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El Google-monopolio

Les voy a decir una cosa, como diría el insuperable Alsina.

Pudiera ser que ustedes, mis pocos y avezados lectores que aún quedan por este rincón, creyeran que servidor está en la inopia al comprobar día tras día la involución que ha sufrido este blog en lo que al ritmo de publicación se refiere. Incluso, lo confieso, a la calidad del mismo en sus publicaciones. Nada más alejado de la realidad hay que eso que acaban ustedes de esgrimir en su rápido e insuperable intelecto.

En realidad uno en estos momentos vive por y para el trabajo que le permite disfrutar de unos días de asueto al llegar el fin de semana, y que sin ánimo de ofender, prefiere pasar junto a su adorada y siempre resplandeciente esposa, antes que malgastarlo en rebuznar para quienes sólo aceptan escuchar lo que de sus santísimas partes les nace.

Pudiera parecer que uno está cabreado con el mundo que lo rodea, pero tampoco eso es una realidad confirmada más que por algún que otro desliz que quedó grabado en el Reader y que afortunada y sabiamente rectifiqué antes de que el tema pasara a mayores. Ya saben, hay cosas que nunca deberían ser escritas negro sobre blanco y menos en un simple y altivo blog como éste.

El caso es que me entero de que Google va a unificar a todas sus empresas entorno a su marca madre, con el tufo que ello conlleva de monopolio al estilo Microsoft y nadie, ni siquiera ninguno de aquellos que tan vorazmente se tiraron a la yugular de la empresa que acercó la informática al mundo real de millones de usuarios que adornan sus currículums con un sencillo "conocimientos básicos de word y excel",  ha dicho una palabra más alta que la otra.

Claro pensarán ustedes, tal vez tuvieron un momento de clarividencia y comprendieron que si un ciudadano tiene oportunidad de elegir o no un producto, por mucho que uno de los elegibles cope el mercado de ventas, ello ni significa que éste esté imponiendo un monopolio tácito sobre los consumidores. Pero reconozcan que esa utópica idea de la existencia del razonamiento bienintencionado de quienes vieron a Bill Gates como al hijo de Satanás echo informático es más bien romántica.

No señores. Todos esos que hoy callan como putas cuando Google se convierte en un poderoso ser informático, millones de veces más poderoso de lo que pudo llegar a ser en su día el imponente y para algunos malísimo de la muerte Microsoft, son los que vitoreaban cada una de las victorias del primero sobre el segundo y callaban cuando éste cometía los mismos errores que su compañero de viajes.

Ya ven cómo está el patio. Ayer hacer dianas con la cara de Bill Gates era molón y hasta respetable por parte de esos pseudo-gurúes de las nuevas tecnologías. Hoy mentar a Larry Page o Sergey Brin con semejante objetivo es visto por esos mismos voceros de las memeces anteriores como reflejos de la simpleza de pensamiento de quienes osan mentarlas.

Será que uno ya está viejo para estas cosas y le vienen demasiado grandes para entenderlas...Será.

3 Comentarios:

    Si algo he podido comprobar en mi corta existencia es que al final el poder los acaba corrompiendo a todos. Es algo así como lo del anillo para dominarlos a todos...
    Un saludo

    @Germán muy bien visto jejeje

    Unos nacen con estrella y se les permite todo, como Google, y a otros se les demoniza... Así somos.
    Un abrazo

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