Nada que ver por cierto con este otro tipo de publicidad. La marca que ofrece este ¿spot? tan solo aparece en pantalla durante unos míseros segundos casi al finalizar, es Campofrío.

El spot ha dejado de ser spot, se ha convertido en corto, el corto en arte, el arte en sentimiento y el sentimiento en un sincero agradecimiento de unos hijos para con sus padres.

Sin duda alguna, ésta forma de llegar al corazón de los televidentes y no la transgresora que últimamente nos agobia en la caja tonta, es la que los publicistas deberían elegir para vendernos los productos que quisieran. Con anuncios como estos es más sencillo elegir esa marca en lugar de otras, al menos en mi caso.

Por cierto también colaboran La Orquesta Filarmónica Internacional, la fábrica de perfumes Labitae, y Martin Berasategui.

Visto en Las Blog en Punto.

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