Marcelino ha renunciado a la denuncia pública de los abusos a menores en las Redes Sociales. Lo ha dejado plasmado en un post cargado de un resentimiento amargo que dirige directamente hacia todos los que pudiendo haber hecho algo para denunciar estas situaciones, han optado por la callada, el ‘ya lo arreglaran otros’, o el simple pero devastador ‘no es cosa mía’. Lo hace, lo percibo así, triste y desanimado por todo lo que al parecer ha supuesto esta pelea en solitario para su vida privada, laboral, y familiar. Recuerdo que alguna vez comentó que le preguntaban en su trabajo sobre cosas que aparecían en la Red sobre él. También haber sufrido amenazas dirigidas a su hija de un energúmeno por denunciar lo que denunciaba. Le recuerdo intentos de descrédito profesional por poner los puntos sobre las íes…

Renuncia quien, en mi humilde opinión, más ha ayudado a los demás a concienciarse sobre los problemas y los peligros de las Redes Sociales. Quien más nos ha abierto los ojos a la hora de valorar qué porcentaje de nosotros era sencillamente mercancía para aquellos que nos ofrecían servicios gratuitos en la Red. Renuncia quien más se expuso a la ira de los denunciados. Quien a pecho descubierto inmoló públicamente la privacidad de su persona para poner un nombre y una cara detrás de una denuncia que de otro modo hubiese pasado aún más desapercibida por la blogocosa.

Se ha ido un espejo en el que mirarse. Ahora y más que nunca, los niños están más solos, más desamparados, más desprotegidos. Pero tal vez si nosotros recogemos el guante, si nos demostramos a nosotros mismos que escribir un poco sobre esto no es tan malo, si decididos caernos del árbol en que vivimos y aprendemos que no todo son risas por estos lares, que hay lágrimas, vejaciones y abusos intolerables. Tal vez digo, Marcelino así no haya expuesto su vida en vano.

Pero eso ya no es cosa del maestro señores, es nuestra, y del resultado seremos nosotros los culpables. Él, si tuvo que expiar alguna culpa por lo que hizo, ya hace años que la hubo pagado con creces. ¿Serán capaces de convencerse de que todo esto va con ustedes? Yo creo que no. Lo que ha escrito Marcelino es un post más en un océano de artículos insustanciales que pasará desapercibido para la mayoría.

Y esa es la pena de todo esto, que lo que ha hecho Marcelino durante todos estos años, sus sacrificios, su exposición pública…no ha servido de nada. Ni siquiera para concienciarles a ustedes de lo que ocurre a su lado. En fin…

4 Comentarios:

    Pues a pesar de que pareciera que predicaba en el desierto estoy seguro que ha movilizado más conciencias de las que puedas imaginar...ahora bien amigo los milagros no existen por mucho que uno luche por conseguirlos.

    Un abrazo.

    Eso no son milagros amigo mio, son deberes de ser humano...

    Opino igual que Senovilla....todo el esfuerzo de Marcelino, no ha sido en vano, aunque así le parezca a él...esperemos que Marcelino recapacite y siga en su lucha...besoooss

    El problema creo por lo que dice en tuiter no es él. Ni siquiera nosotros. El problema está en las leyes y las autoridades, en su pasotismo, negligencia y soberana idea del mundo...parece que hay muchísimas más razones de las que creemos que están ocultas a nuestros ojos y a las que solo puede arrojar luz Marcelino.

    No es su lucha, es de todos. Pero al parecer ni aún así , aunque nos uniéramos, parece que pueda tener solución todo esto...

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