ElMosquitero

Frente al aluvión de noticias que intentan sepultar a la Iglesia católica bajo un mar de falsedades y generalizaciones varias con respecto a la pederastia y el acoso infantil, nos encontramos con la última operación de la policía contra la pornografía infantil en España, en la que han sido detenidas una serie de personas, que nos podrían suponer un baremo real de hasta donde está metida esta crueldad en la sociedad en la que vivimos.

Entre los arrestados, y es algo que cabe destacar frente a tanto analfabetismo periodístico donde los haya, se encuentran personas cuyos oficios son tan variados como lo puedan ser estos que a continuación paso a enumerar:

• Jardineros
• Estudiantes
• Profesores
• Guardias civiles
• Policías locales
• Empresarios
• Tenderos
• Ingenieros
• Y me atrevería a asegurar que incluso blogueros (estos no aparecen detallados en el informe de la Policía, pero tiempo al tiempo…)

Tampoco deberíamos hacer caso a quienes, desde la más absoluta ignorancia, intentan hacernos creer que esos degenerados tienen en común que son personas alejadas de la sociedad, enfermos sexuales, o de una edad determinada.

Según la relación de ciudadanos que han sido arrestados en la operación antes mentada, la edad de los detenidos varía entre los 20 y los 50 años, del Norte y del Sur de España sin distinción, y con un único rasgo en común; son hombres.

Por eso creo que quienes utilizan esta lacra para simplemente atacar a la Iglesia Católica le están haciendo un flaco favor a los niños y niñas que la sufren. El periodismo no puede acabar cercenado por la moda del amarillismo, el morbo y la intencionalidad ideológica.

Si un cura es acusado de pederastia a la cárcel con él. Si lo es un Policía lo mismo. Pero llenar páginas y páginas de periódicos, con la peregrina idea de encasillar el sacerdocio con esta terrible realidad de la Red, es tanto o más perverso que el negarse a aceptar que ésta lacra existe.

Al igual que ahora no decimos que todos los jardineros, estudiantes, profesores, Guardias Civiles, policías locales, empresarios, tenderos e ingenieros, son un cáncer para la sociedad porque todos son unos pederastas, debemos reconocer que no toda la curia eclesiástica es un ser vil y enfermo deseoso de fantasías sexuales con menores.

Muchas veces me han dicho que generalizar es malo.

Aplíquense el cuento quienes, dependiendo de qué se hable, hacen caso omiso a esta regla de oro del periodismo tradicional. Lo curioso, que todos esos son los que dicen que los blogueros no pueden ser periodistas porque no tienen en su haber un asqueroso título universitario.

Pues que sepan que para hacer el periodismo que ellos hacen no hace falta ir a la universidad, con convertirse en un asqueroso títere político es más que suficiente.