ElMosquitero

El otro día recordarán que escribí un post en el que referenciaba cual era el colmo de la gilipollez informativa, en referencia a la sorprendente calentura que le debió de dar a todo cuanto redactor de informativos se puso en medio, a cuenta de la muerte del pulpo Paul.

Bien, pues hoy me desayuno con una presentación sectaria, malintencionada y decidida a predisponer al lector hacia el desagrado natural por el entrevistado, escrita por el puño y letra del periodista Javier Moreno. Lo hacen en El País, cómo no, con una presentación que más parece una sentencia a muerte que el simple preámbulo a una entrevista al líder de la oposición.

Lo lleva mal, muy mal el periodismo, como no sean capaces de sacudirse el letargo informativo en el que están sumergidos. Presentar no es atacar ni remarcar posibles contradicciones, es simplemente decir…

Esta es la entrevista que le hicimos…

Y punto. Que el lector saque sus conclusiones, que ya es mayorcito para eso, y que el entrevistador se limite a intentar poner en algún apuro al entrevistado mientras éste está a su lado para defenderse. Pero atacar al entrevistado cuando éste ya no está y hacerlo justo antes de que el lector haya leído la entrevista es, a todas luces, la forma más necia, sectaria y menos ética de afrontar el deber que todo periodista se supone que tiene, informar.