Y es que hay que ser todas esas cosas para llamarse Presidente del Gobierno de España y arremeter contra la Iglesia, una vez su máximo exponente se ha marchado de tu casa, diciendo que tú no harás nunca las políticas que ésta quiera, sino las que el pueblo necesite.

…¿Pero qué quiere Rajoy, que hagamos las leyes que quiere el Papa? No, haremos las leyes que quieren el Parlamento y los ciudadanos de este país, para todos y con igualdad…

Hay que ser cínico para creerse que uno podrá decir eso que acaban de leer al tiempo que los demás olvidan que justo en la víspera de la llegada del Papa fue ese mismo hipócrita quien dijo que la ley de libertad religiosa debía pararse por carecer del consenso necesario. Como si a él le hubiese importado nunca eso del consenso.

…es conveniente, pero no urgente, por lo que se ha decidido paralizar su tramitación ante la falta de consenso social y político…

Pero lo peor de todo, hay que ser hipócrita para mantenerse en el más insultante de los silencios mientras se masacra a los Saharauis en su propio país, y mantener en el gobierno a una mujer que hace sólo unos meses se manifestaba, con pegatina incluida, por un Sahara libre y que el mismo presidente acaba de puentear para mantener las odiosas relaciones diplomáticas que se conservan con el genocida Reino Alauita.

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Lo dicho, este presidente y quienes le donan la píldora dan asco y vergüenza al mismo tiempo. Y perdonen por la bilis que acabo de expulsar de mi cuerpo…

2 Comentarios:

    Pero que bien me caes Antonio.
    Tus palabras son mis palabras.
    Vengo de un blog de un matrimonio que hace unas semanas se "ha quedado en el paro". Es tanta la impotencia...
    ¿Por qúe me tiene que gobernar una gentuza como esa?
    Cínicos.
    Un abrazo, y perdón por la hiel que añadí a la tuya.

    @Amig@mi@ la verdad es que el paso por el Inem es de los peores tragos por los que podemos pasar...

    Animo para ellos.

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