Es muy sencillo hacer bandera de una opinión, enarbolarla como parte fundamental de nuestra forma de ver el mundo y añadirla a nuestra exquisita lista de convicciones profundas que forman parte irrenunciable de la propia personalidad, para años más tarde, cuando las circunstancias cambian, renegar de ellas y matizarlas hasta la extenuación, con el sublime objetivo oculto de que nadie, ni siquiera ese idiota con gafas que escribe en un blog de mierda, pueda nunca decir que tú, sí tú, fuiste quien sí cambió de parecer en una cuestión que hace años sí que utilizaste electoralmente para arengar a los que votaban en tu mismo sentido.

Es sencillo, muy sencillo. Tanto que hasta ya lo vemos en muchos lugares escrito negro sobre blanco. La de chaquetas que tienen algunos y algunas guardadas en sus armarios…Y encima de víctima incomprendida. Hay que ver cómo se las gastan algunos profesionales del periodismo y la opinión.

3 Comentarios:

    Como decía Groucho Marx: "estos son mis firmes principios, si no te gustan tengo otros"

    Muy apropiado el comentario de Javier y es que cada vez hay más y más gente que adopta la postura de Groucho. Sin convicciones firmes no somos nadie.
    Un Saludo

    Es un error no reconocer que uno estuvo equivocado, pero es una necedad creer que uno siempre estuvo del lado de la razón...

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