A cuenta de un post de Rosa María Artal, que se hizo eco del vídeo que colgué aquí sobre una supuesta quema de cannabis en Valencia y que ha derivado, sorprendentemente, en una pira de insultos hacia quienes en Valencia votamos a un partido político que no es del gusto de los seguidores de la línea editorial de dicho blog.

Para que sepan todos aquellos, que pretendan evangelizar políticamente a todo aquel que se cruce en su camino, que el insulto, la insidia y la acusación gratuita sin pruebas no será nunca el camino acertado para hacerles cambiar de opinión.

Y también para recordar a todos los que dicen que los que votan a tal o cual partido tenemos el cerebro lavado, que el tomar por imbéciles a quienes hacen con su voto lo que les da la puta gana no conseguirá hacerles cambiar de opinión, sino más bien al contrario, hará que se radicalicen sus posturas y desoigan cualquier argumento que éstos les presenten para sopesar su decisión final.

La descalificación nunca será la vía adecuada.

5 Comentarios:

    Sí, eso es así, aunque haya gente que todavía se crea lo contrario.

    Y hay mucha @RAMPY, mucha más de la que creemos.

    Bueno, la intolerancia es uno de los deportes más populares de esta piel de toro, desde tiempos inmemoriales. Pero como no hay mal que por bien no venga, a veces, viene bien que ocurran estas cosas... muchos lobos se sacan su piel de cordero y se muestran tal cual son. Viene bien situarse, aquí y donde sea, amigo.
    No sé, ni mi importa a que partido político te estás refiriendo, creo que el ser humano es mucho más que un animal político.
    Mi solidaridad, Antonio.

    Por supuesto, tienes toda la razón, de hecho yo creo que el PP de Valencia no es la mejor opción (ni el PSOE) pero no tengo porque ser un estúpido anormal y insultar a quien lo vote.

    Un saludo.

    Bueno pues aún así las cosas son como son. Aquí parece que hay que insultar para desprestigiar una opción política y en los comentarios la cosa suma y sigue.

    Y cuando parece que todo ha acabado, surgen los ejemplos de los contrarios que hicieron exactamente lo mismo que ellos hace un tiempo, y que ahondando aún más en el pasado descubren que también fueron insultados por los otros anteriormente.

    Vamos que es la pescadilla que se muerde la cola...

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