Sin duda alguna se puede decir que para personas como yo, simples ciudadanos que nos formamos ideas imprecisas y superficiales sobre las cuestiones que nos ocupan en las macro-relaciones ciudadanas que imperan particularmente en política, el debate con otro igual sobre cualquier cuestión que se refiera a estos temas se torna en simple diálogo de besugos debido a no tener una mente preparada y entrenada para reaccionar ante aseveraciones que se puedan utilizar para rebatir nuestras propias posiciones ideológicas.

La simpleza y la superficialidad de los conocimientos que tenemos a cerca de todo cuanto produce un efecto directo o indirecto sobre nuestras economías, sensibilidades políticas o convicciones personales, hace que cualquier intento de diálogo entre nosotros acabe irremediablemente topando, aunque no lo queramos, con el muro de los eslóganes y las frases pre-aprendidas de antemano en mítines, opiniones publicadas y sermones radiofónicos.

Sólo la parsimonia que nos brinda el poder exponer nuestras ideas en negro sobre blanco, permite transmitir exactamente lo que se quiere decir sin que nos veamos sometidos a la presión, como ocurre cuando el debate se realiza de viva voz, de tener que contradecir una afirmación con otra que no podrá ser calibrada, corregida, o editada antes de que tome la forma fonética correspondiente.

Aunque aquí en nuestros blogs podamos pasar por buenos conocedores de lo que ocurre a nuestro alrededor, la prueba de fuego que supone el presentar batalla verbal a un contrincante de carne y hueso, que está presto y dispuesto para rebatirnos casi al instante, nos devuelve indefectiblemente a la realidad que sólo en la blogosfera somos capaces de evadir; no somos políticos y todo lo que conocemos de ese mundillo nos llega de oídas y tangencialmente, por lo que ni sabemos, ni comprendemos lo suficiente como para mantener debates certeros capaces de llegar a conclusiones lógicas y consencuadas.

Somos buenos escribiendo sin la presión del que sabe que al momento tendrá que defender lo escrito. Y sobre todo somos buenos porque sabemos que tenemos todo el tiempo del mundo para dar forma a la respuesta que deseamos ofrecer a nuestro adversario en el debate cuando éste se produce en un post. Pero eso en vivo y en directo, con la otra persona cara a cara esperando tu respuesta, es impensable y hasta cierto punto podría incluso ser cómico.

Por tanto es mejor tener claro que no sabemos tanto como pretendemos, pero sobre todo, que los demás puede que sepan mucho más que uno mismo aunque se encuentren en la misma encrucijada que nosotros; "no tener una capacidad de racción suficiente para explicarnos tan bien como nos gustaría".

2 Comentarios:

    Desde la barrera todos somos buenos toreros pero en el ruedo... es otra cosa.
    Es suficiente con ser consciente de tus propias limitaciones y actuar en consecuencia.

    Un saludo

    @Javier Sanz así es, no es lo mismo berrear en el blog que hacerlo cara a cara con otro que te rebate al instante jejeje

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