ElMosquitero

Leo en la editorial de El País de hoy en su versión on-line hasta qué punto algunos medios de información toman por tontos a sus usuarios. Así comienza el editorial, que no tiene desperdicio desde el principio hasta el final, en que han conseguido dar un triple salto mortal para criticar al gobierno por hacer justamente aquello que hasta hace cuatro días le aplaudían.

El Gobierno ha quedado en una situación política muy precaria tras el anuncio del severo plan de ajuste hecho público esta semana. Pero la precariedad no es consecuencia del nuevo rumbo al que apuntan las medidas, sino de la recalcitrante obstinación con la que el presidente Zapatero mantuvo el anterior. Su idea de que la mayor crisis financiera tras el crac de 1929 se podía sortear con eslóganes y gesticulación propagandística hizo perder un tiempo precioso para que el país encarase en mejores condiciones una gravísima coyuntura económica; también no pocos recursos dilapidados en iniciativas que, como los diversos regalos fiscales, pretendían disfrazar como políticas sociales avanzadas simples argucias populistas, concebidas de manera irresponsable en campaña electoral.

Hoy la gente, esa que es de izquierdas de verdad, no sabe a qué atenerse ni con sus medios de información ni con sus representantes.

Los primeros hoy dicen que las medidas de recortes sociales se deberían haber plasmado antes y olvidan de forma instantánea todos los insultos que dedicaron a sus contrarios por insinuarlas. Los segundos acaban de convertirse en más derechones que la propia derecha. Ni siquiera el PP se hubiese atrevido a recortar el salario de los funcionarios. El PSOE sí, y además con la triste cantinela de una retórica envenenada en la que se intenta meter al PP como culpable de dicha situación.

Será que La Noria da vueltas demasiado deprisa y el Pepiño se ha mareado un poco. O tal vez será que han decidido emprender una huída hacia delante para conseguir salir lo mejor parados de todo esto.

Sea lo que sea que pretenden en estos momentos, la realidad es que tanto sus votantes como sus simpatizantes no saben ya a qué atenerse ni con ellos ni con sus medios de comunicación. La realidad es que éstos, los ciudadanos, viven pasmados una realidad que nunca jamás pensaron que llegaran a ver. Viven en un país donde la realidad es la que siempre fue y la que muchos se empeñaron en tapar, una realidad que pone a todos los políticos en su sitio y que por tanto no salva a ninguno.

Dicen que lo peor que le puede pasar a una democracia es que el descrédito de sus políticos se convierta en un habitual de las decepciones ciudadanas. En España parece que estamos llegando a ese supuesto y la crisis no ayuda en nada a que esto se resuelva de forma que todos nos podamos sentir a salvo de todas estas guerras callejeras.

Los políticos y sus medios son los culpables de que nos encontremos en esta situación. Ni los funcionarios ni los pensionistas. Pero ya saben los lectores cual es la cantinela que les va a tocar escuchar de ahora en adelante. La única que la izquierda ve viable para salir de esta situación...'con la derecha hubiese sido peor...'