Los sindicatos andan estas semanas muy atareados con los preparativos necesarios para llevar a cabo la huelga, esa que le han plantado al gobierno de la Nación el próximo veintinueve de Septiembre, convocada a rastras por una plebe que veía, estupefacta, cómo eran capaces de permanecer impasibles ante el aumento disparatado de los parados, sin siquiera tener la intención de mover un dedo. Sólo cuando han percibido que la gente les podría dar la espalda, cuando se han visto porfiados por la derecha al grito de que no eran capaces de movilizar ha nadie, cuando los propios trabajadores llegaron a verlos como simples comparsas de un gobierno incompetente, han dado ese paso adelante que con tanto tiempo de retraso ha llegado a la ciudadanía.

Ahora, tal cual se tratara la huelga de una feliz fallera, tratan de vestirla de forma que ésta sea agradable a los ojos de quienes osen mirarla y realzan sus encantos en lo posible para conseguir la máxima complicidad de una ciudadanía que, de momento, les da la espalda sin visos de rectificar en sus primeras intenciones, ignorarla.

moda_fallera Han decidido vendernos la huelga como si de una fallera se tratara y por tanto han comenzado a vestirla para la ocasión con todo el cariño del que esta gente es capaz.

Le han puesto unos pololos para taparse las vergüenzas, para que olvidemos su olvido voluntario de los parados cuando éstos superaban los cinco millones. Unos pololos para ocultar la putada que es para ellos llevar a cabo esta huelga. Para intentar tapar el hedor que rezuman todos y cada uno de los discursos que nos embuten a diario en los telediarios con los que tratar de convencernos de que les ayudemos a paralizar el país en ese día.

Además se han encargado de conseguirle unos preciosos calcetines de hilo seda, que aunque no tan cómodos como los de algodón, sí lucen más bonitos y estéticos para la agraciada. Lo hacen así para curarse en salud en caso de que ésta sea un fracaso. Paralizarán los aviones, el transporte en las capitales y llevarán a cabo algún que otro piquete ‘informativo’ con los que conseguir, que aunque no sea cierto que el país se para por completo, la foto del día siguiente sea la de un atasco monumental en las grandes capitales, y pantallas de aeropuertos y estaciones de tren repletas con ‘canceled’s’ y ‘delayed’s’ por doquier. Ya saben lo que dice nuestro presidente…

…la foto es lo importante…

Para encima de la ropa interior han optado, como todo cuidado vestidor fallero sabe, por adecuarle al cuerpo un precioso cancán de aros de espuma que, frente al inconveniente que tienen los de aro metálico, permiten más maleabilidad y pesan mucho menos que los anteriores. Así se han asegurado de que en Madrid sus sindicalistas sean incapaces de llegar a un acuerdo con la Tacher Española, el mismo día en que éstos llegaban a un acuerdo con el Mr Bean patrio. Se han hinchado cual palomos, porque esto es justamente lo que consigue esta prenda en el traje de fallera, y han conseguido hacernos creer que la derecha es rígida y autoritaria mientras que la izquierda es benevolente y pactista. Han matado dos pájaros de un tiro y al tiempo que les hacen una huelga les ofrecen buena propaganda…uno de esos tipos es lo que necesita Rajoy para subir al poder.

Sobre el cancán han colocado las sayas, que es lo que todos ustedes ven cuando la fallera de turno se levanta la falda para subir una escalera, y que tienen incorporado algún que otro bolsillo en el que éstos sindicatos nuestros han introducido a la fuerza consignas contra el partido de la oposición y algún que otro dinosaurio pepero que pasaba por allí.

Y sobre las sayas han colocado la falda y el delantal. Para ello han optado con una tela floreada y con detalles plateados. Han decidido negarse a utilizar el color oro ya que éste hubiera podido llevar a confusión a más de un pobre seguidor que hubiese visto en ello un giño favorable a las Sicaps y los neocons que éstos, los sindicatos, tanto y para mal han criticado durante estos últimos seis años. Hay que vestir bien compañeros, pero sin que podamos ser confundidos con los repipis derechones.

Después, para la parte alta del cuerpo, han enfundado a la fallera en un corpiño de los que dejan sin respiración. Lo han decorado con unas manteletas a juego con el delantal. Así ven cómo ahora los Sindicalistas se visten de víctimas y a voz en grito proclaman que ya hay empresarios que amenazan con despidos si se secunda la huelga. Como si no supiéramos que el hacer huelga hoy en día, en lugar de ser un golpe bajo para el empresario, no sería en realidad un balón de oxígeno al no tener que pagar la Seguridad Social ni el sueldo de todos lo que optaran por apoyarla. Como si no supiéramos todos nosotros que esa amenaza tiene toda la pinta de ser falsa si nos atenemos a la idea de que, con el ahorro que supondría para las empresas sin carga de trabajo para todos sus operarios y que están manteniendo a sus trabajadores el apoyo a esa huelga, el empresariado podría pagarles dos días más de trabajo a cada uno de ellos.

Y para finalizar sobre los calcetines de hilo de seda se han colocado un par de botines con el mismo dibujo del traje para que éstos aíslen en lo posible sus delicados pies del duro suelo y han colgado los aderezos que completarán la fastuosa fachada con la que tratarán de vendernos a todos los Españoles que en verdad es nuestro deber secundar esta huelga.

Pero se olvida esta gente de algunas cosas sumamente importantes, al menos en la parte que me pertoca.

  • Ellos no movieron un músculo cuando me vi en el paro. No me aceptaron para sus cursillos porque no estaba sindicado, me lo dijo extraoficialmente la chica que apuntaba para los cursillos en la sede de CCOO de Alzira.
  • Se convirtieron en los verdaderos ministros de economía del actual gobierno y alentaron las políticas de gasto que nos llevaron al desastre del mes de Mayo.
  • En la memoria tengo el recuerdo de la huelga del 2002 y sin necesidad de hemerotecas y demás, veo claramente cómo son las dos varas de medir que éstos utilizan para montar una huelga en función de quien esté en el poder.
  • Y por último recuerdo la huelga salvaje del metro de Madrid y mi yo interior se niega a respaldar a quienes en mor de un supuesto bien general, atacan a quienes desean proteger y linchan a cuanto tipo no está a favor de lo que defienden.

Se supone que no hay nada peor que un nazi exaltado, pero sí lo hay. Un Sindicalista metido a piquete informativo armado con bates, hierros y una fe ciega en unos líderes cuyo único interés es el de mantener su cota de poder intacta cuanto más tiempo mejor.

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