A veces pienso que muchos de los posts que escribo podrían ir tranquilamente dirigidos a mi. Ya saben, uno siempre ven en los demás los defectos que uno padece pero no reconoce. Y claro, cuando uno decide hacer bandera de su deseo desenfrenado por buscar la pureza de la blogosfera y se sumerge sin darse cuenta en una especie de semi-guruísmo desconocido que malamente despotrica sobre otros que ni siquiera sabrán de su existencia, la contradicción y la falsedad de sus propias teorías comienzan a cobrar fuerza y lo destruyen desde dentro, desde su propia credibilidad.

No se puede estar en contra de los gurús y al mismo tiempo escribir posts que no hacen más que divagar sobre teorías que son  las que los sustentan, del mismo modo que reproducirlas y debatirlas con uno mismo cuando los comentarios escasean, no hace más que colocarlo a uno en la senda del ombliguismo blogueril que provoca en los demás la percepción de que no se equivocan. La percepción de que a uno lo que le falta para ser ese gurú que tanto odia es la audiencia de éste.

Tal vez por eso me pasé a la política y las cosas del día a día. Para distanciarme de todos esos que tras de mi y como yo aparecieron creyendo que era su deber advertir a los demás sobre esa escoria que inunda la blogosfera. Tal vez, para huir de tanto bloguero metido a consejero que equivocan el tiro cuando inciden en sus afirmaciones de hermandad, amistad y afecto bloguero.

No señores, aquí somos personas y la blogosfera no difiere mucho de la vida real. Aquí el hijoputa es tan hijoputa como en la vida real, pero con un peligro sobrevenido por la propia red, aquí puede disfrazarse y pasar inadvertido.

No señores, yo ya no quiero convencerles de nada. Sólo dar mi opinión sobre las cosas que pasan en mi día a día. Lo demás, las intenciones, los juicios de valores ajenos al mío, o las pajas mentales de algunos emporrados por buenismos exacerbados, todo ello se los dejo para ustedes solitos. Yo paso ya de aparecer ante los ojos de muchos como un simple chaval que se quedó a medio camino de ser gurú. Esa nunca fue mi intención y hasta me insulta que algunos lo lleguen a creer.

2 Comentarios:

    No me cabe duda de que eres un tío honesto, y aunque en ocasiones no este de acuerdo contigo,valoro tus "post" por su honestidad, esa cosa siempre se nota.
    Un saludo.

    @bloggerBeni me alagáis cuando decís esas cosas jejeje

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