Hace unos días hablaba con mi mujer, y de esta conversación salía una sola conclusión; estábamos pasando por el peor año de nuestra vida por culpa de la inseguridad laboral. Y es que si no es inseguridad, el que en un año servidor pase por tres empresas, ya me dirás qué es inseguridad. Recapitulando para los que os aburrís enseguida con estos temas, y sin ánimo de enrrollarme en demasía en lamentos y quejidos que sin duda alguna, vosotros no tenéis el porqué de soportar, diré que el verano fue el comienzo de uno de los retos más duros que la vida, por suerte, me ha puesto de prueba. Y digo que por suerte, porque seguro que hay gente en peor situación que la que se queda sin trabajo. Por ejemplo enfermos, gente que no puede ponerse un trozo de pan en la boca, niños desamparados, víctimas de violencia de género, víctimas de pederastas, víctimas de accidentes de tráfico, lisiados en atracos...imaginad la infinidad de gente que puede estar, sin ningún lugar a dudas, en peor situación que un servidor que lo único que ha perdido es un asqueroso trabajo. ¿Pero es que estás de nuevo en el paro? Pues no, y por eso mi entrada. Servidor se quedó sin trabajo el pasado día 11 de Noviembre, porque ni se vende vino, ni aceite, y por tanto a la empresa le sobraban empleados. ¿Y quién sobra el primero, os preguntaréis? Pues evidentemente el último que llegó, o sea, mua. ¡Pero si acabas de decir que no estás en el paro! Y es cierto. Uno, que de contactos sabe alguna que otra cosa, empezó a trabajar el ayer en el metro de Valencia con un camión de estos de la tierra, para los entendidos un centauro. Y este echo ha sido el que ha provocado en mi la necesidad de escribir esta entrada. Servidor está pasando por una malísima racha laboral. Pero aun así no pierde la esperanza, y no reniega de ningún trabajo que le sale al paso. Con todo, en medio año he cobrado un solo mes del paro y el resto, aunque a trompicones, he ido acumulando nóminas de una u otra empresa. Está siendo duro, sí, pero ahora sé, que cuando al final ya no me quede empresa en la que meter la puntita del pie, podré estar tranquilo y en paz sabiendo que mi familia, y sobre todo mi esposa, son sabedores de la inmensa cantidad de esfuerzo que he echo para interntar tener un trabajo. Y la suerte que uno tiene es que de momento lo ha conseguido. No es un logro personal el que haya encontrado todos estos trabajos, puesto que si algo me ha enseñado la vida, es que muchas veces nuestro destino depende de en qué lugar estemos nosotros en un momento dado. Hay veces en las que llegas a una campa de camiones a pedir trabajo y justo en ese momento, ese hombre estaba llamando a un colega para pedirle el teléfono de algún chofer. Otras simplemente las amistades hacen de altavoz de tu necesidad y alguien te llama de repente al movil. Y todas las veces se podría decir que no ha sido un logro tuyo, si no la coincidencia de múltiples factores que han contribuido a ponerte en el camino de algún jefe. ¿Y porqué esta entrada? Pues para dar ánimos a todos esos desempleados que llenan las colas del INEM. Para que no crean que solo la valía es suficiente para tener un trabajo. Que hay veces (la mayoría) en los que la suerte juega un papel fundamental. Que solo hay que intentar estar en todos los sitios posibles, por ridículos que parezcan, y esperar esa llamada para comenzar a trabajar. Para ellos. Para esa gente que se ha quedado sin trabajo tras una vida entera en una empresa. Para los que les dicen que son demasiado mayores para aprender un oficio. Para los que les dicen que no les dan trabajo porque no tienen oficio. Para todos aquellos a los que les piden imposibles. Para la pobre gente que copa la cola del INEM por primera vez en su vida. Para los que se abren por primera vez al mundo laboral, y lo único que encuentran son puertas cerradas y requisitos porhibitivos. Para los que no encuentran un mísero cartel de se necesita personal. Para que sepan que un simple golpe de suerte les puede sacar de ese agujero negro llamado INEM. Para que tengan esperanza, para que continuen buscando trabajo. Para que sepan que puede que mañana lo encuentren. Para que comprendan. Sí amigos, que comprendan que recogidos en casa nunca se cruzarán con su posible jefe. Que la desesperanza es el peor enemigo del que busca empleo. Que mañana puede que sea el primer día laboral de año. Que solo el que busca con insistencia y sin mala cara encuentra un trabajo. Que no hay que hacer ascos a ningun trabajo. Que una vez parados, no debemos dejarnos caer aún más bajo y debemos buscar remedio de forma inmediata. Que si podemos llamar a mil puertas en busca de nuestro empleo, debemos llamar a todas ellas. Que si dejamos una sola puerta por recorrer, puede que hayamos perdido nuestra oportunidad. Que puede que ese jefe nuestro se haya quedado esperando a que nosotros llamáramos a su puerta. Para que llamen. Para que no dejen de enviar su teléfono a cualquiera que sea capaz de tender su mano para apuntarlo. Para que manden todos los curriculums que hagan falta. Para que inunden las oficinas con ellos. Para que los conozcan incluso antes de que entren a entregar uno. Encontrar trabajo es una cuestión de teson y dedicación, no lo niego, pero hay una cosa que también es cierta...si no saben de ti nunca te podrán llamar. Y puede que esta sea la razón de que en seis meses haya encontrado trabajo las tres veces que me fui al paro. Puede que esa lección la haya aprendido a las malas, y puede que sea una de las lecciones más importantes que la vida me haya dado. Soy un tipo con suerte que ha aprendido a convivir con la búsqueda de empleo, con la inestabilidad laboral. Siempre he sido yo quien me iba. Quien decidía donde trabajar y donde no. Quien era dueño y señor de su vida laboral. Nunca pensé que me echaran de ningún lugar. Y pude que el enfrentarme con ese fantasma, el del paro, me haya echo madurar mucho más de lo que creía. Soy un tipo con suerte que ha escrito esta entrada con la única intención de dar esperanza a los que la necesitan. Para hacerles llegar una realidad. Para que vean a través de mi, que si uno se mueve lo suficiente y tiene la suerte necesaria, su vida puede canviar. Porque solo hay que tener un poco de suerte, y yo soy un tipo que da testimonio de que esta existe. Porque tenéis que salir de casa amigos, y enfrentaros al paro con la convicción de que mañana seréis de nuevo asalariados. Porque la esperanza, que es lo que os traigo en esta entrada, es lo último que debéis perder y lo primero que verá en los ojos vuestro futuro jefe.

12 Comentarios:

    felicidades por el nuevo trabajo, y animo para toda esa gente que esta en el paro y ya depaso para los compañeros de mi marido que se fueron hoy mismo para el paro

    Gracias Pitufina...hay que tener esperanza y luchar por conseguir el empleo. No vale solo con autocomplacerse con que la cosa está mal, hay que intentar solucionar el problema.

    Ánimo Toni que esto tiene que estar tocando fondo.
    Tu tienes un carnet que te debe dar cierta tranquilidad. Yo tengo pánico a quedarme en el paro, pánico.

    Entonces hay que felicitarte ¿no? je je je... No se pero la verdad es que la cosa está muy jodida y peor que se va a poner. Yo estoy deseando de irme de Mercadona por que son unos mal nacidos (algún día contaré por que) pero no encuentro nada mejor y me tengo que joder. Saludos, repito son unos mal nacidos, en este caso mal nacida ja ja ja... Saludos y enhorabuena.

    Tu no eres un tipo con suerte, Tony, eres un tio con un par, que no se achica ante situaciones difíciles. Admito que nunca he tenido problemas de empleo. soy profe, me gusta mi trabajo y encima se que, incluso matando a un niño en un momento de arrebato, mi puesto de trabajo es seguro.A veces intento imaginarme como sería mi vida con inseguridad laboral y se me pone un nudo en la garganta cuando hablo con amigos que viven en esa incertidumbre.Ains Tony, mucha suerte en tu nuevo trabajo, y suerte a los que pasan por lo mismo. Un abrazo.

    Estoy de acuerdo con Antea, no es un acto de suerte. Encontrarte con la persona adecuada, conocer al amigo preciso, llegar al lugar indicado... es fuerza y persistencia. Debes estar orgulloso de ti mismo y de salir, aún con dolor, de situaciones tan difíciles como el desempleo que lamentablemente tenemos que ver estos último meses en tan grandes cantidades.

    Continúa con tu lucha, te deseo mucha suerte (jeje) y ¡felicidades por tu nuevo trabajo!

    Muchas gracias a todos por vuestras palabras.
    Solo he escrito esta entrada, para que aquellos a los que la penosa situación de estar en el paro les pueda, empiecen a tener un poco de esperanza.

    Puede que yo tenga contactos en muchos sitios y eso me facilite el encontrar trabajo...pero os recuerdo que no lo asegura. En Verano estuve un mes entero en el paro y el trabajo encontré fue para una sustitucio0n. El contrato fue de 28 días.

    Yo lo sabía y preferí cogerlo a estar cobrando el paro. Una cosa llevo a la otra y no me dio tiempo a volverme a apuntar. Me llamaron de lo de las cisternas de aceite y tras tres meses el trabajo dio un bajón y nos echaron a principios de mes.

    Me volví a apuntar al paro y de nuevo teléfono y curriculums...el resultado está a la vista. Ni quince días sin trabajo, ya tengo uno de nuevo.

    Por eso hay que decir que la esperanza es lo ultimo que se pierde. Aunque hay gente que necesita trabajadores...¿porque no ser uno de nosotros?

    Dicen que la suerte se da en los campos que están abonados con trabajo.
    Está claro que si has tenido suerte es porque has salido a buscarla.

    Felicidades

    La perseverancia siempre tiene premio amigo, así que estas dando el ejemplo, me alegro mucho. Un abrazo.

    Me alegro, Toni. El empeño es el que te abre todas las puertas.
    Espero que consigas esa estabilidad laboral, aunque en el mundo del camión será difícil. Un abrazo!

    Llevas mucha razón, lo peor de esta crisis es el paro y la gente que no encuentra trabajo para sacar a su familia adelante.
    Odio la política por estos temas, muchos millones para los bancos, para las empresas y para todos menos para la creación de empleo estable.

    Saludos Cordiales.

    Cierto Senovilla, la política nos e preocupa de estas cosas. Se limitan a valorar las decisiones con la mira puesta en la intención de voto. No se mueven porque saben que estar quieto es mejor que equivocarse...y con esa mentalidad nos hunden a los pobres currantes...

    Pero hay que sobreponerse amigo. Hay que intentar que al menos uno mismo no se pueda reprochar nunca que no hizo todo lo necesario para salir a delante, que no se rindió...

    Creo que esta será una de mis entradas favoritas...si alguna vez tuviera que elegir una...

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