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El alcohol y la carreteraTweet
Escrito el 17 ago 2009 | Autor: AntonioEZafra
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Este fin de semana ha sido trágico en lo que accidentes de tránsito se refiere. Pero lo que más me ha llamado la atención es, que uno de los culpables de un accidente, haya sido un camionero. Y no por ser un camionero, ya que de todos es conocido que por nuestra profesión somos más propensos a este tipo de accidentes, sino porque este señor, por llamarlo de alguna forma, quintuplicaba la tasa de alcoholemia máxima permitida. O sea, iba como una cuba. Yo, que siendo como soy abstemio lo tengo bastante sencillo, soy contrario a las tasas de alcohol para decidir si sí, o si no, se puede conducir. Pienso que cuando uno se dispone a ponerse tras un volante, la única tasa aceptable es la que da el no beber ni una gota de alcohol. Ni cervezas, ni vasitos de vino para comer, ni nada que pueda inyectar en sangre el menor rastro de alcohol. Lo que se viene traduciendo por un cero miligramos de alcohol en sangre. Y no hablamos de 0’2 no, hablamos de cero patatero. Si ya tiene delito que un tipo se ponga detrás de un volante cuando sus facultades físicas no son las óptimas, lo tiene más aún el ser un conductor profesional. El alcohol a la hora de llevar un vehículo debería estar prohibido tal cual. No debería haber márgenes posibles porque son difíciles de controlar por uno mismo. Aunque nos digan que con una cerveza no damos positivo, la realidad es que sí lo hacemos. El detector no dice que tenemos 0’0, sino que podremos estar en 0’1 o 0’2, lo cual quiere decir que nuestras capacidad de reacción ante un imprevisto, aunque levemente, ya se está viendo afectada negativamente. Mirad, yo paso muchas horas frente al volante y os digo que hay muchos factores que pueden provocar un accidente; desde un despiste, pasando por un pinchazo en una curva, y acabando por un simple reflejo del Sol que nos deje ciegos durante unos segundos. El final, aún sin mediar de por medio el alcohol, es un accidente. Si a todos esos factores le añadimos el de el Alcohol, sea cual sea la tasa del mismo en sangre, las posibilidades de tener un percance se multiplican exponencialmente. Los accidentes no solo nos esperan tras una curva, a veces lo hacen en plena recta. Y para evitarlos, nosotros los conductores, debemos estar ya no solo prevenidos y atentos, sino en plenas facultades físicas para reaccionar en el menor tiempo posible. El alcohol y el volante son totalmente incompatibles. No escondamos esa compatibilidad en absurdas tasas y hagamos caso a la primera regla de cualquier fontanero.
A lo que traducido al volante sería:
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Te queda una, algunos medicamentos también son incompatibles, ya que cuando nos engripamos y nos jartamos a Frenadoles, llega el momento que vamos en una nube y no cogemos la baja ni por dios.
O acaso hay alguien que coge la baja antes de estar con el calenturón de turno.
Pues si Jose Luis, aunque el post va solo dedicado al alcohol. Si nos ponemos a relatar todas y cada una de las cosas que no son compatiblñes con el volante nos falta no solo entrada, sino blog jejeje
No estoy de acuerdo. Hay veces que la tasa de alcohol puede aparecer en el cuerpo de las formas más insospechadas. Enjuagarse la boca con un colutorio, por ejemplo, ya puede hacer que ese 0'0 no sea tan redondo al soplar. Es lógico y preferible que se sitúe en cierto límite, y que luego se discuta si subirlo o bajarlo. No sé vosotros, pero siendo objetivos, un quintico de cerveza no reduce en nada mi capacidad de reacción: es más, me deja como estaba. Mucho mejor no tomárselo, claro, pero soy de la opinión de que no hay que imponer normas innecesarias, mucho menos cuando son restrictivas y podrían conllevar multa o cárcel para alguien que no habría hecho daño nadie de cualquier forma.
Bueno Francisco, respeto esa opinión y hasta podría decir que la comparto. Pero el caso es que habiendo como hay aceptado un nivel mínimo de alcohol para poder conducir, vemos todos los días como muchos se lo toman a cachondeo y provocan accidentes.
Si todos fuésemos responsables cuando bebemos y decidiéramos no conducir al hacerlo, sería otra cosa. Pero la gente bebe, conduce y mata a otras personas cuyo único pecado fue que simplemente se cruzaron en su camino.
Poner un límite en el que podamos decidir que desde ahí afecta y antes de ahí no afecta es una utopía, entre otras cosas porque para saber si afecta o no esa cerveza que mencionas habría que mirar la masa corporal del sujeto que se la bebiera y si estaba o no acostumbrado...y otras muchas cosas que podrían influir para que el alcohol afectara o no...
Se que es demasiado drástico y que por ello es razonable que muchos no puedan estar de acuerdo con esta postura, pero bueno, se trata de denunciar y hacer que la gente se de cuenta de con qué se juega cuando se bebe y se conduce a la vez. Hacer, al fin y al cabo que la conciencia de algunos se remueva.