ElMosquitero

Boquiabierto me he quedado mientras leía en el blog de Mónica que había una plataforma de apoyo al asesino de Marta del Castillo, y es más, que según parece el tío recibe cartas de admiradoras e incluso se ha echado novia estando dentro de la cárcel.

Evidentemente desde este blog no aparecerá un enlace directo a ese engendro de blog que alguno o alguna se ha sacado de la manga, así que lo dejaremos en un simple copia y pega de la URL del blog pero sin enlace, que es lo único que podemos hacer para que por todos sea comprobado que lo que ha denunciado Mónica es cierto:

http://apoyosamiguel.blogspot.com/

Ya es extraño que haya gente capaz de crear un blog que esté destinado a la admiración de un asesino, resolución judicial mediante, pero es que además escribir sandeces tales como:

Es que de veras no entiendo el por que lo insultan sin conoser de nada , alomejor el chiquillo era lo mas bueno del mundo pero claro a matado A LA SEÑORITA MARTA DEL CASTILLO y no veas vamos...

Cuya frase debemos atribuir a una tal Macarena, que se ve que dejó el susodicho mensaje en el blog.

Y es que cuando se habla de jóvenes, la realidad nos da una bofetada increíblemente inesperada en la cara. Ayer fueron los del botellón, hoy los que defienden lo indefendible. Tal vez la solución esté, como todos hemos acabado aceptando ya, en una educación específica en la escuela. Tal vez no la Educación para la Ciudadanía que defiende Cosechadel66 y otra mucha gente por su alta carga política de fondo, pero sí que alguna con la que todos podamos estar de acuerdo y que para nada entre en temas de pensamiento político o moral.

Una Educación para la Ciudadanía edulcorada, que limite sus enseñanzas solo a la convivencia cívica en exclusiva. Algo con lo que la sociedad pueda armarse para luchar contra la lacra del salvajismo personificado ya por la mayoría de los adolescentes.

Y me dirán que no todos son así y que solo lo son unos cuantos.

Y yo les digo que no, que cuando un grupo de jóvenes se ven resguardados por algunos cientos de otros jóvenes, éstos se transforman cual Doctor Hekill y Mister Hyde, y toda la responsabilidad que sus padres le puedan haber inculcado queda colapsada ante un torrente de violencia y superioridad, que solo la masa es capaz de ofrecer al individuo, cambiando de cabo a rabo la forma de pensar y actuar de cualquiera.

La certificación de esto es bastante sencilla de hallar.

Vayan ustedes uno por uno a todos los padres de los hijos que pudieron haber estado en los altercados de Pozuelo de Alarcón y pregúntenles si sus hijos participaron en aquellas guerra sin cuartel contra la policía. De seguro que todos les asegurarán que sus hijos se vieron envueltos en ello sin querer y que se quedaron resguardados en un portal esperando que acabara de pasar la tormenta de botellas.

Lo malo, lo que tumba esta verdad que los padres quieren creer, es que no eran cinco o seis los niños y jóvenes que acorralaron a la policía, sino más o menos dos mil. Y este dato, queramos o no, dice mucho de lo que la mayoría de los hijos de esos mismos padres pudieron hacer mientras los policías se refugiaban en una caseta del recinto ferial.

Actualización.

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