Dicen que a veces dedicar una vida entera a luchar por algo que crees justo, solo convierte a ésta en simple tiempo perdido. Es duro enfrentarse a esta supuesta verdad sin que, desde el interior, tu personalidad se revele contra esa sinrazón convertida en verdad incontestable. Pero esa dureza es la que fortalece nuestra propia personalidad y la llena de valor para enfrentarnos a los obstáculos que el destino, y las triquiñuelas de quienes osen interferir en nuestros fines, acaben poniendo en nuestro camino.
Hay blogs, que desde hace años, luchan por conseguir un bien común.
Blogs que pasan medio desapercibidos porque su lucha, esa a la que están dedicando su vida, parece un imposible que nunca podrán ganar. Pero ellos continúan en la brecha, luchando contra gigantes donde otros solo ven molinos de viento. Intentando mejorar las cosas, para que esos que los toman por locos, tengan una red más segura no solo para ellos, sino también para sus hijos.
Ellos luchan y la mayoría ni los mira.
Pasan de largo por su lado y a veces los reseñan porque un día, no se sabe muy bien cómo, consiguieron hacer un post que les encandiló. No es que a raíz de esos posts esos bloguers hayan caído en la cuenta de lo venerable y necesaria que es esa lucha que esos bloguers mantienen día a día. Simplemente hacerlo queda bien de cara a sus lectores y ello hace que se les hinche el pecho como si de palomos en época de apareamiento se tratara.
No, no son sinceras esas adhesiones a las luchas de unos pocos.
Más bien son palmaditas en la espalda venidas desde la hipocresía. Desde el deseo de notoriedad de quienes creen, que esos a los que han enlazado en un solo post, no son más que Quijotes cuyo destino es el que siempre fue, ser manteados en uno u otro momento. Ser unos locos que pierden el tiempo en imposibles.
¿Luchar por nada? No claro que no, luchan por todos nosotros, aunque no quieran reconocerlo.

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