No es extraño ver cómo algunas novedades que se nos venden se expanden rápidamente por la blogocosa, en forma de viral, convirtiendo a los usuarios en cómplices de su difusión y su posible éxito. Desde hace unos días se preveía eso mismo con Google Buzz, con la salvedad de que a las pocas horas de ver la luz ya hubo alguno que se atrevió a publicar un artículo enseñando cómo desactivarlo. Vamos, que hizo record.

Los hay desde quienes creyeron ver en este nuevo hijo de Google al asesino de Twitter, Fourscquare, tumblr y Facebock, entre los cuales me incluyo sin dudarlo, hasta quienes desde la paz interior que produce el no comentar en caliente, nos muestran un estupendo gráfico de la repercusión real del mismo en todos los ámbitos.

Claro que los hay también a quienes les pilló a contrapié. Basta con decidirse por escribir un post hablando bien de un servicio que a mi particularmente me gusta pero que no utilizo, Tumblr, para que al día siguiente haga acto de presencia el asesino, antes mentado, del propio servicio que te has molestado en alabar.

No hay duda, últimamente esto está lleno de ruido. Ayer sin ir más lejos mi correo electrónico echaba literalmente humo. Hoy la cosa más o menos se ha calmado (96 buzz en la parrilla). Nadie se acuerda ya de los Waves esos y ya estamos enfrascados en una nueva tormenta derivada del nacimiento de otra herramienta…

Privacidad en la Red proclamaba aquel no hace mucho...si les dijera que ya ni siquiera se en qué sitios está servidor registrado y cuantos de ellos de verdad utilizo…

Por cierto, yo ya he desactivado al hijo del demonio.

2 Comentarios:

    Pues yo aún no lo había activado... ya ni pa' qué :D

    pos eso Ángel, pos eso. Si quieres ver el infierno transformado en actualizaciones vía correo te propongo que lo actives...jajaja

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