España ha decidido entrar en guerra con un país, que hasta hace unas semanas, era una dictadura coraza que protegía a los países occidentales de la peligrosa expansión islamista y que de paso facilitaba el abastecimiento de las materias primas necesarias para hacer funcionar el motor de su economía.

Pero no se equivoquen ustedes, en el comienzo de éste párrafo no estaba hablando de Libia, sino más bien de Irak. Un país árabe, comprometido con la causa occidental de mantención de la seguridad en el suministro de su oro negro y parapeto donde los haya ante la avalancha islamista. Un país dominado por un déspota que masacra a su pueblo y con lazos comerciales con multitud de países occidentales, que hacen la vista gorda en lo que respecta a los atropellos que comete contra su pueblo, a cambio de uno o dos contratos de preferencia energética.

Lo curioso de todo esto es que ahora quienes emprenden la guerra no son los de la derecha rancia y guerra-civilista de antes, sino más bien la izquierda que se erigió por aquel entonces en la portadora de la bandera del pacifismo más recalcitrante y esloganiano que jamás se plasmó sobre pancarta alguna.

Como diría el converso que en aquellos lejanos tiempos decidió dejar el Islam para besar la cruz y de esa forma salvar la vida; “Hay que ver cuantas vueltas da el mundo y en qué pocas uno es capaz de acertar para no salir trasquilado”.

Hoy recuerdo muy bien cómo se desarrolló todo lo que rodeaba a la guerra de Aznar y me acuerdo del porqué un país como Francia se negaba a participar en guerra alguna contra el dictador; tenía un contrato de preferencia respecto al petróleo que beneficiaba a su petrolera insignia TOTAL. Alemania posicionó su decisión al abrazo de una izquierda anti-americana que vio en el eje Franco-Alemán la correa de trasmisión perfecta para hacer factible su más que necesaria expansión económica. No olvidemos que en aquel entonces aún había media Alemania que dependía de la otra media gracias a los beneficios del comunismo.

Yo quisiera creer, que no lo hago, que los principios que nos hacían dudar de los beneficios de una guerra serían los mismos para ésta. Pero parece que eso no ocurre. Lo único que hace que una guerra sea buena y la otra mala es la posición de la izquierda.

Al parecer cuando es la izquierda quien entra en guerra, las muertes civiles son menos muertes. Las explosiones son menores cuando las provocan misiles con pintura roja en la espoleta. El petróleo es menos petróleo. La avaricia menos avaricia. La falsedad menos falsedad.

Hoy he decidido estar en contra de la guerra de Libia.

Llámenme loco, insensato o gilipollas, pero recuerden que fueron ustedes, los del “No a la guerra” quienes me enseñaron por aquel entonces que los pueblos debían de liberarse de sus dictadores por sus propios medios. Que quienes invaden países con petróleo, aunque lo hagan con la escusa de que pretenden liberarlo de las garras de un cruel dictador, lo hacen con el único propósito de hacerse con el oro negro que habita entre sus entrañas. Que no hay guerra buena. Que todas las que se cobijan bajo esos supuestos son guerras preventivas. Que los gobiernos que las amparan están condenados a claudicar bajo el yugo de la culpabilidad eterna de las muertes de civiles. Que ninguna democracia que se precie de serlo debe nunca amparar guerra alguna. Que el pacifismo es la sangre que debe correr impoluta por las venas de la civilización.

Pero claro, para algunos estas cosas tan solo son válidas dependiendo de quien inicie las guerras. Eso sí, ustedes que celebran con tanto júbilo la llegada de los aviones para bombardear Libia, recuerden que de ahora en adelante serán responsables de cada muerte de civil que se produzca, de cada casa que se derrumbe, de cada bomba que caiga, de cada escaramuza que se produzca, de cada atentado suicida que se perpetre. Pero sobre todo, comiencen a hacerse a la idea de ser tildados de terroristas hasta el fin de sus días.

Curiosamente entre yo, terrorista de Irak y ustedes, terroristas de Libia, no hay más que una sutil diferencia, yo comprendo que lo soy. Ustedes tardarán en hacerlo y posiblemente su necedad se lo impida de por vida.

4 Comentarios:

    Estoy de acuerdo en muchas cosas que comentas, parece que lo que antes estaba mal ahora está bien. La hipocresía de la clase política es intolerable, pero lo que menos tolero es la hipocresía de la masa borreguil tanto de un lado como de otro.

    Ahora hay quien critica esta decisión cuando la de Aznar le parecía bien, a la vez que hay quién apoya esta guerra cuando salió a la calle a protestar por la de Irak.

    Ahora que no vendan que una es diferente de la otra, las dos tienen el mismo fin y la dos tienen multitud de similitudes. Bueno, no, esta es peor porque en esta ocasión si que participamos activamente MATANDO probablemente A MUCHOS INOCENTES. En la anterior participo EEUU con el apoyo inglés y español...

    Simplemente las dos guerras son la misma mierda (muertes de inocentes), con la misma excusa (evitar los atropellos contra el pueblo) y con el mismo fin (el petróleo). Y esto me entristece mucho.

    @@raul_g yo siempre he sido partidario de la armas para liberar a los pueblos del yugo de sus dictadores. Si eso lo hubiesen hecho cuando Franco no hubiésemos perdido cuarenta años de nuestra historia entre ovejas y podredumbre.

    Pero de ahí a tildar a Aznar de terrorista por llevar un barco hospital al golfo y a Zapatero de libertador del pueblo libio por descargar bombas con espoleta española sobre territorio extranjero hay un trecho muy muy largo...

    El post es una ironía en su parte final y que se entienda que de hecho estoy a favor de cualquier intervención armada en defensa de la democracia y los derechos civiles. Haya o no consenso en la ONU. Haya o no aceptación de países como Rusia, Irán o China. Se pongan como se pongan los del "no a la guerra"...

    Y yo no cambio dependiendo de quien mande.

    Quizás no me he explicado bien en mi anterior comentario, pero no estoy en contra del todo de la intervención en Libia, simplemente me dan lástima todas las marionetas de los partidos políticos que Cambian su moral y principios dependiendo de lo que hagan "su partido".

    Lo que me jode, y perdón por la expresión, es que cuando hay petroleo de por medio si que intervengan muestras que por ejemplo en un asunto que le incumbe más a España, que es el atropello al pueblo saharaui no se haya hecho nada.

    La política está llena de hipocresía, porque lo de ahora si que es una guerra en la que participamos mandando cazas, fragatas y submarinos, pero ahora nadie sale a la calle. No quiero ni imaginarme que habría sido de este país si todo lo que ha hecho ZP para hundirnos lo hubiese hecho cualquier gobierno del PP

    @@raul_g te has hecho la pregunta del millón amigo mío. La respuesta es sencilla: se hubiera incendiado el país. Ni más ni menos.

    Mi postura es también clara: Si a la guerra cuando se trate de liberar a un pueblo de una dictadura. Con o sin resolución de la ONU, con o sin el apoyo de EEUU, con o sin el apoyo de China

Publicar un comentario