ElMosquitero

Pocas veces he sido tan consciente de la trascendencia que podía tener lo dicho en un blog como ahora. Este año ha sido el de los pasos inseguros, de las decisiones difíciles...el de los saltos al vacío.

Durante tres años luché por sentirme reconocido en la blogosfera, y esta simplemente pasó de mi. Al principio creí que eso era por pertenecer a la plataforma de Spaces, más tarde me di cuenta de que el motivo real era mi propia forma de entender los blogs. Solo cuando he visto qué son realmente los blogs me he desenvuelto bien en ellos.

Durante este último año he viajado mucho a través de la blogosfera.

Desde mi blog de La Pardalá, que ahora está en privado, pasando por El Mosquitero de Zoomblog, echándole una miradita al de blogger, visitando el de Wordpress y acabando definitivamente en mi propio dominio gestionado por el mismo blogger, mi paso este año por la blogosfera ha sido aleccionador y sobre todo satisfactorio.

Muchas han sido las vueltas que este blog ha dado y muchos los quebraderos de cabeza que por tanto a provocado a los sufridos lectores. Y por ello quiero dar las gracias a todos esos que han ido cambiando enlaces, marcadores, feeds y demás trastos necesarios para mantener el contacto con un blogger.

Quiero agradecerles la paciencia que han tenido con este humilde servidor de ustedes, porque han echo que me sintiera querido. Quiero que sepan, que pocas veces uno ha sentido tan de cerca el que lo que contaba importara a alguien más que a uno mismo. He sentido compañerismo, respeto, cariño.

Este año, además de haber supuesto un cambio de plataforma, ha sido el del comienzo de una iniciativa que jamás pensé que llegara a tener éxito.

El CETH comenzó allá por el 26 de Junio en el blog de Wordpress y desde entonces ya han pasado por esta casa ochenta y cinco historias que podéis leer en la página de enlaces en su sección Escribe tu Historia. Allí podéis leer todos los relatos presentados en las tres últimas convocatorias.

Este concurso es el que ha echo que la interactividad entre vosotros y un servidor creciera hasta límites insospechados. He podido conocer gracias a ella a multitud de blogs, que de otra manera difícilmente habrían aparecido por mi microcosmos blogueriano.

He conocido blogs muy pequeños, temerosos de lo que los demás pudieran pensar de ellos, que poco a poco han ido encontrando su lugar en la blogosfera y deshaciéndose de sus miedos a base de escritura y talento. He visto como blogs que no tenían casi audiencia se han visto superados por el aluvión de visitas que el CETH les provocaba. He visto el agradecimiento en sus comentarios, el compañerismo, la amistad.

En definitiva, este blog ha pasado de ser de mi propiedad, a serlo de la de todos vosotros. Este blog es, en definitiva, nuestro blog.

He opinado sobre todo lo opinable.

Y eso ha provocado que se produjeran debates aquí, en mi casa, en vuestra casa. Hemos aprendido que no todo el mundo tiene que tener la misma opinión sobre las cosas, que todas las posiciones tienen matices que las unen, que una opinión contraria no significa enemistad, si no simplemente diferencia.

Hemos descubierto este año muchos grandes bloguers que se han destapado como muchísimo mejores personas. Tipos que han pedido por los demás, sin importarles que lo escrito se saliera de la temática de sus blogs, que han ofrecido su rincón en la blogosfera para anunciar cosas que deberían haber sido anunciadas en los millones de blogs de habla Hispana y que por contra solo lo han echo en unos pocos.

Y habéis respondido de forma extraordinaria a La pizarra de El Mosquitero.

Veintiocho deseos llenan ya la pizarra. Veintiocho deseos para la humanidad que de verdad espero que se cumplan en este año que nos llega. Veintiocho deseos para la humanidad, que dicen mucho de todos vosotros.

Así que acabo la entrada dando las gracias a todos. Este año ha sido un gran año, y vosotros el tesoro que he buscado durante todo este tiempo.

Para mañana mi Feliz Año Nuevo con Potochó, que se que os gustan mis creaciones...jajaja