Suena raro este titular ¿verdad? A decir verdad es lo primero que he escrito del post. Normalmente suelo bautizar mis posts una vez escritos y orientarlos así hacia el mensaje que deseaba transmitir con el mismo. Esta vez la cosa ha sido más sencilla, simplemente quería decir eso y el resto del post se trataba solo de mero relleno.

Uno ve constantemente movimientos reivindicativos, no solo aquí en la blogosfera sino también en la vida real, en pos de una libertad de expresión que se supone que algunos arcaicos todopoderosos nos quieren birlar de las manos a los más normales de los mortales.

Podría decir aquello de que los que estos días hablan de la libertad de la red, de su imparcialidad, de que ésta no se vende (tan solo hace falta googlear un poco para comprobar cuanta gente lo hace estos días), no se preocupan lo más mínimo de la verdadera libertad de expresión, al menos de la que es sesgada de cuajo, ante nuestras ojipláticas miradas, sin que se nos atreva a mover un solo músculo a ninguno de los presentes. Pero no lo diré.

Podríamos extendernos en el caso de Marcelino Madrigal y sus sucesivos baneos, cierres, desahucios de plataformas de Blogs y Redes Sociales

¿Tan deprisa se van?¿Solo leer Marcelino Madrigal es suficiente para que se giren en busca de la salida del blog?¿Tanto les cuesta asumir a ustedes que en verdad sí que hay un hombre al que no solo le ha sido cerrado un blog sin que hubiese de por medio un juez, sino que además también le han clausurado dos cuentas de Twitter?¿Obviarán ustedes que además de su blog en Live Spaces también le cerraron una cuenta Premium que pagaba de su bolsillo y que no era por tanto gratuita?¿Me van a decir que al final va a ser verdad eso que dicen de que la única libertad de expresión que les importa es la que a ustedes beneficia? Ale váyanse en paz y no hagan ruido al salir por favor…

Bueno a lo que iba…

Podríamos extendernos en el caso de Marcelino Madrigal y sus sucesivos baneos, cierres, desahucios de plataformas de Blogs y Redes Sociales tan populares como Live Spaces y Twitter, pero no lo haré porque ya saben qué es lo que ocurre y hacerlo no sería más que redundar sobre algo ya muy manido.

Pero no olviden señores la lección que todo este mutismo blogosférico y administrativo nos está enseñando a sangre y fuego:

La única libertad de expresión que ansían estos salvadores de la patria que se han erigido como portavoces de la blogosfera y la propia red de redes, es aquella que les permita continuar con sus negocios tal cual están ahora.

Dicen que la libertad de uno acaba donde comienza la del señor que permanece a su lado. Esta síntesis ha sido reducida a la mínima expresión en estos días. Ahora la libertad acaba justo donde algunos dejan de ser juez y parte de este inmenso pastel que es la Internet.

2 Comentarios:

    Y dicho todo esto, yo te hago la coda final y concluyo con un mayúsculo: ¡AMÉN! ^_^

    Di que sí Julio. Hay mucho salvapatrias por ahí suelto.

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