Esa sería la sensación que uno tiene ante lo que a todas luces es un desembarco glorioso en la blogosfera de quien hace unos años vomitaba pestes de ésta a diestro y siniestro. La tal Maruja Torres, esa a la que tan solo le ha valido su nombre para ser causa de decenas de posts que inundan la blogosfera para certificar que sí, se ha abierto un blog, es la misma que hace unos años decía que 'la blogosfera estaba llena de inteligencias ruinosas con flojera de esfínteres informáticos'.
Esa misma que dijo que 'la blogosfera era como navegar entre los escombros de las mentes de los bloguers y muchas de sus miserias'. La misma. Pero como esta vez ha decidido crearse un blog y bajarse los pantalones, no es necesario que nos cebemos con ella. Ni siquiera es necesario informarse sobre quien es y qué ha escrito. Es famosa, luego hay que alabarla y donarle la píldora. Y si además podemos enlazarla, comentar en sus primeros posts y conseguir esa birria de conversación que sería el que respondiera a un 'bienvenida a la blogocosa' en uno de sus comentarios pues mejor que mejor.
Debería saber la señora Maruja, que ahora que se ha decidido a escribir su propio blog se pone a la misma altura que el resto de los mortales que por aquí pululamos.
Bueno, o al menos eso creía. Porque ahora parece que con esconder nuestra pluma tras un nombre, los bloguers ya no se fijan en lo que se escribe. Y ya de lo pasado no hablamos. Ha sido decir que ha decidido escribir un blog y la multitud se ha olvidado de aquel desprecio a todos ellos y le han regalado enlaces a tutiplen. Referencias que hacen que su blog se haga famoso de la noche al día sin complejo ninguno. Los bloguers se apuntan a un bombardeo sin siquiera preguntarse cuanto de merecido lo tiene tal o cual para recibir sus elogios o apoyos.
Al final los que no saben nada de nada son los bloguers. Esos que solo necesitan saber que el tipo que se acaba de abrir un blog es famoso para convertirse en sus incondicionales. Los mismos que dan lo más valioso que tiene un bloguer, el enlace, a alguien que tan solo ha escrito una mierda de presentación que ha tratado, básicamente, de justificar lo que a todas luces no es más que una oda a las metidas de rabo entre las piernas. Un post que solo trata, erróneamente, de justificar todos los insultos que profirió a quienes ahora desea que sean sus lectores.
Total, que ya éramos pocos y parió la burra.
A la falta de credibilidad de la que adolece la blogosfera, de su ombliguismo desmesurado, y del egocentrismo de que hace gala con centenares de artículos que hablan sobre ella misma, ahora hay que sumarle su detestable sentido del seguidismo incondicional a la fama.
Si eres famoso es sencillo tener un blog famoso, basta con que todos sepan que lo eres. Y no importará lo que escribas, ni cómo lo hagas, ni de lo que trate la temática del mismo. Serás un famoso y solo por ello te lloverán los enlaces, las referencias ante el más chorra de los párrafos que escribas, y la adulación gratuita de quienes se creen de verdad que por estar cerca de ti conseguirán un puñado de lectores para su blog.
No señores, eso ya lo intenté yo con mi Lancia. Lo aparcaba todos los días al lado de un mercedes, pero de éste nunca se le llegó a pegar nada. Pues lo mismo con su cercanía a los famosillos de la blogocosa.
Y no, no la enlazo porque no me da la gana. Ni a ella ni a todos los que lo han echo a sabiendas de que hace tres años nos trato como si fuéramos basura sin siquiera conocernos. Si hasta en su infinita sabiduría ha decidido que ahora 'la blogosfera ha adquirido un peso social que tiene mucho que decirnos'. Pues tampoco señora. La blogosfera es la misma, igualita a la de hace tres años. Si hasta los blogs que hablan de posicionamiento mantienen sus posiciones en rankings y demás lugares de privilegio.
Si señora, usted se ha caído del árbol tres años tarde y pretende que la bienvenida sea calurosa y bondadosa. Pues no, su bienvenida vendrá, al menos desde este blog, colmada de la mala leche que usted nos dedicó a todos hace tres años. Ni más ni menos.

2 Comentarios:

    Ahí, dando caña! ;D

    Cuanto tiempo sin verte por aquí y por la blogocosa...Dando caña no, solo plasmando lo que creo es mi verdad jejeje

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