Un pastor de una minúscula congregación Americana decide quemar libros del Corán en conmemoración del 11S. Ante semejante anuncio, el mundo entero se conmueve frente a lo que parece un salvaje ultraje hacia los sentimientos religiosos de millones de seres humanos, que instalados en los prejuicios de la más dura y retrógrada edad media Cristiana, creen a pies juntillas lo que dice ese panfleto (supongo que los que tachan de ese modo a la Biblia no tendrán ningún problema con este calificativo), y se rasgan las vestiduras cual sacerdotes del Sanedrín Judío para bramar a voz en pecho contra quien ha osado proponer semejante idea fundamentalista.

El mundo entero se ha puesto en pie de guerra contra éste hombre, no sin que éste lo merezca por supuesto, pero dejándose en evidencia a sí mismo.

En los años 70’s, el artista Javier Krahe, decidió realizar un corto en el que enseñaba a cocinar un Cristo y poca o ninguna repercusión obtuvo en su contra. No fue hasta que años más tarde lo repusiera Canal+, cuando éste corto alcanzó suficiente revuelo para retornar a la memoria colectiva de todos nosotros.

La gente, que suele cambiar de opinión tal cual veleta se tratara, se dispondrá a decir ahora que no fue lo mismo, cosa que evidentemente no comparto, puesto que las dos acciones, por extraño que parezca, insultan y vejan a dos sentimientos religiosos de igual manera, y continuarán diciendo que éste señor no pasa más que por ser un desequilibrado pastor, hijo de una Iglesia herida en su autoestima y en crisis existencial, que tan solo pretende el enfrentamiento entre religiones.

Hace menos tiempo, el caricaturista Lars Vilks fue atacado por un energúmeno en respuesta a una caricatura que éste realizó en 2007 en el que representaba al profeta Mahoma con un cuerpo de perro. El mundo Islámico clama desde entonces por su condena a muerte (recordemos, solo ha dibujado una caricatura), es perseguido por fundamentalistas Islámicos desde entonces y vive encarcelado tras un perpetuo escudo humano de guardaespaldas que intentan protegerlo de las algaradas de unos fanáticos religiosos, que curiosamente, cuentan con la falta de aprecio de cuanto ateo confeso de presenta ante los micrófonos o tertulias de bar allende los mares.

Un par de años antes en 2005, el también caricaturista Danés Kurt Westergaard, también se hizo famoso al caricaturizar a Mahoma. Frente a la posibilidad de que Angela Merkel lo premiara en aras de la libertad de expresión, un supuesto especialista en el Islam, un tal Sebastian Elsseser, dijo que ese acto, el de premiar al caricaturista que ya estaba también amenazado de muerte por ese mismo Islam, podría tornarse en un supuesto símbolo de complacencia del mundo Cristiano frente al ultraje al que este dibujante había sometido al Islam. El artista fue premiado, pero no sin que los que ahora dicen apoyar la libertad de credo dijeran esta boca es mía.

Un año antes, en 2004, el cineasta Theo Van Gogh resultaba asesinado por otros fundamentalistas Islámicos. Su delito; dirigir una película sobre el libro del Corán y la sumisión de la mujer en el mundo Islámico.

Más famoso y reciente en el recuerdo será para todos lo que ocurrió con los guionistas de la serie South Park y las amenazas que sufrieron, debido a su empeño transgresor mediante el cual, pensando que no ofenderían a los Islamistas, decidieron representar al dichoso profeta Islámico como si de un oso se tratase, salvando así elegantemente la ofensa que supone el representar a Mahoma en un retrato o caricatura. Trey Parker y Matt Stone decidieron finalmente censurar dichas imágenes. Quienes los amenazaron dijeron ampararse tras la ley Americana y decían defender el Islam de quienes osaban atacarlo.

El primero, ese pastor, sólo quería quemar un libro, los demás llegaron más lejos, llegaron a asesinar en nombre de una religión.

Defender la libertad religiosa no puede entenderse tan solo en una vía de dirección única. La libertad se debe conseguir por ambas partes y mientras eso no ocurra no creo que el abrirse las carnes en previsión de posibles consecuencias fundamentalistas Islámicas sea el camino más acertado para combatir el desamparo de quienes como yo creen en una igualdad total entre religiones.

Debería algún dirigente Internacional decirles a los musulmanes que se desviven en tantas y tantas manifestaciones Islámicas en sus respectivos países, que es tan malo quemar Coranes como lo es quemar monigotes de presidentes Americanos, fotos del Rey de España, y banderas de cualquier que sea la región o nación del planeta.

Estará mal quemar una edición del Corán, pero igualmente ofenden ellos quemando banderas y ninguno de los que ahora han alzado la voz dicen nunca nada en este sentido. Será que yo soy un fundamentalista también y aún no me había enterado...

6 Comentarios:

    No hay que confundirse de enemigo.

    Claro que no, lo que hay que hacer es enderezar los palos torcidos de nuestro alrededor.

    Elena Sanchis el 13 de septiembre de 2010, 19:34 dijo...  

    @Antonio E. Zafra
    Jo crec que es deuen respectar totes les creeences religioses i polítiques sempre que no atempten contra els drets humans(terroristes o feixistes, per ex.) Però també cal que cadascú siga consegüent amb la seua ideologia, i si, per exemple, és ateu o d'eixes persones que van cagant-se en Déu tots els dies, que actuen en conseqüència i no es casen per l'església per tindre unes fotos més boniques o pel que diga la gent.

    @Elena Sanchis ahí le has dao Elena, pero no es a eso a lo que me refiero en el post, sino a esa temeraria predisposición que hay en la sociedad actual a defender cosas que hechas por la propia Iglesia serían tomadas por conductas fascistoides y sectarias.

    Si a la iglesia se le ocurriera en la actualidad condenar a muerte y pedir a sus fieles que hicieran lo posible por asesinar al que cocinó el Cristo, más de un progresista de los de boca se arrancaría la camisa en la plaza mayor de su pueblo pidiendo el exterminio de todo cura y monja que se le pusiera a tiro...

    Elena Sanchis el 14 de septiembre de 2010, 16:10 dijo...  

    @Antonio E. Zafra
    Eixa és una altra! Tanta guerra santa, Inquisició i fer-li la pilota al franquisme, on hi hagué tantes morts dels dos bàndols però moltíssimes més dels republicans, i que ara condemnen l'ús del preservatiu i l'equiparen amb un assassinat. Açò és per a riure o per a plorar?

    Y no nos olvidemos de Salman Rusdie, que lleva años refugiado y amenazado de muerte por escribir un libro que ofendía al Islam. Claro que no creo que hubiera vendido más de una docena de ejemplares sino fuera por la condena, porque tuve la humorada de leérmelo y me pareció un paquete...

    Los cristianos no somos como ellos, y constantemente tenemos ocasión de demostrarlo. No me parece bien la iniciativa del pastor norteamericano, pero ante todo está su libertad para hacerlo. Ésas son las reglas del juego, que todos debemos respetar. Ahora a ver quién pone el grito en el cielo cuando el próximo creador de escándalos quema una foto del Papa o se ríe de la corona de espinas.

    Un abrazo

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