Ya saben ustedes que lo mío con todo lo que suene a Catalán suele acabar mal. Muy mal. Pero esta vez les prometo que vengo en son de paz. Y lo hago para hablar de algo que creo merece la atención de todos nosotros y que da una idea aproximada de por donde creo yo que deberían ir los tiros en materia de normalización lingüística en nuestro país.

La Vanguardia ha decidido publicar su diario en las dos lenguas oficiales de Cataluña, el Catalán y el Castellano.

Me parece un acierto. No, no se han equivocado de blog. Soy ese mismo tiparraco engreído que vomita consignas anti-catalanistas por la boca cada vez que la abre. Soy el mismo que no se traga a sus políticos. El mismo que aplaude con la orejas el cierre de los repetidores de TV3. El mismo que viste y calza.

Pero siendo verdad todo eso que dicen de mi y aceptando impotente que para algunos mi forma de pensar (libre y autónoma), es una reminiscencia de un pasado franquista que se tornó en un blaverismo analfabeto con la llegada de la democracia, he de reconocer que la decisión de Javier Godó es un acierto y una lección que los gobernantes nacionalistas deberían aprender y hacer propias.

Me gusta que ese periódico haya decidido hacer una versión en Catalán. Y no me alegra porque crea que debería tenerla desde hace tiempo, que va a ser que no, sino más bien porque ello debería demostrarles a quienes mandan en aquella CCAA, que a veces la imposición del Catalán es el camino más corto hacia la marginalidad lingüística.

Tan sencillo como eso. Un periódico Catalán, abanderado de la cultura de aquella comunidad, decide de motu propio abrir sus ediciones al idioma natural de quienes lo leen. Es lo normal, lo básico para que una lengua no muera. Es esencial para la supervivencia de una lengua que comparte tantas y tantas similitudes con otra que está más al sur y de la que servidor es nativo, el Valenciano.

No ha hecho falta denunciarlo por no escribir en Catalán. No ha sido necesaria la denuncia entre vecinos. No ha sido necesaria la inquisición lingüística de Santiago Espot para que ello sucediera. Ni siquiera ha sido necesario llegar al absurdo de aquella denuncia al Corte Inglés por no rotular su logo en Catalán. Ha bastado la normalidad, la libertad de poder escribir como bien le venga en gana al redactor jefe de ese periódico.

Y yo que me alegro. Porque miren ustedes, una cosa es que a uno le obliguen a escribir o hablar en un idioma impuesto y otro muy distinto es hacerlo por voluntad propia. Y además hacerlo así, sin estridencias, sin renuncias adornadas de aspavientos. Comprometiéndose a ello en una decisión puramente empresarial, sin politiqueos ni guiños extraños. Simplemente porque ellos lo han decidido.

Eso sí, no acabaré este post tan dulce a los oídos de muchos sin una sola crítica a lo allí escrito. Miren, uno alaba la normalidad, la añora y la celebra como el que más, pero también me gustaría que ésta fuese recíproca en todos los ámbitos.

Mire señor Godó, a mi me chirría especialmente que cada vez que un Catalán escribe la palabra Cataluña, sustituya la “ñ” por una “ny” y a renglón seguido escriba España con su “ñ” correspondiente. Eso no lo hacen ustedes solamente, mucho talibán metido a bloguer o comentarista utiliza esa misma técnica para despreciar a una España que servidor lleva muy dentro, mucho más que su propia Valencianía.

Pero que usted, todo un flamante Presidente-editor de un medio de comunicación como es La Vanguardia, se avenga también a tamaña gilipollez gramatical, le hace a uno replantearse seriamente si su decisión, esa de abrir su periódico al bilingüismo, merece un solo renglón en este blog de mierda.

Le tranquilizaré si es que ha llegado a leer esto. El post está publicado. Creo que pese a su deliberada intención de incomodar a quienes como yo detestan dicha práctica, su decisión merece ser alabada desde el blog de este ignorante, blavero, franquista, no se cuantas cosas más y pobre camionero que solo desea que las imposiciones basadas en fantasías de países que nunca existieron pasen a mejor vida.

He dicho.

6 Comentarios:

    Nuevamente de acuerdo Antonio.
    A mi me parece perfecto que un periódico catalán, gallego o vasco publique en ambas lenguas. Aplaudo la medida.
    Lo que critico abiertamente es que desde el Gobierno de turno se premie a una y se omita a otra, o lo que es peor aún, que impongan una sin dar cabida a la otra.
    La cooficialidad ha de ser respeta pero...por todos.
    Mira que ejemplo más gráfico de un paisano tuyo al cual suelo leer también. Está casi al final de su crónica motera, busca "Gatho MODE ON" ;-).
    http://elgatho.blogspot.com/2011/02/feb-11-serra-gelada-benidorm.html

    @Arroes hay que ver que hasta nuestros propios políticos nos traicionan jejeje Y es que las editoriales catalanas escribiendo los libros de Valenciano de la EGB hicieron mucho daño a la lengua querido amigo...

    ...solo desea que las imposiciones basadas en fantasías de países que nunca existieron pasen a mejor vida.

    Fantástico!

    Me gustó esa frase.

    @josejejeje me alegro;)

    Si, la medida está bien. Me parece que algunos catalanes se pasan un poco criminalizando España con motivos poco entendibles.
    Un Saludo

    @Germán también yo lo creo.
    Otro saludo para ti

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