Hay días en los que a uno le place reanudar viejas batallas que abanderaron durante años este blog. Batallas, perdidas las más de las veces, que por suerte un enamorado de las herramientas dospuntoceristas como Marcelino ha mantenido vivas y vigentes durante estos lapsos de tiempo de silencios injustificados. También de los silencios de ustedes. 

Conforme van pasando los años, uno acierta a advertir la soledad, la cruel sensación de soledad, que pudiera padecer un ciudadano, que como él, se sumergiera en una lucha tan agria como la que representa la denuncia de la inacción de las grandes empresas en todo lo relacionado con los delitos sexuales contra menores. La incomprensión y el cansancio de los lectores de toda la vida, que han acabado escandalosamente hastiados de una redundancia en el contenido de un blog llevada al extremo. La ingenua intolerancia de quienes no han llegado a comprender que esa lucha no es en beneficio de la persona que se adivina tras su fotografía y firmas, sino más bien en el bienestar de miles de niños anónimos, indefensos, que día a día quedan atrapados en las zarpas de depravados sexuales que los explotan y marcan de por vida.

No alcanzo a imaginarme cuan sólo se debe sentir Marcelino. Cuánto desprecio ha podido llegar a sentir tras su cogote con cada artículo publicado. Cuan amargo puede ser el transcurrir de los días en la soledad de una batalla perdida de antemano ante multinacionales que se saben a salvo de culpas tras una maraña de leyes que las encubren, protegen y legitiman.

Puede que este tema sea ya añejo para muchos de ustedes. Es una pena que piensen así. La velocidad del mundo que nos rodea nos impide ver que en realidad el tormento de estos niños y la utilización por parte de sus verdugos de esas redes sociales que tantas veces alabamos, convergen al mismo tiempo con el momento en que nosotros las utilizamos para nuestro entretenimiento. ¿No es curioso? Ahora, mientras mi Twitter publica una reseña de mi post, un malnacido publica, también en la red del pajarito, un vídeo en el que enseña como viola a su sobrino mientras otros lo marcan como favorito, le piden más material o se hacen seguidores mutuos.

En fin, piénsenlo.

1 Comentarios:

    Te felicito por el post Antonio. Como dijo en mi post cuando la misma ONU sentencia que la Santa Sede incumple los derechos fundamentales del menor ¿te extrañas de lo que ocurre en Facebook, Twitter y demás redes sociales? http://nortizleon.blogspot.com.es/2014/02/mmadrigal-y-los-abusos-de-menores-en.html La lucha continua, nos veremos por #limpialared

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