ElMosquitero

Hacía muchísimo tiempo que no me pasaban un meme y justo hoy David ha decidido pasarme uno en el día en el que leyendo posts antiguos del blog, acababa de empaparme nostálgicamente con aquel fabuloso post en el que mi Alter ego me daba una paliza dialéctica tal, que hasta los escasos lectores que por aquel entonces pululaban por aquí, tuvieron a bien ofrecer sus condolencias al despojo humano que encontraron tirado en la entradilla del Mosquitero.com.

De los memes tendré que decir que siempre me parecieron una pérdida de tiempo. Y así y todo participé en muchos de ellos porque me parecieron originales, enriquecedores y con una temática marcadamente bloguera. Lastimosamente un cabreo pasajero hace unos tres años me obligó a eliminar todas las entradas de mi antiguo blog y hoy sólo quedan en pie las que desde aquel entonces se escribieron tanto en este como en otros lugares.

De los memes que se salvaron, me quedo con el recuerdo de aquel que me mandó Jimmy (hoy el tío sólo sabe hacer atletismo y ha medio abandonado el blog aunque yo le digo que eso es de cobardes) y que yo modifiqué para que la pregunta fuese “qué te hace sentir bien bloguerilmente”. También aquel que me pasó DDanny, de El Buen karma (blog hoy también abandonado) en el que se nos preguntaba sobre el porqué del nombre de nuestros blogs. O aquel de la moral bloguera que me pasó el mismo David que me pasa éste hoy.

Durante mucho tiempo fui contrario a los memes y justo al ponerme a escribir de nuevo uno comienzo a añorarlos y apreciarlos como nunca antes lo hice. Los memes, elegidos y no impuestos, siempre fueron una fuente inagotable de datos que nos permitieron conocer un poco mejor a los bloguers que habitaban a nuestro alrededor.

Hoy, con las Redes Sociales en pleno apogeo y la conversión de la aldea de la blogosfera en una comunidad de vecinos pijos que se miran por encima del hombro los unos a los otros, uno echa de menos aquellas llamadas pueblerinas a la puerta de los vecinos en las que se buscaba una interactividad que hoy ha quedado reducida a mito y leyenda blogosférica.

Como los memes siempre hubo que pasarlos, he decidido cederles el testigo a Senovilla, porque a él sí que siempre le gustaron, a Ángel cabrera, que ahora está empeñado en dar un empujón a la interactividad bloguera desde su bitácora y a Adolfo, del blog Cosechadel66, que siempre me pareció un tipo serio que sabía muy bien cómo funcionaban estas cosas.

Y un último añadido. Como siempre me pareció que estas cosas había que utilizarlas para un fin más o menos honorable, he decidido que Marcelino, el incansable Madrigal, participe también del meme con su particular visión si es que tiene a bien hacerlo claro…