Lo esencial es no pararse en medio de la vía. Cuando se es testigo de un accidente, la ley y el sentido común nos dictan que hay que intentar ayudar a los heridos. Para ello, deberemos reducir la marcha paulatinamente antes de llegar al accidente con los intermitentes puestos, e intentar parar a un lado de la vía (yo diría que anteponiendo nuestro propio vehículo al de los accidentados unos dos cientos metros antes de llegar a ellos). Anteponiendo nuestro vehículo conseguimos dos cosas:
  • Proteger a los accidentados con la interposición de una barrera de seguridad (que forma nuestro vehículo), de modo que la próxima colisión (si se produce) no será contra vehículos con personas heridas dentro, si no contra un vehículo vacío, dando así más posibilidades de supervivencia a los accidentados.
  • Señalizar mediante un vehículo (más visible que nuestros propios cuerpos), el accidente.
El aviso a los demás conductores no deberá ser nunca por en medio de la vía, si no colocándonos en la mediana o en el arcén, haciendo aspavientos con los brazos o con algo que podamos tener a mano, indicando a los demás conductores en que carril está el accidente. Solo cuando la marcha de los vehículos que circulan por la carretera esté más o menos normalizada, deberemos llamar al 112 (España), para poder pedir asistencia . Normalmente nos pedirán que les digamos cuantos heridos hay y esas cosas, si es necesario deberemos ser sus ojos para que la ayuda enviada sea la precisa. No debemos tocar nunca los cuerpos. Tampoco debemos olvidar que nuestra principal misión, al ser testigos de un accidente, nunca es salvar las vidas de los accidentados, si no intentar que ese sea el único del que haya que preocuparse. Solo cuando hayamos llamado a las asistencias deberemos intentar hablar con los heridos para que mantengan, en lo posible, la calma. Y solo las asistencias deben intentar sacarlos de entre el revoltijo en que se haya convertido la carrocería del vehículo. Recuerda que si tiene un pinzamiento vertebral o una fractura, nuestro intento de asistencia le puede provocar una tretaplegia. Esa es la única misión de un testigo de un accidente. No debemos creernos superhombres. No somos médicos, ni bomberos, ni enfermeros, no policías...nuestra única obligación es intentar que el accidente no sea más grave. Ni la policía, ni los bomberos, ni los médicos, ni los enfermeros nos llamarán la atención por no haber intentado nada, porque ellos ya saben que lo mejor que podemos hacer para salvar las vidas de los accidentados ya está hecho: señalizar y avisar a las asistencias. Puede que un intento de heroicidad acabe en una desgracia mayor, así que nunca quieras ser un héroe en un accidente.

4 Comentarios:

    Toni no se como lo has hecho,pero tus post me han llegado de golpe todos dobles:-)
    HAS LLENADO MIS FEEDS, ja,ja,ja.
    Si te tengo que leer dos veces vaya trabajo.

    Saludo y por cierto buenos consejos para la carretera.

    muy buenos consejos, pero en realidad espero no verme nunca en esa situacion

    Los consejos de un profesional, en este caso de la carretera, son los consejos de quien sabe.
    Espero no tener que llevarlos nunca a la práctica.

    Es que últimamente he visto alguna que otra calamidad por ahí chicos...

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