Linux, y en concreto ésta su nueva versión 10.4, han conseguido que absolutamente nada me pueda retener en Windows. Bueno nada salvo el programa que utiliza mi Nokia 5800 para conectarse al portátil y que me permite contectar éste a internet a través de él. Es una pena sí, pero a veces este tipo de macroempresas es lo que tienen, que se convierten en carceleros de lujo de los usuarios al servicio de otras empresas, mucho mayores que ellas, que las convencen para impedir la total libertad de los usuarios para utilizar las herramientas que crean necesarias o más les gusten.
Pero dicho esto, lo bueno es que poco a poco ya nada me ata a windows. Ni siquiera el Windows Live Writter lo consigue, ya que ahora escribo desde una extensión de chrome llamada ScribeFire. Sí es la misma que se utiliza en firefox. Y tampoco la barra de Google me hace falta, puesto que con las extensiones de mi Chrome me sobran la mayoría de las cosas que me parecían imprescindibles de mi Fire Fox. Pero no solo eso, lo curioso es que ya ni siquiera utilizo el Chrome, sino que me he pasado a Chromium, que en consonancia con el SO que ha ocupado ahora mi corazón, es un proyecto de software libre. Así que al final solo dejo windows en el ordenador por si alguna vez deseo conectarme desde el portátil y no tengo wiffi.
Mala nota para Nokia, que lejos de aprender de otras muchas empresas, encadena a sus clientes a un SO que puede que no sea el que ellos desearan.

2 Comentarios:

    Todo llegará prim. Por cierto, ¿consigues escanear?

    No lo he probado Jose Luis...

Publicar un comentario