me permitiera atisbar, en lo leído, un sencillo deje de ironía que no hubiese sido capaz de captar a la primera. Ha sido en vano. No hay ironía en un texto que es políticamente incorrecto, pero que se carga de razón cuantas más veces se relee.

Puede que quienes tengan un trabajo con jornada intensiva, que pueden disfrutar de las tardes o mañanas para sus quehaceres diarios, o quienes puedan modificar sus horarios de jornada partida, para pasarse horas de la tarde a la mañana o al contrario, sí que puedan en cierto modo conseguir una conciliación laboral aceptable. Pero permítanme situarme tras las palabras de Javier y afirmar que la conciliación laboral es un mito, al menos, en lo que per toca a autónomos y trabajadores por cuenta ajena, como un servidor de ustedes por ejemplo, que se pasan la semana entera de viaje con su camión.

Dudo que dormir abandonado de la mano de Dios en un área de servicio entre cuatro chapas de metal, con un calefactor a gas-oil en marcha en los inviernos como única compañía y algún que otro libro que te ayude a pasar el rato más o menos entretenido, se pueda conciliar laboralmente con la familia. Y tampoco creo que un autónomo pueda decidir cuantas horas trabaja diariamente a no ser que decida correr el riesgo de cambiar familia por clientes.

Un ejemplo de esto sería sencillo de mostrar. Imaginen que se les estropea el termo de casa a las siete de la tarde ¿A que preferirían que se lo vinieran a arreglar esa misma tarde para así poder ducharse tras su jornada laboral? Pues ya les digo yo que si fuese así, chungo lo tendría en técnico para conciliar su jornada laboral…

Maria_Dolores_CospedalMe sorprenden aún algunas mujeres que piensan de verdad que la única forma aceptable de hacer política por parte de una mujer sea aquella que obligue a la misma a consensuar sus decisiones para parecer, cuanto menos, más dialogante y abierta de miras que sus homólogos masculinos. Es éste el caso de Rosa y sus ataques, para mi injustificados, hacia la Presidenta de Castilla la Mancha Mª Dolores de Cospedal.

Me parece que es un error atacar a una presidenta por hacer gala de una mano de hierro que todo político que ostenta el cargo debería airear sin miedo, dado que aunque no les guste a algunos, la ciudadanía por medio de los votos la respalda y justifica. Pero lo que creo inadmisible en mi humilde opinión es el simple ataque a una forma de ejercer el mando ganado, sencillamente porque ésta se parece demasiado a aquella que siempre caracterizó a sus predecesores masculinos.

O soy yo muy simple o es que no llego a entender algunas veces lo que leo, pero de verdad que me chirría eso de leer cómo una mujer puede atacar a otra con el argumento de que la segunda gobierna como si de una machorra se tratara.

Yo creía que sólo existía una forma de gobernar, la eficaz, y que el resto era morralla. Y también que el feminismo era una cosa genérica que no entendía de derechas o izquierdas, sino sencillamente de mujeres y derechos. Veo que me equivocaba en las dos; los hay que creen que si se gobierna sin esperar pactos, amparándose en los votos conseguidos, uno se convierte en cacique, y también quienes piensan que el feminismo sólo puede pertenecer a una izquierda rancia, que hoy poco a poco agoniza entre los restos de un pueblo noqueado por una crisis persistente y apocalíptica.

Sinceramente señores, hay dos formas distintas de hacer periodismo; la buena y la mala. La mala sería aquella que omitiera datos importantes de una información para conseguir así que el estado anímico del lector, al finalizar la lectura, fuese la de un cabreo moderado que aumentara conforme consumiera más información del susodicho medio. Sería ésta una forma de hacer periodismo que, en sí misma y artículo por artículo, no podría ser acusada de tergiversar datos, pero que en su conjunto sí provocaría una enorme desafección entre quienes como yo, escrutamos más de un medio a la vez.

Riego-CarmenDel_VazquezP_APMLa buena, por tanto, sería la que nos ofreciera todos los datos de la información sin necesidad de que tuviéramos que acudir a otras fuentes para hacernos una idea fidedigna de la realidad que el periodista trataba de plasmar. O dicho de otro modo, aquella que nos permitiera ver la realidad real en lugar de la realidad deseada del periodista.

Yo podría poner muchos ejemplos de ambas dos formas de informar y no tendría problemas a la hora de encontrarlos en todos y cada uno de los periódicos que utilizamos a diario para informarnos. En todos las informaciones se sesgan, coartan y mediatizan con el único propósito de hacernos comulgar con unas ideas basadas en la línea editorial del periódico en cuestión.

Es triste ver cómo una profesión como la periodística mantiene su obcecada decadencia y persiste en su enfermiza obsesión, mientras cava la tumba en donde reposarán la credibilidad y la confianza de los usuarios, una vez éstos vayan introduciéndose en el mundo cibernauta del que ahora algunos disfrutamos. 

La libertad de poder leer todos los periódicos on-line, es la que a resultas hará que nos convirtamos en la masa ciudadana más informada e inteligente que haya habido nunca sobre la faz de la tierra. Bueno eso y las ganas que tengamos de perder tiempo leyendo. Porque claro, informarse no es sólo leer titulares…

¿Que porqué este royo de hoy que no hace más que redundar en ideas ya expuestas con anterioridad en el blog? Pues por ésta pregunta de Juan Cruz, periodista de El País y la consiguiente respuesta de Carmen del Riego, nueva Presidenta de la Asociación de Prensa de Madrid, que en un sólo párrafo de respuesta deja entrever una idea que debiera calar mucho más hondo de lo que lo hace en la conciencia periodística de éste país:

P. El oficio atraviesa momentos críticos tanto desde el punto de vista ético como industrial.

R. Tenemos que levantar la voz para que los periodistas cumplamos el Código Ético. Y hemos de impulsar que la FAPE (la Federación de Asociaciones de la Prensa) le confiera capacidad de castigo. Debemos hacer públicas las malas prácticas y permitir que la sociedad reproche esos malos hábitos del oficio. Así la profesión tendrá más cuidado en hacer un buen periodismo. En cuanto a los problemas industriales, estamos en tiempos de cambio. En mitad de ese marasmo hay algo que decir: el periodismo sin soporte no es nada. Y, en general, tanto en Internet como en el papel, que se cumplan los códigos, porque si no se daña gravemente el oficio.

Pd: Como plus una entrevista en vídeo de Periodista Digital cuando se presentaba a las elecciones para ocupar el cargo que hoy ostenta: