…y ganas de hablar acerca de temas que nos levanten el ánimo a todos. Dicen los duchos en esto de la comunicación, que en el momento en el que se festeja algo tan grande como la caída del muro de la vergüenza Berlinés, se hace necesario atiborrar al personal con una ingente cantidad de símiles que hagan que el lector pierda poco a poco el entusiasmo que estimula dicho aniversario y pase, esta vez sí con el beneplácito de éstos, a la certera tristeza de saber que tras esa anhelada y sorpresiva caída, poco o nada ha cambiado en el mundo. Pues no. Me niego a que eso ocurra en este blog. La caída del muro fue algo tan grande, tan increíblemente inesperado, que asociarlo ahora a temas que nada tienen que ver con él es nada más y nada menos, que insultar al posible lector de tan nefastos artículos. Hoy no es una fecha para ejercitar el revisionismo retrógrado ese que siempre falta cuando los aniversarios brillan por su ausencia. No es momento de hablar, como dice Menchu en su blog, de otros muros. Tampoco de adjudicar, veinte años después del suceso, quien fue el precursor de dicho derrumbe. Y por supuesto tampoco de adjudicarse, a toro pasado, la adivinación de que al muro le quedaba poco o nada para que sucumbiera frente a una enfervorecida marabunta de seres humanos,que se impusieron a sus políticos y optaron por la libertad a base de piedras y mazas. Yo personalmente prefiero quedarme con la parte en la que el pueblo dio una lección a sus políticos. Esa en la que toda la humanidad se quedó perpleja frente a los televisores mientras observaba cómo, el muro que unas horas antes se levantaba inexpugnable mientras dividía a familias enteras, e incluso al propio mundo en dos mitades, sucumbió solo porque a un político se le ocurrió decir una tontería, su subalterno entendió mal lo que quiso decir, y tras quedar ojipláticos los mandamases de aquellos días tras lo escuchado, ninguno se atrevió a atajar la increíble confusión que finalmente provocaría horas después el tan anhelado derrumbe. Me quedo con que por una tontería, una orden mal entendida, y cuatro míseras palabras no atendidas correctamente, concedieron al mundo un soplo de vida, y a las familias que allí estaban, el mejor regalo que nunca nadie les pudo prometer. Y con eso me quedo, porque ya les digo señores, que lo demás son solo los árboles que nos impiden ver el bosque. |
13 Comentarios:
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El pueblo hace lo que le dejan.
Calló ese porque los pilares no aguantaron pero quedan mas, muchos mas.
De todas formas fue fantástico que cayera, al mismo tiempo que aterrador... que levante la mano el que no pasó miedo.
Yo por aquel entonces tenía 13 años Eulogio y no sabia muy bien qué estaba pasando. Eso sí, lo del muro lo tenía claro gracias a los telediarios y a las noticias que llegaban de vez en cuando de soldados que acribillaron a tiros a todos los que intentaron cruzarlo.
No, no pasé miedo, pero tal vez porque tampoco tenía una imagen global de lo que aquello significaba. Yo simplemente me quedé estupefacto y enganchado al telediario porque simplemente no me creía que algo que llevaba tantos años en pie fuera a caer sin un solo tiro de respuesta.
Yo si que tuve al menos inquietud pues a mis 20 años era plenamente consciente de lo que estaba sucediendo y sus posibles consecuencias.
Afortunadamente ahora ya nadie teme a una Alemania unida ni a la reacción de la URSS y su tan temido ataque preventivo lo hizo Bush contra Irak.
Bueno Eulogio, a ver si me meto con quienes mezclan churras con merinas y vienes tu y me haces lo mismo jejeje
Es que es lo que hay Toni.
¿Tu no te sientes un poco defraudado de lo que pensaste que sería la caída de aquella infamia?
Pues si Eulogio, pero tal y como están las cosas, creo que prefiero quedarme con la miraba bohemia de aquello y pensar, como digo en la entrada, qué tan frágiles pueden ser esos muros tras una orden mal dada, entendida, o llevada a cabo.
Si, yo prefiero pensar que si no se hubieran confundido al interpretar lo que se dijo en aquella rueda de prensa, nunca hubiese caído el muro. Pero ya ves, algo que mató a tanta gente, que dividió familias, que partió en dos a un país y que bipolarizó al mundo entero, cayó solo porque uno no se explicó bien y todos los que estaban bajo su mando creyeron que dijo algo que no dijo.
Una sola palabra, o frase, fue suficiente para derribar lo que todas las armas del mundo no hubieran podido.
Y con eso me quiero quedar, el resto de extrapolaciones sobre si esto o lo otro me sobran. Eso si, mañana será otro día, claro que si.
Precisamente por eso me jode, porque tendríamos que haber aprendido la lección y no lo hicimos.
Pues si amigo mio, pero es lo que hay. También se dijo que tras la Gran Guerra no habría más...y hemos acabado el Siglo nombrándolo el Siglo de las Guerras...en vez de el de la ciencia y la tecnología.
Un saludo a todos, que me voy de viaje y hasta mañana por la noche no volveré.
Yo recuedo cuando salienron las imagenes en televisión del derribo del muro y también me acuerdo de la Expo92 que vi trozos del muro en el pavellon de Alemania. Daba una impresión de muro de un penal o algo por el estilo. Era tetrico. Por aquél entonces yo tenía 17 años y me acuedo perfectamente. Una gran noticia fue su caida hace ya 20 años. Esperemos que pronto caigan otros muros. Saludos
Hola guapo solo he pasado a saludarte, ando muy liadaaaaaaa jajajajaja pero trabajando oleeee!!!
que no me olvido de ti.
Besitosssssssssssss
Jimmy, yo creía que tenían solo un año más que yo...¡que jovenzuelo estoy echo! jajaja
Mar como me alegro de que estés trabajando...yo de momento también, al menos hasta el 31 de Diciembre que es cuando se me acaba el contrato...
¡Ah, qué frase más bien traída para este artículo! Los árboles no dejan ver el bosque... podríamos aplicarla a tantas cosas. De nuevo, un gran artículo, felicidades. ¡Un abrazo!
Antonio yo soy mas viejo que tu, eso ya lo sabía ja ja ja... Pero yo me conservo mas joven. Cuando quieras hacemos una encuesta haber quien aperanta menos edad ja ja ja... Pierdes seguro XD