ElMosquitero

¿Recuerdan las reticencias de un servidor en aquello de cerrar centrales nucleares? Pues bien, parece que deberemos comenzar a cambiar de forma de pensar en un no muy largo plazo. El paso que en la Europa profunda se está dando en la dirección de la desnuclearización del territorio, es justo la señal que todo ciudadano de bien debería tomar como punto de inflexión en su forma de ver este tremendo y siempre pasado por alto problema.

El mundo debería ser consciente, y con él sus ciudadanos, de que un problema de ésta índole no puede ser atajado unilateralmente por ningún país, por tanto, si éste apreciara una especie de acuerdo sin diálogo entre países que lo solucionara por las buenas y sin contraprestaciones, lo racional sería aplaudirlo y celebrarlo como la victoria que sería.

Si Europa comienza una desnuclearización de su territorio que avanza como si de una ola se tratara arrasando con todas las centrales nucleares y empujando a los gobiernos a la búsqueda de nuevas fórmulas para conseguir la energía que sus ciudadanos necesitan, nosotros los ciudadanos deberemos situarnos tras nuestros gobiernos para respaldarlos frente a los posibles lobbies que pretendan influenciarlos para hacerlos desistir.

Como leo hoy en El País, Alemania y Suiza en Mayo, Italia en Junio y ahora Bélgica han dado marcha atrás en sus intenciones de prolongar la vida útil de sus centrales nucleares. Mientras tanto, como durante décadas ha pasado en éste país, nosotros nadamos luchando contra la fuerza de la ola que arrasa Europa al tiempo que nos hundimos más y más en una dependencia energética letal que más pronto que tarde hará del precio de la energía algo prohibitivo y nocivo para la sociedad.

El gobierno que nazca de las próximas elecciones generales tendrá un papel decisivo a la hora de significar cual será el sino de España en la nueva Europa desnuclearizada que se vislumbra a veinte años vista. Suya será la responsabilidad de dar un primer paso que certifique el deseo de éste país de estar siempre con la élite Europea y no quedarse nunca más en la periferia ruinosa en la que hoy en día nos encontramos. Suyo el mérito de cerrar y potenciar la investigación energética que haga de éste país un centro autónomo energético que no necesite de nucleares extranjeras para malvivir.

Creo que una vez visto el cariz que está tomando la Europa profunda en materia nuclear, España está obligada a mover ficha para no quedar de nuevo descolgada del primer nivel en el que desea estar algún día.