Decía el otro día Fernando que él no seguía blogs sino bloguers y servidor, ante una afirmación como esa, no pueda más que quitarse el sombrero y hacerla propia. Y la hago propia no solo por los magníficos valores personales que transmite sobre uno mismo para quienes la escuchan de tu boca, sino también porque es una muy buena forma de resumir toda una forma de ver y entender la blogosfera.

La blogosfera es muchas cosas pero una de ellas, y la más importante a mi parecer, es que está compuesta por personas de carne y hueso.

Da igual que pretendan ganarse la vida con sus bitácoras y con ello colapsen tu navegador de pop-ups de publicidad. Sin cuidado me tiene que se crean seres superiores con la capacidad suficiente como para psicoanalizarla y así podérnosla mostrar tal cual ellos crean que debería ser. Carece de importancia que se llene de personas que afirmen que escriben para sí mismas, cuando la realidad es que aunque lo nieguen, saben que en el fondo lo escrito y publicado siempre está encaminado hacia la posibilidad de que éste sea consumido por unos terceros que normalmente son habituales de sus bitácoras.

Si hacemos propia esta frase y la aplicamos a rajatabla en nuestro quehacer diario, veremos sorprendidos que se nos hace necesario descubrir los nombres reales de los administradores de los blogs que leemos habitualmente. Ello nos acerca de forma más familiar a quien se esconde tras el blog que leemos. Un simple nombre es suficiente para que la chispa que provoca la posible afinidad entre bloguers haga acto de presencia.

Comprobaremos también que a parte del nombre necesitaremos saber algo más de ellos. Y no necesariamente cosas personales que más que a los blogs pertenecen a la vida privada de cada cual, sino a las razones que les llevaron a crear sus blogs, las metas que tienen con ellos, sus pretensiones al fin y al cabo.

Acabaremos comprendiendo que es mucho mejor seguir a personas que a bloguers y descubriremos finalmente que sus blogs, lejos de ser un reflejo de su verdadero yo, no es más que una herramienta con la que alcanzar nuestro fin, conocer a su dueño.

Estereotipar nuestros perfiles de forma excesiva puede contribuir a que todo esto no sea posible.

Intentar crear una personalidad propia a base de estereotipos cogidos al vuelo de internet. Hacer propias opiniones que no son nuestras sino que se adaptan al gusto de quienes antes que nosotros las mencionaron. Despersonalizar nuestros blogs de tal forma que quien nos lea sea incapaz de saber nuestra edad, el nombre, o la propia personalidad de uno mismo, solo conseguirá desnaturalizar todo lo que queramos plasmar en el blog.

El anonimato ya no existe en Internet.

Por ello hay que aceptar que la pretensión de publicar y vivir por aquí desde un nick impersonal, bajo la espesa neblina del oscurantismo en cuanto a uno mismo y la autocensura que reprima opiniones propias en pos de una falsa aceptación que nos permita creernos parte de algo mucho más grande que unos pocos blogs, ya no es posible.

Desde el anonimato no es posible seguir personas. Nunca.

4 Comentarios:

    Pues será casualidad, pero la mayoría de las personas con las que interactuo en twitter escriben en algún blog o similar :D

    Claro que sí Minipunk, es más yo mismo no sigo nunca a nadie que no tenga uno en Twitter, al menos que yo recuerde ahora mismo...

    Antonio, en realidad el post sobre blogs y bloggers era este otro: http://ciberprensa.com/no-son-blogs-son-bloggers/

    Gracias :)

    Es cierto, me confundí con tanto enlace jajaja, gracias por el aviso.

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