ElMosquitero

Les cuento. Tengo el rabo de un negro que mide dos metros veinte metido por el culo para mantener la espalda lo más recta posible. Mi espalda, mi dolorida espalda, me impide estar sentado, acostado, recostado, semi-sentado o semi-recostado y nada hay que pueda hacer para mejorarlo salvo dejar pasar el tiempo, dar algún que otro paseo pasillo arriba pasillo abajo y mantenerme sentado con la espalda recta (nótese la ironía),  a fin de que los músculos de la misma no se me acaben por atrofiar.

He pasado el fin de semana bastante mal.

He tenido dolores de espalda muchas veces y me he quedado enganchado en más de una ocasión, pero esta vez el dolor se ha  convertido en un suplicio. No puedo estar acostado porque la doctora (otra que me ha visto el culo sin invitarme a cenar antes) dice que lo que la musculatura de mi espalda necesita es mantenerse en forma y nada hay menos indicado para ello que acostarse completamente. Eso y que tengo que hacer un reposo relativo intentando estar siempre sentado con un cojín en la espalda para mantener la curvatura de la espina dorsal.

Ahora me tocará estar en casa toda la semana.

Aquí, paseando dentro de casa hasta que la mujer venga. Intentando hacer un semi-reposo relativo que me hace sentirme como si de un estafador se tratara. Estoy mal, pero a uno siempre le queda la impresión de que a los ojos de los demás no lo está lo suficiente como para acabar cogiendo la baja…