He estado escuchando hoy unas cuantas veces alusiones al intrusismo que según el periodismo clásico representaban los bloguers en su profesión. Quejas por la proliferación de opiniones difamatorias y de escasa credibilidad, en bitácoras escritas por ciudadanos como un servidor o usted mismo que lee en estos momentos aquí. Alertas sobre mentiras amparadas en el anonimato que dan los blogs y que no hacen más que desinformar a quienes sin darse cuenta caen en las redes de la blogosfera.

periodista-con-principiosSinceramente, creo que ellos no se han parado a contemplar su oficio desde fuera, con una relativa lejanía, sin condicionantes afectivos que distorsionen la realidad. No se han dado cuenta de lo falsos, sectarios y poco informativos que son los medios de comunicación en que trabajan. La intolerable línea editorial que rige todas y cada una de las informaciones que brindan a sus consumidores.

No han entendido que la máxima del periodismo no debería ser otra que la de informar. Simplemente informar. No crear opinión. No abogar por una dirección concreta de ésta. No opinar directa ni indirectamente, mediante la técnica de la enfatización de frases, la colocación de adjetivos vejatorios antes del nombre del supuesto enemigo del partido contrario, o descripciones parciales de una realidad que a todos nos engloba en las que siempre salen, curiosamente, malparados los de un único lugar.

Si hubo alguna vez algo parecido al intrusismo, sin duda fue por parte de los periodistas para con los bloguers. El bloguer opina. Esa es su cualidad y su fin en la vida. No puede informar porque sencillamente carece de los medios y estudios necesarios. Es más, utiliza la información, entre comillas, que le ofrecen los periodistas para barruntar cual será su posición al respecto y plasmarlo en su bitácora.

Si hay algo de lo que inexcusablemente depende un bloguer para mantenerse vivito y coleando en este mundo dospuntocerista, eso es sin duda alguna la existencia de unos medios de comunicación que puede utilizar a modo de fuentes fidedignas. Un bloguer sin los periódicos esparcidos en ventanas en el monitor no será nada. Es más, se convertiría en un periodista que se limitara a informar desde su ventana.

Así pues, déjense de chorradas señores periodistas y comiencen por quitarse la viga de su ojo antes de señalar la paja de quienes acusan de intrusismo. Comiencen por informar y apartar la opinión de sus columnas. Comiencen por desligar su puesto de trabajo a la línea editorial del periódico en que trabajan. Conviértanse de una vez por todas en el verdadero contrapeso al poder político que nunca debieron dejar de ser.

Pd: la viñeta la encontré en Ciberperensa.

4 Comentarios:

    bastante razón, por no decir mucha

    Me encantó el artículo. Precisamente esta semana tuve un debate similar, porque una persona me acusaba de ser amarillista cuando en realidad el blogging no tiene fines puramente informativos, sino como dijiste, dar una opinión.

    En fin. El artículo me encantó. Me pareció muy acertado todo lo que escribes. ¡Saludos!

    Gracias Oscar. Me alegro de que coincidas conmigo Ricardo. Opinar nunca debe ser sinónimo de informar...

    :) Sigues siendo tú. La actual ola de quejas sobre el intrusismo en el periodismo tiene un nombre: corporativismo.

    Pero, ahí les han dado. No cabe la defensa de lo existente sino la reinvención de la profesión.

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